Bolivia: Dentro del capitalismo no hay salida

En análisis sobre lo que sucede en la región, comentó que “todos los movimientos sociales de nuestra región se siguen moviendo dentro de los parámetros del capitalismo. Hasta que la revolución no este planteada desde un cambio de sistema, donde las personas no estén pendientes de cosas relacionadas con bienes de consumo directos, sino derechos adquiridos y no queres que eso se pierda. Ahí creo que va a ser diferente”.

“Yo creo que mientras en nuestra región las prioridades estén relacionadas con el consumo de bienes, nos va a costar muchísimo cambiar esa secuencia de gobiernos neoliberales que sean democráticos o militares, puestos por las corporaciones, que empobrecen la sociedad. Nos sorprendemos que un gobierno neoliberal llegue al gobierno  para hacer borrón y cuenta nueva, como paso en nuestro país y ahora en Bolivia aunque sea por un golpe de Estado. Los procesos progresistas se embarcan en este tipo de contexto donde el techo, es el mismo sistema económico. Es por ello que pueden aparecer otras personas que prometan manejar mejor la economía. Así fue lo que hizo Macri en el 2015 diciendo que iban a manejar mejor la economía y lograr pobreza cero. Mucha gente puedo ser engañada, en su buena fe, porque parte de las prioridades del progresismo también seguían ancladas en elementos relacionados a un sistema, que de una manera u otra, necesita que sigan existiendo los pobres. El socialismo del siglo XXI es capitalismo con un Estado fuerte. ” afirmó. 

Las corporaciones y Trump

“Tenemos que tener en cuenta que la era Donald Trump nos retrotrae a muchas situaciones que nos está costando mucho trabajo dimensionar. Estamos en una situación en donde el año que viene se realizan las elecciones en los Estados Unidos. El fracaso, tras fracaso del  actual presidente hizo que Oriente Medio y Asia, sobre todo, pongan un énfasis sobre América Latina. Ante esto es que las oligarquías y los grupos de poder, los representantes de las corporaciones, han perdido el pudor para decir cosas que debería darles vergüenza”.

Y continuó diciendo: “Vemos el componente racista que hay en Bolivia y el nivel de violencia que eso genera. La estrategia por parte de los gobiernos y de las corporaciones, que hoy tienen más poder que los propios gobiernos, es  utilizar al racismo como un motor. El fin de todo esto es conseguir aquello que no pueden en sus territorios. Conocemos los recursos de gas, de litio y la cantidad de riquezas que tiene Bolivia y las demás naciones de las américas. Ellos saben muy bien que si hay un componente racista en Bolivia, lo que van a utilizar para dividir y poner un gobierno que los beneficie. Si lo pensamos no es una estrategia distinta a la que utilizaron con los grupos terroristas en Oriente Medio donde aprovechaban grupos radicalizados islámicos y los empezaron a financiar dándole armas y elementos para que pudieran generar situaciones violentas en cada uno de los países y desestabilizar a los gobiernos. Creo que vemos cada vez más lo que está sucediendo en términos de esa estrategia”.

El rol de los medios de comunicación

Salgado remarcó el papel fundamental de los medios “En Bolivia compatriotas y colegas periodistas están tratando de ver cómo hacen para salir del país, porque no están dadas las condiciones de seguridad para que ellos puedan seguir trabajando. Y estoy hablado de los canales comerciales. En ese mismo contexto Argentina no se hace cargo de que lo que está pasando en ese país es un golpe de estado. Esto da cuenta de la situación que estamos viviendo y genera una confusión bastante grande con la gente que está mal informada”.

“Existen representantes de ciertos sectores políticos que instalan noticias falsas, que no es algo nuevo. Hoy las llamamos fake news, pero decir mentiras a través de los medios de comunicación no es de ahora. Pero también dicen verdades, generando que aquellos que están afuera de la realidad boliviana, no puedan tener una dimensión real de lo que está pasando. Se encuentran allí medios internacionales para registrar lo que está pasando como por ejemplo las movilizaciones a favor de Evo Morales. Estos grupos están desesperados porque eso no se cuente y es ahí donde llega el trabajo de esa sociedad civil, o las fuerzas vestidas de civil, a increpar a los periodistas. A un colega de un medio ruso mientras estaba haciendo un reporte, apareció un muchacho que le hacía señas y lo empujaba para que no pudiera terminar su trabajo. Este hombre se ponía un casco de obrero haciendo que el representaba a la clase obrera. Pero si uno presta atención ese casco estaba absolutamente blanco, por lo que había sido comprado ese mismo dia”.

El periodista habló sobre cómo utilizan el foquismo: “Algunos analistas llaman asi a la preparación, a través de alguna agencia de noticias, de una situación determinada y contarla hasta el infinito. Entonces basta con un grupo de diez personas gritando consignas en contra de Evo para hacer creer, a una gran parte del mundo,que esa gente tiene una representatividad social. Las estrategias son muchas y el trabajo,de los que trabajamos en medios no corporativos, es demasiado grande”.

Condiciones para el golpe

“Yo creo que es una historia de traiciones lo que pasó en Bolivia y es por eso que no se pudieron tomar todos los recaudos. Evo creyó en su visión de país y confió en las fuerzas armadas. Pero hay que decir que las mayores traiciones siempre vienen de los funcionarios  que permanecen durante un tiempo largo, trabajando como embajadores, agregados militares en los EEUU, sea en las embajadas de los propios países latinoamericanos o en las Naciones Unidas. Sumado a esto Morales, no tenía demasiados aliados en sudamérica. Pensemos que ni siquiera podía salir sin una hoja de ruta adecuado que preservara su seguridad. Entonces a quien realmente podría haberle pedido ayuda en este contexto. Recien ahora nos damos dimensión de las guardias de autodefensa civiles bolivarianas. Nivel de organización que no existía en ese país y que son clave en este momento”.

Papel decisivo de la renuncia 

El periodista analizó la renuncia de Evo y lo que ello significa “Cuando renunció el presidente de Bolivia, me quedó una sensación parecida con lo que paso con Fernando Lugo en Paraguay. Recordemos que en el golpe del 2002 a Hugo Chávez, lo que parió toda la situación era si Chávez había renunciado o no. Los golpistas decían que si, pero algunos medios de comunicación popular, que tenían acceso a la información, confirmaban que no lo había hecho. Esa llama de la “no renuncia”, fue la que mantuvo viva la resistencia del golpe. Para la gente que se estaba manifestando a favor de Evo, cuando sale con su renuncia por la paz y en pos de frenar las muertes, debió ser un desconcierto bastante importante. Ahora que han pasado algunos días, las organización popular, sus reivindicaciones y derechos, hacen que estén dispuestos a dar lo que haga falta para no perderlos. Cuando vemos las estadísticas antes y después del gobierno de Evo, la balanza comercial, el PIB, los índices de salud y educación, hace pensar que es casi imposible que Evo no haya ganado las elecciones, sin embargo parece haber sido la excusa para todo esto” finalizó.

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