A cinco años del trágico siniestro de Iron Mountain, que se cobró la vida de 10 rescatistas. Un “incendio a pedido”, como lo definió el abogado de los familiares de las víctimas fatales, Javier Moral. En el depósito que se siniestró en el barrio de Barracas guardaban su información bancos y financieras de primera línea en el país, como el HSBC, el Banco Patagonia o el JP MORGAN, Merryll Liynch y el Grupo Estrada; todos sospechados e investigados por lavado de dinero. Esas entidades “perdieron” la mayoría de sus cajas donde almacenaban información sensible y, casualmente, sin otra copia.
Otros datos que se perdieron pertenecían a empresas de la familia Macri, como PAGO FÁCIL o el Banco Interfinanzas CREDITANSTALT. También documentación de las empresas en las que había trabajado el ex-director de la Agencia Gubernamental de Control, como grupo CENCOSUD y BANCO VELOX, Juan José Gómez Centurión .
Radio Gráfica estuvo presente en la misa en memoria de las víctimas a cinco años del incendio, y dialogó con Miriam “Mimi” Albornoz, mamá de Sebastián Campos, bombero voluntario del Cuartel Vuelta de Rocha del barrio de La Boca, quien perdió la vida aquel 5 de febrero del 2014.
En el aire de Punto de Partida, Miriam sentenció: “Esto no fue un accidente, esto no fue una tragedia. Esto fue un asesinato, esto fue a pedido para desaparecer todos los papeles del lavado de dinero. Necesitaban hacer desaparecer columnas de cajas, y así lo hicieron. Nada más que acá ‘se les fue la mano’, y diez chicos perdieron la vida. Es el modus operandi de Iron Mountain. Iron Mountain trabaja así: a sus clientes les promete la contención, el guardado y la desaparición de los archivos”.
Indignada la mamá de Sebastián recordó que “el año pasado el gobierno de la Ciudad volvió a contratar a esta empresa, después de lo que ha hecho”, y agregó: “esta empresa sigue operando con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.
“Acá no hubo ninguna tragedia, de eso no hay duda. Una tragedia es lo que te pasa, y un ‘asesinato culposo’, es cuando no tenes intención de matar. Pero si vos prendés fuego un depósito que desborda de papeles, que desborda la cantidad que se puede tener, muchas más toneladas de las que debería guardar. Sin agua no funcionaba nada, los tanques vacíos, tenés que prevenir al que se acerca porque puede morir. Y acá mataron a diez. Iron Mountain y la Ciudad”, sostuvo Albornoz.
Consultada sobre la posibilidad de que los familiares vuelvan a ser parte de la querella contra la empresa, Miriam recordó que “en mayo del 2018 la Cámara del Crimen, la Sala Sexta, nos quitó del medio, por la plata; entonces nos niega la posibilidad de ser querellantes”; no obstante, Albornoz remarcó que “jurisprudencialmente tenemos un antecedente que es el de la tragedia de LAPA, que actuó con la misma impunidad que Iron Mountain, quien corrió a pagar (las indemnizaciones) a los dos días para después sacarnos de la querella; y con LAPA hicieron lo mismo pero no pudieron. Ahora estamos esperando a Casación, a que estos jueces se dignen a darnos día y hora” de la apelación. “Tenemos sala, tenemos jueces designados, pero no tenemos día ni hora, y Casación no se decide. Hoy estamos afuera de la querella”.
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