Esta semana, el gobierno anunció la rebaja de entre el 15 y 30 por ciento en diez cortes de carne vacuna populares. Serán 6.000 toneladas de carne mensuales, que se van a poder conseguir en supermercados y frigoríficos. Las carnicerías, en cambio, quedaron fuera de este acuerdo. El entrevistado opinó: “Me parece bien que se preocupen porque la carne esté más barata, pero que sea general para todos y no para un sector”.
Este mercado “se maneja por oferta y demanda, si entró una buena cantidad, se mantiene el precio, si mermaron en la cantidad, aumenta. Pero la suba que hubo en ese momento, desde fines de octubre, de 114 a 160 pesos, no lo puede bancar nadie”. “El problema nació porque en el mercado de hacienda en pie subieron los precios una barbaridad”, sumó.
Los cortes de carne acordados con las grandes cadenas, son los que se “venden acá”. Los que “no pueden vender al mundo”, explicó.
Es decir que “lo que queda, lo que no se exporta, son los cortes que salen ahora” en rebaja. “Todo el mundo quiere exportar porque vale, pero (estos cortes) tendrían que valer la mitad. Sino, exporten todo y pongan esos cortes a dos pesos en las carnicerías”, señaló.
“Dicen que la exportación no es tanta”, pero “si fuera la exportación, que no exporten y que le den de comer a los argentinos, porque después tenemos que comprar mercadería para darle de comer a los argentinos que la pagamos el doble y generamos inflación”, advirtió.
“A los grupos económicos algún día hay que ponerles fin, porque no se puede vivir así. Algún día alguien tiene que ponerle ‘los cascabeles al gato’ porque no se puede vivir así mientras un grupo sale y aumenta la carne un 30%”, subrayó.
“Nosotros no ganamos a precios internacionales, un jubilado con 18 mil pesos no puede comprar un kilo de carne, por favor. A los argentinos hay que darles de comer”.
Para el caso de las carnicerías, explicó: “Nosotros ya recibimos con un número puesto, con una boleta que dice cuánto vale, y le ponemos un margen. Pero el precio ya sale desde antes”.
La medida deja al sector de las carnicerías de barrio en desventaja contra los supermercados y frigoríficos porque “el mercado te pone el sábado o un domingo la oferta esta y te arranca toda la gente. Hay una ventaja, una competencia desleal”, precisó.
Otra problemática que enfrentan las carnicerías de barrio son los aumentos en los alquileres y servicios. “Muchas de ellas debieron cerrar porque no podían renovar el contrato. Los alquileres, la luz, los costos son muy grandes hoy”, sumó Williams.
Con respecto a la intervención del Estado dado el aumento sideral que vienen teniendo los precios de los alimentos en el último año, Williams especificó que “tiene que estar siempre. Recuerdo en el 2006, el presidente Néstor Kirchner cerró la exportación porque se le iba el precio de la carne”.
“Yo no digo que se tienen que cerrar por cerrar, pero si no se puede abastecer el mercado interno, tendremos que cerrar. ¿Qué vamos a comprar? ¿Qué le vamos a dar de comer a la gente? Para eso tiene que estar un gobierno, más un gobierno popular y peronista”, expresó.
Por último, Williams vaticinó que se vendrán más aumentos: “Va a aumentar todo, ya anunciaron que a fines de febrero vuelve a aumentar la nafta, entonces ya le están diciendo que suban (los precios) para esa fecha o no entreguen mercadería, porque ya tenés otra suba”.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10hs)
- Redacción por Carolina Ocampo
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