Argentina subcampeón mundial de basquetbol en el Mundial China 2019. Un resultado histórico para el deporte nacional. Hugo Lencina es uno de los pocos periodistas que transitó el crecimiento y desarrollo de la Liga Nacional de Basquetbol desde sus comienzos. En Abrí la Cancha lo convocaron para analizar la historia y comprender el presente de nuestro basquetbol.
“Este presente se comprende conociendo el génesis de la Liga Nacional“; expresó Lencina, quién comentó el albor de la Liga: “Siempre se dice que el padre creador fue León Najnudel, quién tuvo el emprendimiento de hacer una competencia nacional de clubes cuando sólo existían los campeonatos argentinos provinciales. Pero la idea original perteneció a un hombre llamado José María Caballero. Alguien que desapareció, nunca se supo más nada de su vida. Fue él quién metió a Najnudel en la cabeza la necesidad de una Liga Nacional. Caballero no tenía la enjundia y personalidad de León. Por eso fue Najnudel, junto a Osvaldo Orcasitas – secretario de Redacción de El Gráfico – los pilares de la discusión y debate. Año 1984-85. A partir de la creación de una competencia nacional, federal y abarcativa, nuestro básquetbol creció exponencialmente“.
“El basquetbol siempre fue un deporte federal. Nuestros clubes crecieron a través de los ferrocarriles. La cancha de basquetbol era centro de reunión social porque allí se realizaban bailes y kermesses. Por eso, en 1957 un periodista llamado Salustiano González bautizó al Campeonato Nacional de Basquetbol como El Más Argentino de los Campeonatos“; explicó Lencina.
“El éxito de la Liga Nacional fue arrollador. Vinieron extranjeros y los jugadores argentinos saltando etapas. Una cosa fue de la mano de otra porque la Liga Nacional siempre estuvo mejor organizada que la Confederación“, sentenció el periodista.
“El basquetbol argentino siempre careció de altura. Nuestro biotipo es promedio a nivel mundial pero tuvimos mala suerte con los hombres de gran estatura, como el Gigante González (2,29) o Hernán Montenegro (2,07), que pudo ser lo que quiso y eligió otro tipo de vida y no llegó a todo lo que debió llegar. En otro momento se reemplazó con un sistema de transición lenta. Oveja Hernández aplicó otro sistema: aplicar mucha velocidad. La velocidad la tenés con un jugador como Facundo Campazzo que es vértigo con talento. Le dio al equipo otra forma de jugar. Luis Scola, a los 39 años, cambió su juego. Se dio cuenta que no puede jugar más de espaldas al tablero y se entrenó específicamente para jugar frente al canasto. Se preparó a conciencia con gimnasio, entrenador y preparador físico propio”
“España fue muy inteligente: puso cuatro hombres a Luis Scola que no le dejaron ingresar a la llave. También pusieron candado a Campazzo. Pero el secreto de la final estuvo en el primer cuarto. Si los tres intentos de tres puntos de Scola y Campasso hubieran entrado, el partido hubiera sido otro“, analizó Hugo Lencina.
Consultado sobre la polémica frase “subcampeón, el primero de los fracasados“; el experimentado periodista marplatense analizó: “Hay una frase clara: los estúpidos que opinan son peligrosos. Hay gente con mala formación cultural futbolera. No porque el fútbol sea malo, sino porque cree que lo único que sirve es ganar. No es así. Jugás contra el otro, y si es superior, hay que felicitarlo. Los jugadores argentinos no rompieron sillas, saludaron al árbitro y sus rivales. España jugó un partido ideal de la misma forma que Argentina hizo lo mismo ante Serbia y Francia”.
Finalmente, Hugo Lencina tuvo palabras elogiosas hacia Luis Scola: “Tiene un mensaje muy grande. La gente no lo sabe, pero Scola no sólo se preparó a conciencia para éste Mundial, sino también armó y donó gimnasios de basquetbol en Santiago del Estero, Catamarca y Formosa fomentando el deporte”.
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