Tras la reunión del presidente Alberto Fernández con representantes de organismos de Derechos Humanos, Adrián Albor, abogado defensor de Luis D’Elía, se refirió a la situación de los presos políticos en la Argentina en el aire de Radio Gráfica.
En diálogo con La Señal, Albor sostuvo que “no se puede negar que resulta doloroso que se usen eufemismos para bajarle el precio a una situación que es muy grave. A partir del 10 de diciembre de 2019 los treinta y cinco presos políticos que hay en la República Argentina son presos políticos del nuevo gobierno. Hay que explicar qué es lo que se está haciendo, se llame como se llame la situación. Si me preguntan a mí son presos políticos porque son personas que están presas por ser políticas. Alberto Fernández habló de detenciones arbitrarias y uno acompañó. No se trataba de hacer como Mauricio Macri que prometió una cosa e hizo otra. Si son prisiones arbitrarias son ilegales, encerrados por procesos amañados y ridículos. Por lo tanto hay que empezar a promover la destitución de los jueces que dictaron esas prisiones ilegales“.
El entrevistado también se refirió al caso de Milagro Sala, sobre el cual afirmó que “al habérsele concedido la prisión domiciliaria se hace algo menos cruel que la celda con barras, pero sigue siendo una detención ilegal. Mientras tanto tenemos a [Sergio] Varisco, intendente de Paraná, el narcointendente PRO y a la narcodiputada Aída Ayala, del mismo partido, en libertad. Para corregir esto hay que apelar a mecanismos constitucionales, por ejemplo poner a funcionar al Consejo de la Magistratura. Hay gente que es una verguenza que siga siendo juez, como Claudio Bonadío o Jorge Urso. Son cuestiones que uno nunca se explica”.
“Si son prisiones arbitrarias son ilegales, encerrados por procesos amañados y ridículos”
Finalmente, Albor informó que “Luis D’Elía parece estar un poco mejor respecto a la última vez que lo ví. En aquella ocasión no lo reconocí por lo demacrado que estaba. Ahora, tal vez por las ilusiones que despierta el nuevo gobierno, se lo ve mejorado, pero eso no quiere decir que esté bien. Él es diabético insulinodependiente y paciente coronario. Hace poco le negaron la excarcelación. Nuestro planteo era que la sentencia no estaba firme y que habiendo pasado un tiempo prudencial, pero la Sala III de la Cámara de Casación dijo que la sentencia estaba fime pese a que todavía hay un recurso de amparo presentado ante la Corte Suprema. Es increíble. Si no se echa a esta gente por complicidad con Macri al menos hay que echarlos por burros“.
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