En la Escuela Primaria 14 “Ernesto Padilla”, de Caballito, 37 alumnos y alumnas sufrieron intoxicación luego de almorzar comida contaminada. Así lo confirmó en Radio Gráfica Laura Balimer, integrante de la cooperadora escolar, quien trajo calma al asegurar que “la mayoría de los chicos y chicas se encuentran recuperados” de su afección.
En comunicación con Mauro Cavallin y Camila Hernández Benítez en Abramos la Boca, relató que “las chicas y chicos el martes 10 de marzo almorzaron, como lo hacen habitualmente en el comedor de la escuela, lo que figuraba en el menú que baja el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ese martes era tortilla de verdura, ellos lo llaman así pero en realidad es un medallón precongelado de verdura de los que se ven habitualmente en los supermercados, con arroz con manteca y queso y de postre un helado de agua. El almuerzo transcurrió normalmente, hasta que algunos chicos y chicas comenzaron con dolor de cabeza”. Posteriormente “algunos tuvieron que ser retirados antes por algunos dolores de cabeza pero a nadie le llamó la atencion porque es habitual que, en una escuela de 240 pibes y pibas, a alguno le duela la cabeza”.
Recién, según relató Balimer, “el miércoles 11 a la mañana empezamos a ver que en los grupos de whatsapp de cada grado había varias familias que comentaban que su hija o hijo estaba descompuesto, que había estado vomitando, que tenia diarrea. Entonces hicimos un relevamiento y llegamos a la conclusión de que algo había pasado. Hicimos un listado, nos comunicamos con la conducción de la escuela y ellos también se habían dado cuenta porque había varios chicos que estaban descompuestos en ese momento en la escuela”.
Respecto a quien se encarga de la alimentación de los alumnos, aclaró que “el servicio de comedor, en las escuelas del Gobierno de la Ciudad, es un servicio pago. Es decir que la comida se está pagando. Se contrata un concesionario que tiene muchas escuelas a su cargo, esta escuela es la empresa Lamerich S.A”, la cual provee a muchas escuelas porteñas. Asimismo explicó que la empresa concesionaria se maneja a través de un “sistema de becas al cual se accede haciendo un engorroso trámite online y, según los ingresos de las familia,s se obtiene una beca al 100%, al 50% o se paga la totalidad del servicio de comedor”.
“En los grupos de whatsapp había varias familias que comentaban que su hija o hijo estaba descompuesto, que había estado vomitando, que tenia diarrea”
Esta semana, tanto la cooperativa como la dirección de la institución realizaron la denuncia sobre este hecho a las autoridades. “Se llamó a la supervisión, se hizo la denuncia. Ya el mismo dia miércoles vino una empresa de auditoría contratada por la misma empresa que da el servicio. Lo que nos parece totalmente irregular, dan el servicio del comedor y a la vez se autocontrolan. A partir de eso empezamos a hacer la denuncia correspondiente, hicimos la denuncia en el ANMAT – Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica- y este se comunicó con las familias y la escuela. A su vez la escuela elevó la denuncia a su supervisión y tuvimos una reunión con todas las partes involucradas” comentó Laura.
La integrante de la cooperadora escolar visibilizió que “el Gobierno de la Ciudad primero no dijo nada, recien el jueves 12 aparecieron los responsables. El primer movimiento fue echarle la culpa a la escuela, decir que debe ser el agua o que deben ser las mesas, pensar que podía ser otra cosa. Lo que pasa es que hay un jardin que está a unas 20 cuadras de la escuela que está en la misma situación, con más de treinta chicos con trastornos estomacales. Y hoy (por jueves) recibimos la información, que ya está en los medios, de que hay una escuela en palermo que tiene 50 chicos con los mismos síntomas y otra más en Liniers que tiene chicos con los mismos síntomas. Todas escuelas que reciben el servicio de comedor del mismo concesionario, que comieron lo mismo, el mismo dia y que tienen los mismos síntomas”.
“El mismo miércoles vino una empresa de auditoría contratada por la misma empresa que da el servicio”
La entrevistada lamentó que “en la Capital Federal, que es el distrito más rico del país, los pibes y las pibas hace años comen cada vez peor” debido a “los recortes en los comedores que se sienten año tras año. Dentro de todo, la escuela donde van mis chicos es en caballito y tiene cocina propia. Pero hay escuelas que reciben viandas simplemente, que no tienen cocina donde la situación es infinitamente peor que en una de caballito”.
“Ningún pibe o piba que va a la escuela a educarse, a crecer, a divertirse, a relacionarse socialmente con sus pares, tiene que volver a su casa enfermo por comer un medallón en mal estado”, se quejó la madre de un estudiante de esa escuela, a la vez que mencionó que en la Legislatura de la Ciudad “se intentó hacer un pedido de informe sobre tablas, pero Cambiemos no dio lugar al pedido”.
“En la Capital Federal, que es el distrito más rico del país, los pibes y las pibas hace años coman cada vez peor”
Laura se apartó del lugar de referente de la cooperadora y expresó que, como mamá, “ví el recorte, ví las modificaciones pero me parece que lo que nunca se tiene en cuenta que lo que están comiendo, nenas y nenes que estan comiendo solos y solas. No están con la mamá, el papá o la abuela al lado explicándoles lo bueno de comer acelga, lo hermoso de comer lentejas y que hace bien. Entonces ¿cuál es el objetivo? que coman bien pero sobretodo que coman”.
Por último, Balimer recordó que “cuando el año pasado sacaron la carne del pastel de papas para pusieron lentejas, adivinen qué pasaba con ese plato: no lo comía nadie. Falta una mirada sobre los niños y las niñas, como es que se comportan. Si realmente queremos educar, cómo es el slogan del Gobierno de la Ciudad, se tienen que plantear los comedores de otra manera. Tenés que poner un maestro celador que coma con los chicos y trabajar sobre ese contenido. No largar un plato que los chicos no aceptan porque sino se acostumbran a no comer”.
JM/MM/RG
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