“A la botinera se la pone en un lugar malo, en un lugar feo. El objetivo es sacarla de ese lugar”. Así resumió la locutora y periodista María Fernanda Rey el objetivo de su libro ‘El partido de ellas. Historias de botineras‘, en el cual cuenta la historia de diversas esposas de futbolistas, incluso la suya propia, en busca de analizar otro aspecto poco observado del mundo del fútbol.
Podriamos comenzar el artículo diciendo que es la mujer de Héctor Bracamonte, figura de Boca Juniors y el fútbol ruso. No es secundario a la historia, pero tampoco central. En el centro de la escena está ella y su vida. Las vidas de tantas compañeras de futbolistas profesionales. Las llamadas Botineras. ¿Es lo mismo ser botinera de una mega estrella que un fútbolista que busca el porvenir de los suyos muy lejos de casa en diversas condiciones? María Fernanda Rey presentó El Partido de Ellas, un intenso compilado de historias de botineras. Con todas las letras. Para reir y llorar. Sobre todo, para pensar qué, sin ellas – las botineras – no habría espectáculo dentro del verde césped.
Entrevistada por Carlos Aira en Abrí la Cancha, María Fernanda vinculó su decisión de escribir el libro con la eclosión feminista que vive la Argentina. “Soy feminista desde que tengo memoria sin saber que lo era, sin poner un título a lo que me pasaba. Tuve un muy buen padre pero muy machista. Siempre me peleé mucho, desde el amor, por distintas actitudes de él. Tanto las botineras a las que les hice los reportajes como yo tenemos vividas las historias. El feminismo nos dio la bibliografía, la teoría, una respuesta a nuestra pregunta de por qué sentíamos determinadas cosas“.
Camino sacrificado
Acompañada por su esposo, el ex jugador Héctor Bracamonte, Rey explió que “se deja todo. La carrera profesional, los estudios. Yo soy traductora de inglés, pero pude ejercer poco. Cuando nos conocimos con Héctor yo había empezado a estudiar Letras, mi segunda carrera, pero dejé la carrera porque nos fuimos a vivir a España. Después fuimos a vivir a Rusia durante nueve años, y en parte perdí la carrera de traductora porque me dediqué a sobrevivir, a estudiar ruso. Había que estudiar el idioma, adaptarse al nuevo contexto. Incluso estuvimos en Chechenia, una zona con guerra de guerrillas, aunque siento que no la viví porque las mujeres no vivíamos en Grozni, la capital de Chechenia“.
hay una frustración que viene después, porque nosotras quedamos adentro de casa cumpliendo las tareas que ellos no pueden cumplir, que en especial son de cuidado y limpieza de la casa. Somos de casa. Y después ves que tu marido trasciende, que es famoso, conocido, y que se está realizando profesionalmente, mientras a vos te va tapando el polvo. Vos seguís encerrada con los chicos. Y ellos y tu esposo son lo que más querés en el mundo pero te falta algo siempre.
Reinvindicar el término ‘botinera’
Para la entrevistada “el término tiene una connotación negativa. Habla de la mujer que está con el futbolista solo por el dinero y su fama, no por amor. Eligió a ese futbolista como podría haber elegido a cualquier otro. Por supuesto que mi relación con Héctor no es así. Lo que sostengo es que más allá de que puede haber chicas con sus maridos por esos motivos, la realidad es que más allá de que puede haber algunos casos la realidad es que no son la mayoría. Porque ¿cómo se mantiene una relación de muchos años con alguien que no querés? Más allá de que después te guste un estándar de vida alta o no. Si una deja todo es porque se enamoró de la otra persona por lo que es, no por su dinero, su fama o su carrera“.
Luego agrego que “sí hay una frustración que viene después, porque nosotras quedamos adentro de casa cumpliendo las tareas que ellos no pueden cumplir, que en especial son de cuidado y limpieza de la casa. Somos de casa. Y después ves que tu marido trasciende, que es famoso, conocido, y que se está realizando profesionalmente, mientras a vos te va tapando el polvo. Vos seguís encerrada con los chicos. Y ellos y tu esposo son lo que más querés en el mundo pero te falta algo siempre. Para cuando termina la carrera del futbolista una tiene alrededor de cuarenta años y está totalmente desconectada del mercado laboral por mucho estudio que tenga. Entonces la situación del país te condena a seguir quedándote con tus hijos y lavar los pisos. El día después del fútbolista es difícil, pero una vez retirados al menos tienen un nombre del cual agarrarse“.
Cuestiones de contexto
Consultada por Carlos Aira, Rey se refirió luego al marco general en el que se inscribe la práctica del fútbol al sostener que “todos sabemos lo que es el patriarcado. El fútbol viene siendo el último bastión que le queda. Al menos en nuestro país, construye la masculinidad. Hay cosas que se heredan de padre, hombre, a hijo, como la camiseta. Está en el ADN del latinoamericano o al menos del rioplatense. El hombre cambia de barrio, mujer o de auto, pero no de camiseta. Los deportes surgen como una forma de canalizar ciertos instintos y de prepararse para la guerra. Tenemos un montón de situaciones bélicas dentro de un campo de fútbol. La arenga de la hinchada, o la de los propios jugadores. Son dos facciones contrincantes que pelean por un objetivo, hay una cuestión guerrera. En la cancha el hombre puede expresar todos sus sentimientos, su bronca, todo lo que no puede hacer en su casa. Llorar, emocionarse. Lo que el macho típico no hace fuera de ella“.
Historias, dinero y sencillez
Otro punto de reflexión fue la supuesta competencia entre botineras. Al respecto Rey contó que “no hay competencia, o en todo caso no pasa por ser botinera o no, pasa por la condición humana. Nosotros somos muy sencillos. Tenemos un nivel de vida normal, no ostentamos. Tal vez hay competencia por dinero y yo no lo noté. Hay historias de dinero en el libro, pero sobre qué le pasa al futbolista cuando deja de trabajar, o cuando está en la B y no le pagan, y la botinera no puede trabajar porque están un determinado tiempo en un lugar y después se vuelven a mudar. Hay muchos futbolistas que no solo mantienen a su esposa e hijos sino también a padres, hermanos, tíos, primos”.
Al mismo tiempo “bancarse las frustraciones del futbolista es tu trabajo también. Estamos tan inmersas en el mundo de ellos que no puede no afectarte, sobre toco cuando no hay hijos que cuidar. El futbolista se frustra si se lesiona, si no lo ponen, si alguien le pelea el puesto, y obviamente si no cobra porque es su único sostén. Para el futbolista es más que laboral, es su futuro, el futuro de su familia. Terminan condicionando su felicidad a su desempeño en la cancha“.
La vida de la Botinera es una vida de renuncias. Se renuncia a lo propio para que el otro cumpla sus sueños. De ahí viene la frustración. Estás en un lugar que no buscaste, que se te dió, y que seguramente volverías a hacer, al menos en mi caso
Pares y compañeras
Ante la pregunta de una oyente acerca de si es posible salir de la frustración Rey respondió que “sí, yo lo logré, también lo hizo Pequi Muschetti, la esposa de Walter Silvani, que además escribió el prólogo de mi libro. En la mayoría de los casos pasa o cuando ellos terminan su carrera o cuando se establecen durante mucho tiempo en un lugar. Fue el caso por ejemplo de Paula de la Fuente, la esposa de Javier Zanetti. No haberse mudado la ayudó. Otra chica pudo tener una bodega porque estuvieron mucho en un mismo lugar y pudo estudiar enología. También pasa que estamos como en una jaula de oro. Está la frustración pero también está la comodidad, o el no saber cómo salir. También existe la ayuda entre botineras. Pasa por el tiempo de carrera y el tiempo en el que estuviste en ese lugar. Cuando llega una nueva lo esperable es que se la ayude. Se forma un ‘ghetto’ entre nosotras porque no tenemos a nadie. No tenemos a nuestra madre para que nos cuide a los chicos mientras vamos a depilarnos, o no tenemos a nuestras amigas para que nos ayuden a buscar jardín de infantes para los chicos”.
Pensamientos finales
La invitada concluyó caracterizando al tema como “una vida de renuncias. Se renuncia a lo propio para que el otro cumpla sus sueños. De ahí viene la frustración. Estás en un lugar que no buscaste, que se te dió, y que seguramente volverías a hacer, al menos en mi caso. Quizás haría otras cosas de manera diferente. Otras que me contaron sus historias terminaron separándose. Es importante sentirse acompañada en lo que una siente. A nosotras nos han criado con la idea de que la mujer se realiza con el amor romántico y los hijos. Hoy sabemos que no es así. Por eso la frustración, porque el amor es importante pero no lo es todo. Entonces les recomendaría a las chicas que se escuchen en la voz de otras, que a todas nos pasa lo mismo, y que traten de trascenderlo”.
MG/GF/RG
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