Tita Mattiussi es un símbolo de Racing. Una vida dedicada al club. El periodista Marcelo Izquierdo escribió un libro fantástico: “Tita, 100 años de la Madre de la Academia“. La vida de Elena Margarita Mattiussi. En diálogo con Carlos Aira, en Abrí la Cancha, contó la historia de la mujer que nació en la cancha y fue parte de la vida de la Academia en sus ocho décadas de vida.
“Hace años escribí Carceleros, un libro dedicado a General Lamadrid, el club de mi barrio. Como vivo pensando en Racing, creía necesario escribir sobre mi pasión por la Academia. Lo primero que se me ocurrió fue Tita. Averiguando sobre ella descubrí que el 19 de noviembre próximo cumpliría 100 años. Ese fue el disparador: tenía que investigar y escribir un libro sobre su vida“.
“Fue un trabajo de investigación grande y profundo. Me llamó la atención que nació y vivió toda su vida debajo de las tribunas de los dos estadios que tuvo Racing. Es una carta de presentación increíble. Tiempos en donde la gente podía nacer en una cancha”.
“Tita fue la persona más importante en la historia de Racing. Más que Juan Carlos Cárdenas, Coco Basile o Diego Milito. Mucho más importante que cualquier jugador o dirigente. Esa mujer no sólo nació debajo de la tribuna. Sino que comenzó a gatear y hablar en esa casa. Cuentan los testimonios de aquellos jugadores del heptacampeonato, que la primera palabra que dijo Tita no fue Mamá o Papá; fué Racing”.
Tita vivió para Racing. Se enamoró de Racing y sufrió en Racing
“Tita vivió para Racing. Se enamoró de Racing y sufrió en Racing. Primero fue hija; luego hermana y finalmente madre de todos los jugadores. Fue testigo de la historia del club durante casi ochenta años, viviendo debajo de la tribuna. Por eso digo que Tita Mattiussi fue la figura más importante en la historia del club”.
“Sus padres fueron inmigrantes italianos que llegaron a Avellaneda en 1913. César fue canchero; Ida, lavandera. Si bien existía el hospital Fiorito, no tenía sala de maternidad. Ellos habían tenido dos hijos que fallecieron muy chiquitos. Decidieron tener a Elena en su casa, una humilde casilla de madera que en 1907 fue vestuario del club. Tita fue la única persona que nació en la cancha de Racing“.
Tita tuvo un amor. Fue el rosarino Alfredo Díaz, defensor de Racing a fines de los treinta. Estuvo profundamente enamorada. También sufrió mucho el desengaño
“Tita no se fue de Racing ni cuando se construyó el Cilindro porque la vieja casilla quedó lejos de la demolición. El presidente de aquellos días le ofreció un departamento confortable en el centro de Avellaneda. Ella no quiso irse. Fue testigo diario de la construcción del Cilindro. Tita se fue de allí sólo para morirse. Una verdadera lástima porque fue en una fría sala del hospital Fiorito. Una sala fría pintada de blanco, sin franjas celestes en la pared“
“Tita tuvo un amor. Fue el rosarino Alfredo Díaz, defensor de Racing a fines de los treinta. Estuvo profundamente enamorada. También sufrió mucho el desengaño. Díaz era un galán muy mujeriego, lo que terminó casando a Tita. Para peor, su prima hermana – una hermana de la vida – terminó casándose con el hermano de Alfredo Díaz”.
“Hay un reportaje alucinante de la Revista Racing en 1945. Tenía apenas 25 años y el mundo Racing estaba preocupado porque Tita no se casaba. La revista la interpela con una nota titulada: “La novia, sin novio, no quiere quedarse para vestir santos“. La nota es de un machismo propio de la época. Tita dijo: “Yo no me voy a casar hasta que Racing no salga campeón”. Esa nota termina diciendo: “Hay que alentar para salir campeones para que Tita se casé“.
Tita tuvo devoción por sus animales. Era un personaje de Fellini. Llegó a tener cabritos, una conejera, gallinas, quince perros, gatos y el caballo Cecilio, su mascota amada. Todos estos animales vivían en cancha de Racing.
“Tuvo otras historias. En el libro las trato con mucho respeto pero no fueron formales. Tita fue muy feliz. Sobre todo en 1967, cuando Racing fue campeón del mundo y los jugadores le demostraron todo el amor cuando le pagaron el viaje a Escocia. Ella se sintió parte de la delegación. Tita era una más del plantel. También del equipo campeón de la Supercopa 1988″
“Tita tuvo devoción por sus animales. Era un personaje de Fellini. Llegó a tener cabritos, una conejera, gallinas, quince perros, gatos y el caballo Cecilio, su mascota amada. Todos estos animales vivían en cancha de Racing. Un zoológico. El caballo Cecilio entraba a su casa a pedir pan. Incluso abría las puertas de la casa de la pensión de inferiores y los chicos tenían que darle un pedazo de pan duro. Cuando se murió Cecilio, lo terminaron enterrando en el actual playón de la cancha, en aquellos días de tierra”
“Tita se merece mucho más. Las nuevas generaciones creen que es un predio. Tita es la madre de Racing. Somos un club que tiene el orgullo de tener madre. Otros clubes tuvieron a La Raulito o la Gorda Matosas. Pero eran hinchas. Tita, no sólo era hincha fanática: ella fue el bien más preciado de Racing por décadas. Por eso las nuevas generaciones de racinguistas tienen que saber quien fue Elena Margarita Mattiussi“.
CA/GF/RG
Discusión acerca de esta noticia