El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº1 condenó a 16 años de prisión a Ricardo Ayala, oficial de la ex Policía Metropolitana, por haber baleado tras una discusión a Lucas Cabello, que logró sobrevivir al brutal ataque y llevar al agresor ante la justicia. Carolina Vila, madre del joven, habló con Radio Gráfica y celebró la condena que sienta un precedente positivo en la lucha contra el gatillo fácil: “Lo logramos entre todos, fue una victoria colectiva”.
“Estuve leyendo el fallo bien detenidamente y más allá de la condena, también investigarán a quienes encubrieron, y en esa lista entran Montenegro (ex ministro de Seguridad porteño) y Vidal, (vice jefa de Gobierno en ese entonces)” adelantó Carolina en Desde el Barrio. De esta manera, la sentencia determinó que sean investigadas las responsabilidades políticas en el intento de encubrimiento del delito que cometió Ayala en noviembre de 2015. La actual gobernadora, aseguró que el oficial había intervenido en un caso de violencia de género, pero la evidencia en el juicio, la desmintió, y por el contrario, condenó al agente por tentativa de homicidio agravado.
“La defensa no tenía herramientas, fue muy evidente y hubo muchos testigos, la prueba principal es que me hijo esta con vida”
Lucas y su familia, durante todas las audiencias del juicio, contaron con el acompañamiento de madres víctimas de violencia institucional, organismos de derechos humanos, amigos, vecinos y organizaciones del barrio de La Boca, que los contuvieron ante las provocaciones por parte de Ayala: “tuvimos que masticar bronca, tenerlo tan cerca con esa mirada irónica y sonriendo, tuvo esa actitud de buscar el roce, de reírse“ sostuvo Carolina, y agregó: “nos dimos cuenta de que no era solamente él, lo que él hizo empezó con la familia, porque seguramente se ha criado de una manera que no es como nosotros criamos a los pibes del barrio”.
“Teníamos fe de que las cosas iban a salir bien, pero también estábamos preparados para lo peor porque muchas veces la justicia no funciona como uno espera”
Carolina, además, explicó que su hijo se encuentra en rehabilitación a la espera de pequeñas mejoras en su estado de salud, gravemente afectada tras el ataque: “la lesión medular es muy alta, y le compromete las piernas y manos, que no puede mover, pero estamos trabajando con muchas ganas. Con el amor y la fe hemos logrado muchas cosas, así que nos vamos a seguir aferrando a eso”. Para cerrar, agradeció el acompañamiento del barrio de La Boca y sostuvo: “vamos a seguir peleando para que de a uno, vayan cayendo todos. Necesitábamos esta condena que es ejemplar para que los milicos no sientan que se la van a llevar tan de arriba, como mamás, vamos a pelear hasta encerrarlos”.
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