El dirigente político y social Luis D’Elia, conversó con Radio Gráfica después de que se dispusiera su prisión domiciliaria. Tras atender su delicado estado de salud y comprobar que no se contagió de Coronavirus, D’Elia retornó a su hogar. En diálogo con Mario Sadras, conductor de Hay Che domingo relató su experiencia en el penal de Ezeiza, y reflexionó tanto sobre los desafíos que enfrenta el Gobierno Nacional como de las consecuencias que tendrá la pandemia en todo el mundo.
– Estamos contentos de hablar con vos. Contanos primero, porque a todo el mundo le preocupa y le ocupa, sobre tu estado de salud, tu estado personal.
Estuve cinco días internado con alta temperatura, con tratamiento para determinar si tenía Coronavirus. Yo estoy en el grupo de más alto riesgo. Tengo tres by-pass, soy diabético insulinodependiente y tengo sesenta y tres años. Finalmente el reactivo dio negativo, sí tenía una infección pulmonar fuerte. Ahora estoy cumpliendo la cuarentena con mucha rigurosidad.
– En una de las visitas que hicimos en el penal de Ezeiza, vos hablabas de que no era muy distinto el pabellón en el que estabas de lo que es tu barrio. También hablabas de los muchachos que te acompañaban allí en la reclusión durante esa prisión injusta que soportaste como preso político.
Estuve un año en el Pabellón B del Módulo 1, con cincuenta presos comunes. La verdad es que entre mi barrio, El Tambo, en Laferrere, y ese pabellón no había ninguna diferencia. Me llevé muy bien, entendí rápido de qué se trataba. Había mucha colaboración entre todos.
– Te vimos allí consustanciado, como en tu barrio, de las necesidades de los presos y de la injusticia de que, claramente, en las cárceles de nuestro país, están los más humildes, los más pobres, y que de alguna forma, ,como dice la canción de Patricio Rey, Todo preso es político.
En las cárceles argentinas están los pobres, los trabajadores, la clase media, pero los ricos no están. Por lo menos en condiciones comunes. Eso es porque tenemos un Poder Judicial en manos de la aristocracia oligárquica, que no tiene controles. El único es el Consejo de la Magistratura, donde es requisito ser abogado para integrarlo. Un doctor, un maestro, un obrero, un empleado, no podría ser miembro.
“El las cárceles argentinas están los pobres, los trabajadores, la clase media, pero los ricos no están”
– Hay una cuestión de sentido común y una perspectiva, una cosmovisión, ideológica para aquellos que tienen poder de decisión sobre la vida, la libertad, y el patrimonio de los ciudadanos.
Eso algún día se tendrá que democratizar. Por ahora es un poder faccioso de la república. Es uno de los tantos desafíos que tenemos por delante como pueblo argentino.
– No es que el Poder Judicial respondiera a un gobierno como el de, por ejemplo, Mauricio Macri. Sin embargo, aunque ya se fue, siguen ostentando los mismos tipos de presiones y tendencias, que responden al mismo poder económico al que respondía Macri. ¿Ves, no obstante esto, alguna modificación en tanto el carácter y las tendencias, a partir de la prisión domiciliaria otorgada a vos, al querido compañero Amado [Boudou]? ¿Es producto de las presiones de la sociedad?
Vos fijate que por estas horas la enorme presión que ejerce el Grupo Clarín contra la libertad transitoria que nos han dado. Sigue siendo prisión. Yo tengo una pulsera y no puedo salir ni a la vereda. El Grupo Clarín presiona en contra por la vía del lawfare, esa práctica detestable que no está tipificada en el Código Penal, lamentablemente.
– Hubo una expresión de una jueza en un cruce con [Horacio] Pietragalla [actual Secretario de Derechos Humanos de la Nación, n. del r.], en relación a que tomo esta posición como una presión. ¿Qué pasó ahí?
Pietragalla hizo lo que hace la secretaria de Derechos Humanos, interponer un recurso amicus curiae por escrito. Y esta señora, Sabrina Namer, se incomodó porque dijo que él la llamó por teléfono, cosa que es falsa. No hubo llamados. Yo estoy preso por un cabe de la Embajada de Estados Unidos, el cable 1.222 de Wikileaks en el punto 4-C. En él se revela que la ex embajadora de Estados Unidos, Vilma del Socorro Martínez, le pidió a Macri mi detención y se lo informa al Departamento de Estado en Washington. Si uno busca el currículum de la jueza Namer en Google, se entera que acaba de hacer allí un curso de capacitación con todos los gastos pagos entre Panamá y Miami. ¿Se entiende? En los tiempos del Plan Cóndor llevaban a los generales a la Escuela de las Américas. Ahora llevan a los jueces, es un desastre.
“Con determinados intereses no se negocia, se los conduce a patadas en el culo. Si uno cree que se puede negociar, se equivoca”
– ¿Cómo suponés que deben ser las medidas de gobierno, en medio de esta renegociación feroz de la deuda externa, donde no sabemos quiénes son los deudores, pero sí sabemos que dentro de los tenedores de bonos están operadores periodísticos como el Grupo Clarín? ¿Hay que salir con los tapones de punta? ¿Cuáles son las posibilidades del gobierno en base a su masa crítica y a esta coalición electoral con la que llegó al gobierno? ¿Cómo avizorás la salida de esto?
Hoy a nivel mundial está fuertemente cuestionado el modelo anarco-capitalista-neoliberal-conservador, que no solamente cuestiona a los estados, sino que impone un modelo de acumulación financiera horroroso, donde el 1% de la humanidad tiene más riqueza que el 99% restante. Entonces hay que ver el papel de los ricos, cómo se limita el accionar de los bancos privados, de esta casta superior del imperio que son los fondos buitres como el cartel Blackrock, Fidelity, toda esa lacra inmunda que es un pequeño grupo de tipos que concentra el poder financiero. Clarín no es operador de ellos, es tenedor de bonos de la deuda argentina. Por lo tanto, con determinados intereses no se negocia, se los conduce a patadas en el culo. Si uno cree que se puede negociar, se equivoca.
– ¿Hay una masa crítica para salir a bancar esta pregunta?
La masa crítica se construye. Cuando Néstor [Kirchner] asumió como presidente, pasó a retiro a cincuenta y cuatro oficiales superiores de las Fuerzas Armadas que comulgaban con el consenso de Washington. Los echó a la calle. Y en la elección había sacado el 22% de los votos, había perdido ante [Carlos Saúl] Menem. El poder lo construyó dándole señales potentes a la sociedad. Cuando se ve que vas a fondo te empiezan a seguir.
– Había una leyenda, a ver si me la podés confirmar, de ese momento, que decía que cuando estaba por asumir Néstor, Duhalde le planteó dar un indulto definitivo a los genocidas y Kirchner dijo que no, que iba a asumir sin poder, que le dejara dar esa medida, y que se empezó a distanciar de Duhalde en el momento en que plantea la inconstitucionalidad de la Ley de Obediencia debida y la de Punto Final, sentándolos en el banquillo de los acusados. ¿Fue así?
-Desde el primer día Kirchner les sacó todos los cargos. Te voy a dar una perlita. Buena parte, unos ocho años, de los gobiernos de Néstor y Cristina [Fernández de Kirchner], el Secretario General del Ejército, número dos de los generales Roberto Bendini y César Milani, fue Enrique “El Pollo” Núñez, primo hermano mío. Los servicios nunca lo pudieron detectar. Un día Cristina me llamó y me preguntó si tenía un primo que era teniente coronel. Le contesté que sí, y le expliqué que vengo de una familia de gallegos republicanos y anarquistas, y mi tío, un viejo militante del Partido Comunista. Terminamos comiendo con Carlos Parrilli en la casa de mi primo, y así fue como él paso de teniente coronel a general de división.
– Eso habla también de las decisiones políticas dentro de las fuerzas armadas, que como el Poder Judicial, no son neutrales, y que deben someterse a la voluntad del pueblo. Si no, se convierten en poderes fácticos.
Pero además uno llega para mandar o para que lo manden. Y eso Néstor lo tenía claro. Estaba para lo primero, te gustara o no.
– Ese poder del Estado, lo estamos reconstruyendo y va a ser vital para esta post-crisis que estamos viviendo. ¿Cómo avizorás los tiempos por venir?
De mucho cuestionamiento al modelo hegemónico. Al poder de los ricos, el sector financiero, los paraísos fiscales, los buitres, no la Argentina sino la humanidad le tiene que poner límite.
Veníamos en un tipo de realidad que parecía incuestionable, y frente a esta crisis, clara en sus expresiones, hay que replantearnos un montón de cosas. No obstante, los medios y ciertos gobiernos, como los de [Jair] Bolsonaro o [Donald] Trump, están insistiendo en que el camino correcta era ese, la normalidad a la que muchos aspiran volver, pero a la que no tendríamos que regresar porque esa realidad de mierda nos trajo hasta acá.
Era un desastre. Ellos ruedan para atrás, se equivocan. Los gringos tienen cuarenta y dos mil muertos. ¿Cuántos perdieron en Vietnam? ¿Cincuenta mil?
– En diez años perdieron casi la misma cantidad que la que perdieron en dos meses acá. Yo no sé si la comunidad norteamericana, si los pueblos, consumen hacia el interior el mismo razonamiento que nosotros.
Un gobernador de allá, fue a comprar insumos a China. [Henry] Kissinger, el arquitecto del imperio de los últimos cincuenta años, dijo en el Wall Street journal y lo reprodujo Pagina/12 la semana pasada, que este es el fin de la hegemonía norteamericana. Ángela Merkel por su parte, dijo en la televisión alemana, que esto recién empieza, con catorce mil muertos en su país.
– Esta misma noticia la dan los medios cartelizados de la Argentina, y después salen a romper las pelotas tipos como [Miguel Ángel] Pichetto y otros descerebrados, con que están aburridos de la cuarentena, y Techint sale a tratar de torcer el barzo.
La derecha va a quedar aislada y está ahorcada por su propio discurso. No hay que engancharse ahí. Lo que sí tenemos que debatir hacia adentro, es que queremos ir a fondo con los cambios. Yo puse un programa político en joda en la web. Dije que nadie en la Argentina puede tener más de dos millones de dólares contantes y sonantes, que nadie puede tener más de mil quinientos de metros cubiertos de propiedad, que nadie puede tener más de dos mil hectáreas, que nadie puede intervenir en más de tres sociedades.
“La derecha va a quedar aislada y está ahorcada por su propio discurso”
– Quisimos tocar tres puntos en las retenciones y se armó un quilombo bárbaro. Se le pide a los bancos que den crédito blando y pasa lo mismo. Vamos a tener que salir con los tapones de punta…
El impuesto a las fortunas es una cuestión permanente. ¿Debe seguir la existencia de dinero físico? Hoy todo el norte de Europa, prácticamente tiene toda la economía digitalizada. Yo tengo una hija que vive en Estonia, que me cuenta que no sabe lo que es un billete hace cuatro años. Además, ese sistema te permite blanquear toda la economía. Se viene un desafío enorme de cara al futuro y hay que tener la valentía para enfrentarlo.
– ¿Y vos pensás que en esta coalición electoral que se está constituyendo en una coalición de gobierno las tensiones internas pueden llevarnos a una cohesión para dar la batalla tremenda que vendrá en el futuro?
Ojalá. Pero cuando veo en medio de este quilombo lo veo a [Sergio] Massa que se va a hablar con Bolsonaro, se me ponen los pelos de punta. Por la calentura que se generó, parece que lo hizo a espaldas de Alberto y de Cristina.
– De alguna manera, era uno de los riesgos de esta coalición.
Tampoco están las cartas echadas, siempre hay que estar atentos a la unidad para no terminar pegándonos un tiro en la pata. Pero se sabe para dónde se caen algunos muchachos.
– Contános cómo son tus días, Luis.
-Me levanto. Camino, dentro de la casa, siete mil pasos, tomo mis remedios, leo, veo cine, hablo con mi familia.
– ¿Qué ves, qué te gusta?
De todo, no tengo una preferencia.
– ¿Te abarrotás con noticieros, con información, o sos selectivo?
A ratos leo la información. Me gusta sobre todo ver los noticieros internacionales. Lo importante es ver lo que pasa en el mundo.
– ¿Cómo imaginás este mundo por venir? China, ciento cincuenta años después de las Guerras del opio y de haber sido desplazada por Gran Bretaña, aparece de nuevo en el planeta como un factor de poder del que nunca debió haber desaparecido. Eso genera un ruido que repercute en la guerra comercial entre ellos y Estados Unidos, lo cual es lógico.
Creo que va a haber nuevas hegemonías. Juntemos una serie de episodios. Primero esta lucha que mencionás. Después transcurren los meses y hay ejercicios militares conjuntos de China, Rusia e Irán. Luego mataron al general Qasem Soleimani. Hubo una réplica militar iraní contra Estados Unidos en Irak y en Siria. Más tarde empezó la pandemia en China. Todos estos episodios, que no tienen ninguna conexión entre sí, aparentemente, nos llevan a preguntarnos si la pandemia fue creada por el hombre o por la mutación animal. Si se trata de lo primero, ¿con qué fines se creó? ¿Controlar el crecimiento de la población mundial, en línea con la tendencia filosófica de los malthusianos? ¿Inventar una vacuna para hacer un formidable negocio? ¿Remplazar la guerra convencional prolongada por la guerra bacteriológica? En parte se trata de todo esto.
MG/GF/RG
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