Julio De Vido le respondió a Juan Grabois, con quien tuvo un contrapunto a través de Twitter. El ex ministro de Planificación Federal visibilizó en Radio Gráfica las críticas que tiene respecto al Gobierno de Alberto Fernández y planteó algunos lineamientos para tener en cuenta una vez que se supere la pandemia.
El ex funcionario aseguró que los entredichos con Grabois “son cuestiones menores, hay gente que busca todo el tiempo el minuto de fama. Salí y contesté con dureza porque uno tiene familia, amigos y compañeros. La contestación fue casi personal, no le doy ningún tipo de trascendencia política“.
“Hoy a la mañana vi una nota que le hizo Amorín, en la que hablaba de que me tenían que purgar del movimiento nacional y popular. La palabra purga me suena a stanilismo”, aseveró De Vido, quien habiendo dicho eso siguió minimizando la discusión. “Es un tema que doy por terminado, que no tiene más trascendencia que la del enano que hizo las consideraciones sobre mi persona, que en su momento cuando estuvimos presos aprovechaba nuestra condición de detención para escarniarnos como el macrismo“.
Respecto al comentario en redes sociales que desató la polémica, en el que Julio retuiteó la carta de Madres criticando a Alberto Fernández, sostuvo que la compartió por estar de acuerdo con “Hebe de Bonafini, que es todo un emblema de la lucha del pueblo argentino contra la dictadura” y además apuntó que “el debate es la esencia de la democracia”.
La figura de Alberto Fernández
De Vido reflejó que “en términos políticos, el presidente marca gestos con lo que hace, y la interpretación no es la mejor”. E hizo hincapié en la reunión exclusiva que se tuvo con el bloque de Juntos por el Cambio: “Quedaron todos los otros bloques afuera y da la sensación de que hubo un re-diseño de la agenda legislativa. ¿Consenso en cuántas cosas podemos tener con el macrismo? Consenso en la cuarentena y hasta por ahí nomás porque el otro anda de país en país con toda la derecha latinoamericana diciendo que la cuarentena quita libertad y en realidad lo que la cuarentena hace es defender la vida”.
“Si decimos que Horacio Rodríguez Larreta es nuestro amigo, un hombre que está bien posicionado en las encuestas, pareciera que hay algún acuerdo de alternancia en el poder, que es muy sano desde el punto de vista democrático, pero eso lo tiene que definir el conjunto de la sociedad, no la dirigencia”, exclamó.
El ex ministro de Planificación Federal, que estuvo en funciones desde el 2003 hasta el 2015 señaló que “cuando uno es presidente, ministro, diputado o senador, cualquier gesto que uno haga tiene un profundo significado político. Cuando el presidente dice que Larreta es su amigo o es socialdemocrata, también tiene significado político”.
Sobre la foto a la que hizo referencia Hebe de Bonafini en su carta, en la que se ve a Alberto Fernández en el acto del 9 de julio junto a Miguel Acevedo (presidente de la Unión Industrial Argentina), Carolina Castro (UIA), Héctor Daer (secretario general de la CGT), Adelmo Gabbi (titular de Bolsa de Comercio), Eduardo Eurnekian (Cámara Argentina de Comercio y Servicios), Javier Bolzico (Asociación de Bancos Argentinos), Néstor Szczech (Cámara Argentina de la Construcción) y Daniel Pelegrina (Sociedad Rural Argentina), analizó que el eje es entender que “es una relación de poder, no de números. Vos sos el Estado y ellos responden a intereses privados. Obviamente el diálogo tiene que ser dinámico, no puede haber un contrato social que se firme un día y se cumpla a rajatabla porque los intereses también son dinámicos, al igual que política. Cuando el Gobierno tiene decisión política y se planta, el poder es mucho y los empresarios se reordenan en función a lo que vas a hacer“.
Según De Vido, en las gestiones que tuvieron como presidentes a Néstor Kirchner y a Cristina Fernández de Kirchner, no se titubeaba tanto al momento de implementar medidas profundas. “Nunca hubiéramos dicho que por resolver retomar la concesión del Correo, Aerolíneas, YPF o Aguas Argentinas nos iban a aplaudir. Sabíamos que había gente que nos iba a putear y gente que iba a estar de acuerdo. En esta decisión de expropiación de Vicentin, muchos compañeros la vimos con auspicio. Si un mes después el Gobierno duda y dice ‘pensé que me iban a aplaudir, como no me aplaudieron vamos para atrás’, estamos en un problema muy grave. ¿Quién tenía que aplaudir? ¿los que salieron a la calle a putear? Todos esos salieron de la mano del monopolio multimediático que insufló a la gente en ese esquema, de la mano también de los grandes concentradores del mercado de cereales que querían quedarse con Vicentin y de intereses económicos trasnacionales que responden a estrategias de las corporaciones internacionales del comercio de alimento, que no son las del pueblo argentino”.
“Se debe gobernar con convicciones, no midiendo la fuerza del enemigo”
El ex diputado nacional criticó que “el Gobierno toma decisiones en función de la relación de fuerzas que va midiendo con el stablishment y así estamos fritos, nunca vamos a avanzar. No se puede decidir en función de la relación de fuerza en un momento de tanta crisis, tanta miseria y tanta pobreza. Cuando estamos arriba del 50% de pobreza y el enemigo ostenta todo su poder de movilización, es muy complejo. Hay que decidir en función de la toma decisión política que debe tener una fuerte base ideológica, sino no funciona. Ellos también tienen ideología, y está claro que no negocian nada”.
En esa misma línea, manifestó: “hemos perdido la vocación de lucha, de militancia. Hemos perdido la calle. Aprovechándose cobardemente de la cuarentena, nos han ganado la calle. Tenemos que recuperar la calle, hay que recuperar la militancia, las agrupaciones de base y ostentar la fuerza de nuestra opinión. Además de la calle, tenemos que sumar peso en el Congreso, porque sino vamos a tener graves problemas de gobernabilidad”.
Con la mirada en las no tan lejanas elecciones legislativas de 2021, remarcó que “en este momento hay que poner todo de nuestra parte para que el frente nacional y popular pueda tener mayorías significativas en el Congreso de la Nación con la elección del año que viene”.
“Yo ya estuve muchos años en funciones ejecutivas, en términos legislativos tengo una deuda con los compañeros de la Provincia de Buenos Aires por la interrupción de mi mandato”, respondió el ex legislador al ser consultado sobre la posibilidad de que se candidatee en los venideros comicios de medio término. “No tengo ambiciones políticas, he sido todo lo que quise ser. He acompañado a gigantes de la política como Néstor y Cristina que han llevado impecablemente la continuidad de la revolución peronista“, sintetizó.
La postpandemia
“Tenemos que ver las grandes mayorías argentinas como se plantan en la nueva normalidad, para poder salir con dignidad y con trabajo. No queremos un país mendicante, no queremos un pueblo que llene los comedores y no las fábricas trabajando. Que llene las góndolas con su producción, que la gente pueda salir de vacaciones, vestirse, comer bien y educar a sus hijos como corresponde”, se posicionó De Vido, con la mirada puesta en la etapa que se abrirá cuando se levanten las medidas preventivas y el coronavirus no sea una preocupación latente.
Adentrándose en un terreno que conoce en detalle, que es la planificación de políticas estatales, el ex ministro apuntaló que “el Estado es poderosísimo y toma decisiones en función de la posición ideológica del presidente. Lo que sucede es que nosotros hemos renunciado a planificar la política, sino habríamos tomado el plan desarrollo estratégico territorial que dejamos en 2015 con Cristina. De Vido puede haber sido el ministro de la historia, pero no por eso hay que eliminar el Ministerio de Planificación. Los países que no planifican son colonias. La planificación es como el sol, siempre está. Cuando no planificás vos, planifica el poder imperial que te domina“.
“Los países que no planifican son colonias”
“El Gobierno debería darle un enorme protagonismo a gobernadores e intendentes, para fortalecer a los jefes políticos de cada distrito, dándoles las obras y los proyectos para que ellos piensen con su gente, con sus vecinos. Eso es central. El plan de obras tiene que estar destinado a generar puestos genuinos de trabajo con empresas pymes locales, con el municipio tomando gente para hacer los trabajos o armar cooperativas con un fuerte control político. Tiene que ser la política la que conduzca eso”, propuso.
De Vido afirmó que en Argentina “no podemos seguir apostando a una estructura del Estado en donde se clientelice a la gente a partir de entregarle un plato con comida. Necesitamos que el jefe de familia tenga trabajo para que puedan ahorrar y vivir dignamente sin depender del comedor de la esquina. Hay un montón de militantes que van todos los días a la mañana a hacer la comida, a ellos hay que hacerles un monumento, pero eso no puede ser la política final. Esos compañeros también tienen que tener un trabajo firme, en blanco, con beneficios sociales y paritarias anuales”.
- Entrevista realizada por Claudio Orellano, Lautaro Fernández Elem y Leila Bitar en Desde el Barrio (lunes a viernes de 10 a 13hs)
- Redacción por Marcos Maldonado
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