La politóloga y docente Mariana Vázquez, autora del libro “El MERCOSUR. Una geografía en disputa”, analizó en el aire de Radio Gráfica la relación entre el organismo supranacional y la realidad política regional.
En diálogo con Vamos al Frente Vázquez sostuvo que “el proyecto de integración está en disputa. La etapa de los gobiernos populares finalizó con los cambios políticos, por vía electoral o de golpe de estado. Pero de todas formas se puede pensar el MERCOSUR y la integración en una perspectiva de más largo plazo viendo cuestiones estructurales, condicionamientos externos, poderes fácticos que inciden sobre las políticas de integración o su ausencia. Ahí aparece la idea de disputa, que en realidad nace con el proceso de la colonización, mucho antes del MERCOSUR, y la inserción dependiente y periférica de los países latinoamericanos y del Caribe en el mundo“.
La entrevistada también señaló que “un proceso como el MERCOSUR está casi determinado por los proceso políticos de cada país, que no se pueden leer por separado. La disputa no es moderada, son proyectos antagónicos gobiernos como los de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner o el de Mauricio Macri, o que haya proyectos populares elegidos democráticamente o que haya gobiernos nacidos de golpes de estado, como los que vinieron en Brasil y Paraguay. Estos proyectos de derecha dinamitan la integración. Incluso la etapa actual es mucho más brutalmente anti integración que la de los ’90, que construyó una institucionalidad de la integración neoliberal, funcional a un modelo de exclusión que criticamos, pero sin la vocación balcanizadora sobreideologizada en extremo de estos gobiernos de derecha“.
Finalmente Vázquez evaluó respecto a la situación regional presente que “la idea de disputa no es azarosa. Da cuenta de que no hay un destino determinado. Esto nos da un margen para ver cuál es el futuro no tan lejano de nusetra región. Cuando se plantea que estamos ante una ‘primavera’ como la del mundo árabe, está claro que el proceso de unidad en un sentido autonómico, no solo por la situación del MERCOSUR sino fundamentalmente por la UNASUR que se construyó en la década pasada, es contradictorio con los intereses de los Estados Unidos en una región que tiene los recursos estratégicos claves del siglo XXI. Aparte del petróleo y el litio están el agua o la posesión de la Antártida para dar un par de ejemplos. Con estos datos, pensar que hay un intento desestabilizador en nuestra región para apropiarse de nuestros recursos no es conspirativo, es real“.
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