El aislamiento social, preventivo y obligatorio, decretado por el gobierno nacional el 20 de marzo, ha tenido un fuerte impacto en los trabajadores y trabajadoras de la economía popular. La imposibilidad de salir a trabajar en la vía pública ha generado un aumento en la asistencia a comedores comunitarios y la necesidad de que muchos trabajadores del sector deban circular por las calles de los barrios para asistir a quienes son población de riesgo.
Por Ramiro Coelho*
El secretario general de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), Esteban Gringo Castro, y la referente de UTEP Capital, Marina Joski, describieron la situación y detallaron cuáles con los pedidos que están realizando a los gobiernos nacionales y porteños.
Desde el comienzo de la pandemia, el gobierno nacional ha implementado rápidamente medidas de aislamiento preventivo intentando anticiparse a una posible proliferación del coronavirus en nuestro país. Las medidas han afectado de manera sustancial a los trabajadores de la economía popular, quienes dependen de los ingresos que generan cada día, mayoritariamente en la vía pública.
“La situación genera mucha preocupación y mucha inquietud. Si bien no se puede hablar de ningún tipo de desborde, la preocupación por el alimento es seria”, afirmó Castro.
Castro: “Lo que necesitamos es el doble de raciones, que es lo que se está discutiendo con el Gobierno y que parece que estaría por resolverse”.
Dicha situación ha generado un importante aumento en la demanda de alimentos en los más de ocho mil comedores comunitarios que gestionan los movimientos populares en todo el país. Pero también ha intensificado la labor de quienes asisten a la población en situación de riesgo debiendo desplazarse por las calles.
Según el Gringo Castro “lo que necesitamos es el doble de raciones, que es lo que se está discutiendo con el Gobierno y que parece que estaría por resolverse”. Respecto del clima que se vive en los barrios más populares el referente de la UTEP explicó que “la situación genera mucha preocupación y mucha inquietud. Si bien no se puede hablar de ningún tipo de desborde, la preocupación por el alimento es seria“.
LA NECESIDAD DE TRASLADARSE PARA ATENDER A LOS MAS VULNERABLES
En segundo término el dirigente señaló que “es importante que para esos compañeros que están encargados de ir de un merendero a otro, ver cómo está la situación y llevar los alimentos que el salvo conducto esté bien claro para las fuerzas de seguridad, porque ya han habido situaciones de compañeros que estaban trabajando con nosotros”.
De esta manera hacía mención a la detención del día de ayer de Brian Agustín Regules, militante del Movimiento Evita y trabajador del Merendero “El Futuro es Nuestro” del barrio, acusado de violar la cuarentena.
AMPLIAR LA COBERTURA DEL BONO ANUNCIADO POR EL GOBIERNO
En coincidencia con el Gringo Castro, Marina Joski, referente de la UTEP Capital e integrante del Movimiento Popular La Dignidad, sostuvo que “es necesario tener en cuenta a la gran cantidad de trabajadores trabajadoras cuentapropistas que no tienen un salario social complementario desde donde partir y que no se pueden ver beneficiados por el bono”.
Según los dirigentes de la UTEP es necesario ampliar las asignaciones del Estado a cerca de tres millones de personas que viven de su trabajo diario en situación de precariedad laboral y hoy en día no perciben ingresos debido a los efectos de la pandemia.
ARTICULAR CON EL ESTADO EN LOS BARRIOS
En relación a la atención sanitaria en los barrios populares de la Ciudad Joski explicó: “ Es necesario que los trabajadores y trabajadoras de las cuadrillas estén en condiciones de bioseguridad para dejar limpias las villas de la Ciudad”. De esta manera, la referente del Movimiento Popular La Dignidad, mencionaba el trabajo de articulación que están realizando con el Gobierno de la Ciudad para garantizar la seguridad sanitaria de los barrios, a quien le reclamó aumentar la distribución de elementos de limpieza y desinfección a las familias. Problemática que se agrava debido a las condiciones de hacinamiento en que viven la mayoría de los habitantes de las Villas de la Ciudad autónoma de Buenos Aires.
(*) Columnista Abramos la Boca (lunes a viernes de 16 a 18 hs)
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