La FAO, la OMS y UNICEF, junto a otros organismos de las Naciones Unidas, hicieron públicas las preocupaciones en cuanto a la situación agroalimentaria en la República Argentina. De acuerdo con el panorama de la seguridad alimentaria y nutricional 2019, un 32% de la población argentina se encuentra en una situación de inseguridad alimentaria moderada o grave.
Carlos Carballo, ingeniero agrónomo y coordinador de la cátedra libre de Soberanía Alimentaria de la Facultad de Agronomía de la UBA, señaló en Radio Gráfica que “la problemática alimentaria y nutricional tiene poco que ver con la disponibilidad y la producción de alimentos”.
“Batimos récords de exportación mientras crece la malnutrición y la desnutrición”, explicó. “O somos solidarios y hacemos una distribución equitativa de los alimentos o habrá países que pisarán más fuerte y quedarán otros más desprotegidos”, reflexionó.
En este mundo siguen ganando los codiciosos y en este contexto epidemiológico la desigualdad se está agudizando cada vez más. Tanto es así que en el país hay tres situaciones alimentarias básicas, según planteó el agrónomo:
- Alrededor del 40% de la población, mantiene una dieta basada en arroz fideos y polenta, gracias al apoyo solidario, colectas o campañas de donaciones
- En contraste, la otra parte de la población puede acceder a una dieta completa
- Y, un porcentaje muy pequeño puede tener el privilegio de adquirir, mediante una buena dieta, los nutrientes necesarios.
Son numerosos los desafíos que vienen por delante para el pueblo, y la crisis no ha ayudado en un país con el 42% de las personas en situación de pobreza, y un sueldo, para quienes trabajan en relación de dependencia, que alcanzaba en promedio los $32.159 por mes al finalizar el 2020.
“Para el 95% de la población urbana, por más energía que pongan en apuntalar la agricultura familiar, si nosotros no controlamos a los grandes formadores de precios, es una batalla perdida”, sostuvo Carballo.
El ingeniero agrónomo también agregó que “somos un país que no importa alimentos básicos, nos autoabastecemos de la producción nacional”. En ese sentido somos un país privilegiado, planteó, entonces, la problemática alimentaria tiene poco que ver con la disponibilidad de recursos, sino que es un problema de políticas públicas.
La solución planteada para este problema son medidas urgentes para mejorar la situación de los sectores que no pueden comer. Es decir, los precios de los alimentos tienen que bajar, pero aún así la alimentación seguirá siendo cara, dado que nuestros ingresos son bajos en comparación al 2019.
Finalmente, Carlos Carballo, afirmó que “la prioridad es mejorar la asistencia alimentaria básica en todos los sectores del país y no hay discusión con eso. Las empresas no van a generar trabajo, la tendencia es aumentar a la población descartable, sobrevivir con proyectos concretos que sean de mediano y largo plazo”.
- Entrevista realizada por Vivian Elem en En qué nos parecemos (sábado, de 13 a 14hs)
- Redacción de Victoria Díaz Fuentefría
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