“Una gran parte de la población tenía consciencia que este sistema no iba más, que había un problema en la relación de las personas con una brutal desigualdad que hay en el mundo”, afirmó Roberto Perdía, militante del movimiento nacional, dirigente nacional de Montoneros en los años ‘70 y ‘80 y, actualmente, de la Organizaciones Libres del Pueblo (OLP) en Radio Gráfica.
Perdía subrayó que las desigualdades sociales cada vez más amplias “para muchos es una situación insostenible”, y añadió que “si la pandemia no está ligada a esto, algo parecido está pasando”, es decir, “cómo estos vínculos de las personas se relacionan con la naturaleza, pues sabemos también que la estamos destruyendo y que así no hay modo de continuar la vida por largo tiempo.”
“La otra cuestión es qué se hace con la pandemia macrista”, se preguntó el dirigente peronista, y argumentó que si se integran “las dos cuestiones –la relación con la Tierra y la economía- hay posibilidades de dar un salto magnífico hacia delante”, aunque admitió “que estamos un poco quedados: todo este debate que se ha planteado alrededor de la riqueza, los créditos estatales a las empresas, tendrían la posibilidad de un salto gigantesco en estas condiciones” hacia una realidad de soberanía política y justicia social.
El referente de la OLP insistió en que esas dos cuestiones “nos han mostrado la realidad tal cual es, porque ha aparecido una sociedad y una Argentina que no conocíamos”. Y explicó que lo de Villa Azul, el barrio popular que abarca los municipios de Quilmes y Avellaneda en el conurbano bonaerense, “de cerrar y rodear un barrio es una prueba, es una realidad y nadie sabe qué hacer muy bien”.
La información que es agenda periodística recién ahora a partir del domingo 24, “era invisible a los ojos de las mayorías porque no lo querían mostrar” esos medios de comunicación, “pero que estaba, no quedan dudas”, aseguró.
La pandemia del coronavirus ha puesto en cuestión “cómo se vinculan las personas entre sí y cómo se relacionan con la naturaleza”, expresó Perdía, por eso “esta situación da gigantescas posibilidades de cambio y de transformación a un gobierno popular”.
“Ahí deberíamos colocar el eje de la perspectiva: los cambios que hay que producir”
Perdía se introdujo de lleno en el debate al interior del campo nacional al señalar que un país transformado en un gran comedor abastecido por las organizaciones libres del pueblo “es sólo un problema del capitalismo financiero y reivindicar el capitalismo productivista. Estos últimos siglos nos han demostrado que el capitalismo es insostenible en la historia si apostamos a que la vida continúe”, puntualizó.
El dirigente de la OLP arremetió contra la idea de “mantener el desarrollo, el progreso, el crecimiento sin límites” como condición de la justicia social, pues eso “es falso. Es una utopía negativa, destructiva, de creer que eso es posible. La humanidad estaba mostrando que eso no iba más”, aclaró.
En una experiencia de más de cuatro décadas que se inició en Chile en septiembre de 1973 con el golpe de estado de Augusto Pinochet al gobierno popular de Salvador Allende y continuó en la Argentina a partir de junio de 1975 con el “Rodrigazo” y la dictadura militar, aunque con algunos intervalos como el primer año del gobierno de Alfonsín (1983-1989) y durante los doce años de gobiernos kirchneristas, “el capitalismo financiero se transformó en el dueño del mundo., pero esta situación es insostenible y es la crisis del capitalismo actual”, analizó el dirigente peronista.
“La pandemia ha acelerado este debate”, apreció el dirigente de Montoneros, no obstante, “los poderosos siguen acumulando, pero la crisis está por ‘abajo’ y abarca al conjunto del sistema”.
Las reglas de juego del capitalismo tienen que ver cómo se despliega más, y “ese despliegue es lo que hemos vivido. La etapa final es la financiarización. Es esto lo que hay que acabar”, evaluó Perdía y agregó: “por eso las oportunidades son gigantescas”.
“La pandemia ha acelerado este debate”
Dos temas que están en el debate por estos días es el de la deuda y, por otro lado, qué se hace con las empresas que cierran y despiden trabajadores, o están viviendo de los créditos estatales para pagar salarios, aunque algunas han sido denunciados por utilizar los dineros públicos para especular con la subida del dólar paralelo.
Sobre la deuda externa, el referente de la OLP fue categórico al manifestar que “volver a pagar la deuda es volver a repetir lo mismo, aunque encontremos mecanismos para pagar menos. Estamos en la misma”, analizó.
Perdía examinó las distintas perspectivas en el campo nacional, pues “existe una contradicción entre el discurso productivista mientras le echamos más elementos al país del mundo financiero”. Pero alertó que “esto no es de ahora, viene de reglas anteriores que se vienen repitiendo”.
“Renegociar o reestructurar la deuda es volver a hacer lo mismo, para que dentro de cinco, seis, o diez años volvamos a vivir las mismas condiciones”, denunció el dirigente, por eso consideró que “este es el momento que se les puede decir que ‘no’. El tema de la deuda externa, el peronismo ya lo vivió antes. Lamentablemente, cuando llegamos a los puntos críticos volvemos para atrás”, se lamentó el dirigente de las OLP.
Hace algunos años “el Partido Justicialista, la CGT habían planteado el ‘no pago de la deuda externa’. Avanzamos bastante en la consciencia colectiva sobre esto, a tal punto que se lo declara en el Parlamento en el año 2001”, recordó Perdía. Pero consintió que esa memoria popular “hoy se lo usa para recordar que ahí no tenemos que volver más. Esa es la profunda derrota que hemos vivido”.
Perdía se interrogó acerca de “cómo un hecho que podía haberse transformado en la palanca de una situación futura distinta y poderos para cambiar las cosas, hoy está estigmatizada”. Y explicitó: “nos ha ganado la cultura del sistema financiero, la cultura del capitalismo, se ha instalado dentro de nosotros. Y cuando llegamos al punto crítico volvemos para atrás”.
Perdía reconoció que con la negociación del gobierno argentino con los fondos de inversión, “ahora volvemos a discutir los mismos bonos que en el año 2005 hasta la eternidad. Es una deuda eterna que la pagamos todos”, y propuso que “eso es lo que hay que cortar. Tenemos las posibilidades todavía, si ‘estamos en default hace meses’ –como dijo el presidente de la nación Alberto Fernández. Tenemos la oportunidad de decir que ‘no’”.
El otro tema es que los créditos que otorga el estado a las empresas para pagar salarios se transformen en acciones. “Eso significa introducir modificaciones en el manejo de las grandes empresas, darle poder a los trabajadores, para que éstos participen de la conducción de las empresas. Este trípode de trabajadores, estado y empresarios lo podrían decidir en la empresa. Ahí sí estamos cambiando las reglas de juego, fijando sus bases”, dilucidó el dirigente peronista.
“Yo no recuerdo desde la época en que uno tiene registro que haya pasado una cosa de este tipo: que simultáneamente en todo el mundo se haya desatado una situación de esta naturaleza” por efecto de una epidemia global, resaltó Perdía.
Para sumar elementos al análisis, el dirigente nacional apuntó una acosa llamativa: “la pandemia no está en el África, donde las condiciones de vida son de las peores del mundo, aunque está de un modo reducido”. Pero en el resto del mundo –salvo el continente Antártico donde residen pocas personas- “está absolutamente instalado, y ahora inclusive en nuestra Región. Y eso destruye vidas, no sólo economía, vida social, destruye a las personas. Qué vendrá después de esto es difícil de saber”, manifestó.
Todas las publicaciones, los textos, la experiencia de los pueblos era la misma, porque “esto estaba complicado, incluso con gobiernos de nuevo tipo dentro de este proceso de globalización que se había impuesto, como el propio Trump o Bolsonaro. Estaban cambiando las reglas de juego”, precisó.
Hay muchas dudas sobre el origen de la pandemia de coronavirus, “si tiene un origen de laboratorio o parte de la aglomeración entre los humanos y los animales, de esta cría masiva de animales en reclusión. No se sabe. Y si es de laboratorio, si es querido o no querido, una fuga de algo…Nadie los sabe”, aseveró Perdía.
“Qué vendrá después de esto es difícil de saber”
“Lo que sí está claro son los efectos de esto, y que mañana no tendrá las mismas tendencias que hoy. El primer efecto es que los que venían dominando el mundo, que venían concentrando (la riqueza), van a salir más fuertes que antes. Y los que estaban mal van a salir peor que antes”, anticipó el referente de las OLP
“Ese es el efecto inmediato que aparece”, sostuvo, aunque concedió que “no es la única tendencia en desarrollo”.
Sobre los ganadores y perdedores de una epidemia inédita, Perdía evaluó que “el sector informático moderno, todo el sistema de comunicación y cultura que se nos ha impuesto, los que están a la cabeza del poder económico, ha crecido notoriamente en estos 90 días”.
En cambio, por detrás de eso, “lo que está pasando ‘abajo’, basta con tomar cualquier noticiero, es la reducción de la vida humana de un modo impresionante”, estimó el dirigente peronista.
Hasta el día de hoy, se sabe que los efectos en los sectores de la población “hay menos muertes, no más, pero mayor miseria, mayor desolación, mayor distanciamiento de las personas, distanciamiento profundo entre las personas por efecto de la pandemia”, vislumbró.
El escenario inmediato está regido por la incertidumbre, porque “habrá que ver al final del proceso si la humanidad avanzó en algún aspecto o es puro retroceso”.
Hasta el día de hoy las respuestas de los gobiernos son diferentes, categorizadas a través de dos estrategias: “el enclaustramiento, bajo el nombre que le queramos poner, donde el gobierno argentino es una de las cabezas y, por otro lado, la apertura, de la cual el gobierno de Estados Unidos y el de Brasil son la otra manifestación”, comparó Perdía.
Pero el dirigente precisó que en términos de resultados sanitarios la diferencia es rotunda: “los países, los sectores del mundo que han cerrado su vida, su forma de contacto, han tenido mayor éxito en el tratamiento del tema. Es absolutamente claro”, destacó el referente.
Europa y Estados Unidos están haciendo una experiencia con la vuelta de la gente a las calles. Perdía se preguntó, “¿cómo terminará esto?” y, al mismo tiempo, se respondió que “es difícil saberlo. No sé qué efectos tendrá sobre la propia pandemia: si la curva de infectados seguirá bajando o si pegará un salto nuevamente y qué respuestas habrá. Para eso habrá que esperar algunos días para saberlo”, aclaró.
Por último, Perdía caracterizó las respuestas de algunos gobiernos ante la pandemia como “más ‘locas’, casi de caprichosos, como la de Trump o Bolsonaro” bajo “la lógica de mantener abierta la vida económica, es decir, lo han hecho de un modo ‘bárbaro’ y están pagando las consecuencias”. Por el contrario, la Argentina tiene “un sistema de contención producto de la historia del país, de la historia del peronismo: hay organización social, organización sindical, mecanismos de protección que de cierta manera le han dado sustento a la situación para que no sea tan dramática como ocurre entre otros pueblos”, concluyó.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari en Punto de Partida (Lunes a Viernes de 8 a 10).
- Redacción por Ariel Weinman.
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