El eje de Occidente en medio de una disputa descomunal. Los políticos empleados de las grandes compañías batallan en simultáneo, contra los BRICS + y contra Trump. Los emplazamientos internos en el Reino Unido y los Estados Unidos reniegan de sus pueblos en favor de las compañías financieras y armamentísticas. Los británicos, al frente del belicismo pro ucraniano.
Por Gabriel Fernández *
Por estas horas, representantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), de la Unión Europea (UE), de la Comisión Europea (CE) y del Consejo Europeo (CE), están reunidos en Londres para, al amparo de la City y bajo la conducción de sus máximas referencias económicas, adoptar las medidas adecuadas para evitar que la paz se extienda y damnifique sus beneficios, que el modelo productivo de los BRICS + se asiente y desarrolle, y que los Estados Unidos, necesitados de impulsar una complicada re industrialización, promuevan un desarme ucraniano y arrastren vastas zonas del Viejo Continente en esa dirección.
LA CITY. La City londinense ha sido equiparada al Vaticano y a Wall Street pues, aunque no es un Estado propiamente dicho, contiene una excentricidad administrativa que presta poca atención a las instrucciones del gobierno central, del Parlamento y, bastante grave, de la Justicia británica. En realidad, los analistas más perspicaces señalan que el proceso es inverso y esta milla (2,6 kilómetros cuadrados) auto centrada influye sobre esas y otras instituciones. Hasta cuenta con su policía y con una suerte de intendente (Lord Major) que recorre el mundo proclamando las virtudes del libre comercio.
En realidad, se trata del paraíso fiscal más grande del planeta.
La City está ubicada en el centro de Londres. Allí viven unas 10 mil personas y cada día entran a trabajar 350.000, más del 80% empleadas en el sector financiero. Hace tiempo superó a la región parasitaria de Nueva York. Cada tanto, aparecen manifestantes ante la Catedral de St Paul; denuncian la avaricia de los financistas. Como tantos luchadores en el mundo hacen saber que el poder político, de hecho, lo tienen las grandes empresas.
Sin embargo, son escasos los empresarios realmente importantes que habitan allí. Sus mansiones están ubicadas en parajes inaccesibles y controlados por una seguridad a medida. Las instrucciones llegan a las gerencias mediante los elementos que ofrecen las nuevas tecnologías. Algunos concurren a Davos, otros a los cónclaves del Club Bilderberg -se ha puesto de moda decir que esos dos centros del capitalismo rentístico carecen de poder e importancia, lo cual no es cierto-, pero siempre que pueden evitan el contacto directo, envían sus decisiones a la distancia e interactúan tecnológicamente.
Este párrafo merece ser tomado en cuenta pues son varias las confusiones propias de la idealización que merecen despejarse. Una de ellas es que toda persona que tiene grandes casas y autos de alta gama es parte del poder centralizado. Nada de eso. Luego, que siempre hay alguien más detrás de las grandes corporaciones, donde radica el misterio del orden planetario. Tampoco. Detrás de las megaempresas financieras, están las megaempresas financieras. No hay marcianos, como hemos apuntado oportunamente.
Sin demasiados arabescos, la BBC señala que “Es un centro de negocios más que un sitio donde vive la gente”. En su momento, mediante un diseño institucional adelantado a su tiempo, la City jugó un importante papel histórico destinado a limitar y orientar a la monarquía. Sus particularidades son “inmemoriales”, aunque hay quien asegura que datan de Guillermo el Conquistador, normando que se hizo con el trono de Inglaterra en 1066. Desde entonces, la City ha disfrutado de una serie de privilegios que se acrecentaron periódicamente.
Como indica el historiador y militante Maurice Glasman, “están fuera del alcance de la ley”; “La City actúa como un Estado dentro del Estado”. Al lector le interesará descubrir que Glasman ha creado el Blue Labour, una vertiente interna del Partido Laborista (PL) que cuestiona el progresismo y se proclama industrialista. Como si eso fuera poco, este referente fue el único dirigente de ese espacio político que asistió a la reciente investidura de Donald Trump. Lo invitó especialmente el ahora vicepresidente, JD Vance, con quien ha trabado amistad.
Según Tom Nairn, filósofo y periodista escocés, la apuesta por convertir la City en un centro financiero llegó con la caída definitiva del Imperio británico. Audaz, apuntó que “Cada vez menos competitiva en el marco de la nueva economía mundial, la élite gobernante buscó compensar su pérdida del control del mercado mundial del dinero construyendo un centro financiero en el corazón de Londres”. “Una parte de la capital de Inglaterra fue en efecto convertida en un paraíso fiscal del capitalismo internacional, con una considerable independencia del menguante capitalismo nacional”. Nairn, promotor de una nueva izquierda y de la independencia escocesa, fue hostigado hasta su muerte, apenas dos años atrás.
LOS PROTAGONISTAS. Ahora bien, ¿Cuáles son las empresas que operan con epicentro en la City? La pregunta no es antojadiza, pues de su respuesta surge el conocimiento parcial de los titiriteros de aquellos políticos europeos que actualmente debaten allí.
La City alberga firmas como Barclays PLC, HSBC Holdings plc y Lloyds Banking Group plc. Otras empresas importantes son Barclays Bank PLC (Barclays), British Petroleum PLC (BP), AIG Europe Ltd., Deutsche Bank AG London Branch y Lloyd’s of London. Hay bastante más y vamos a recorrer sus nombres y sus contenidos.
Al igual que en otras ediciones de esta secuencia, este redactor intenta identificar a quienes denomina habitualmente grandes corporaciones.
Aldermore Group plc. Aldermore Group plc es un banco con sede en el Reino Unido que ofrece servicios de banca personal y empresarial. La empresa se fundó en 2007, tras ser adquirida por Resolution Trust Corporation (RTC) a NS&I Life Assurance Society plc. Opera desde Londres, Birmingham, Leeds, Glasgow, Liverpool y Manchester. En 2017 contaba con unos activos totales de 19.000 millones de libras esterlinas y más de 13 millones de clientes.
Anglo American plc. Anglo American plc es una empresa minera y metalúrgica que opera en Sudáfrica, Estados Unidos, Brasil, Chile, Australia entre otros países. Es una de las mayores compañías mineras del mundo. Tiene su sede en la City de Londres y oficinas en todo el mundo.
Ashtead Group plc. Es una multinacional británica de servicios inmobiliarios con sede en Londres, Inglaterra. Ashtead está especializada en servicios de gestión e inversión inmobiliaria para particulares, empresas e instituciones, incluidos propietarios y ocupantes de inmuebles, bancos, compañías de seguros y fondos de pensiones. La empresa ofrece una gama de servicios tales como gestión de activos, soluciones de externalización (como gestión de instalaciones), gestión de proyectos (incluida la promoción inmobiliaria), servicios de arrendamiento.
Ashmore Group plc. Se trata de una gestora de inversiones. La empresa fue fundada en 1968 y tiene su sede en Londres. Ashmore Group plc opera como filial de Ashmore Investment Management Ltd., que actúa como sociedad matriz de sus filiales. La empresa presta servicios de gestión de inversiones a inversores institucionales y particulares con grandes patrimonios a través de cuentas separadas, fondos de inversión y otros vehículos de inversión colectiva en una serie de clases de activos como bonos, acciones, materias primas y divisas.
Associated British Foods plc. Associated British Foods plc es una multinacional británica de transformación y distribución de alimentos. Opera en el Reino Unido, Europa, África y Norteamérica y emplea a más de 60.000 personas en todo el mundo. A 28 de diciembre de 2017 tenía una capitalización bursátil de 13.000 millones de libras. La corporación se creó en 1929 cuando George Weston Limited (fabricante de Primula) se fusionó con United Biscuits Limited (fabricante de Jaffa Cakes) para formar Associated Biscuits Limited. En 1958, la empresa cambió su nombre por el de Associated British Foods al fusionarse con G M Balfour & Co Ltd (productores de Bird’s Custard Powder), Ryvita Ltd y Twinnings & Co Ltd (productores de Twinings Tea). En 1970, adquirió el fabricante estadounidense de confitería ITT Sheraton a International Telephone & Telegraph Corporation por 27 millones de dólares (12 millones de libras).
AstraZeneca plc. AstraZeneca plc es una multinacional farmacéutica y biofarmacéutica británico-sueca con sede en Londres, Reino Unido. Es la tercera empresa farmacéutica del mundo por ingresos (después de Johnson & Johnson y Pfizer) y la mayor empresa biotecnológica por capitalización bursátil. Cotiza principalmente en la Bolsa de Londres y forma parte del índice FTSE 100. En 2015, operaba en más de 90 países y su sede central se encontraba en Hounslow, al oeste de Londres. AstraZeneca ha desarrollado más de 300 nuevos medicamentos desde el año 2000 en diversas áreas, como el tratamiento del cáncer (inmuno-oncología), enfermedades cardiovasculares (inhibidores de PCSK9) y neurociencia/psiquiatría (trastorno bipolar).
BAe Systems plc. BAe Systems plc es una multinacional británica de defensa, seguridad y aeroespacial. Opera en los ámbitos aéreo, terrestre y marítimo, así como en el espacial. En 2015 era el cuarto mayor contratista de defensa del mundo por ingresos de defensa y estaba entre las 30 mayores empresas británicas por ingresos. Como las demás, también tiene su sede en Londres, donde se encuentra su oficina ejecutiva principal; otras oficinas importantes incluyen Farnborough (Reino Unido), Washington D.C., Arlington County Virginia EE.UU., Ottawa Canadá y Melbourne Australia.
Barclays plc. Barclays plc es una multinacional británica de servicios bancarios y financieros con sede en Londres. Es un banco universal que opera en banca minorista, mayorista y de inversión, así como en gestión de patrimonios, préstamos hipotecarios y tarjetas de crédito. Cuenta con más de 7.500 sucursales en 60 países y territorios de África, Asia, Europa, Norteamérica y Sudamérica. Barclays emplea aproximadamente a 130.000 personas, aunque esta cifra varía debido a sus numerosas adquisiciones a lo largo de los años; cotiza tanto en la Bolsa de Nueva York (BARC) como en la de Londres (BCS). Barclays tiene dos estatus principales: cotiza en bolsa para los inversores de EE.UU. con el símbolo BCS desde 1971; cotiza en bolsa privada para los inversores de fuera de EE.UU. con el símbolo BARC desde 1998.
BG Group plc. BG Group plc es una multinacional británica del petróleo y el gas con sede en Londres. Opera en más de 70 países y se dedica principalmente a la producción de gas natural y gas natural licuado (GNL) en todo el mundo. Opera en cuatro segmentos: GNL, transporte y almacenamiento de gas, exploración y producción de petróleo y condensados; energías renovables; productos químicos; servicios petrolíferos; operaciones en terminales de GLP; actividades comerciales de crudo y productos, LGN y condensados (incluidos productos petroquímicos), así como otras actividades de apoyo a sus negocios upstream. La empresa fue fundada por Sir Marc Rich el 15 de diciembre de 1976, cuando fusionó sus dos empresas con la tercera filial británica de Shell – Shell Gas Limited – para crear BG Group plc. Más tarde, en 2007, vendió la mayoría de las acciones a Royal Dutch Shell por 5.000 millones de libras, pero conservó una participación del 11%, que aún posee. Sus actividades incluyen la exploración y producción, el refinado y la comercialización, la generación de energía y el comercio.
BHP Billiton Ltd. (Australia). BHP Billiton es una multinacional anglo-australiana de la minería, los metales y el petróleo con sede en Melbourne, Australia, y en Londres. Se constituyó el 30 de noviembre de 2001 mediante la fusión de BHP y Billiton plc. Es la mayor empresa minera del mundo por ingresos en 2013 y el mayor productor mundial de mineral de hierro y carbón. Las principales áreas de negocio de BHP Billiton son el petróleo (exploración y producción de petróleo), el cobre, el mineral de manganeso, el mineral de níquel y la producción de carbón; la producción de mineral de hierro; la fundición de aluminio y algunos negocios relacionados, como los servicios petrolíferos para plataformas de perforación en tierra y plataformas marinas, que son operados por Saipem SpA bajo contrato con BHP Billiton Oil & Gas (BOG).
Estas son algunas de las corporaciones que han crecido en base a la renta y los beneficios especiales de los Estados, a los cuales penetraron y forzaron a trasladar recursos originados en otras zonas de sus sociedades. Por eso, el primer ministro británico Keir Starmer es el anfitrión de la dirigencia política europea que se encuentra atada al control de la OTAN. El Reino Unido, por así llamar a estos conglomerados, observa que su principal ariete, los Estados Unidos, está siguiendo un sendero inadecuado.
De allí el acelerado respaldo ofrecido desde la UE al presidente ucraniano Volodímir Zelensky, después de su fortísima discusión con Trump y Vance. Los referentes políticos del Viejo Continente, cuyo poder electoral va cayendo progresivamente, no ligan con el interés geoeconómico profundo de sus pueblos y regiones, sino con las necesidades de las empresas concentradas. Esa es la clave de los tiempos que transcurren y allí radica el talón de Aquiles de las fuerzas que declaman democracia y libertad mientras operan en detrimento de la humanidad y en contra del empleo adecuado de sus más recientes avances científico técnicos.
EN LOS ESTADOS UNIDOS. La primacía londinense en el rubro no implica que los Estados Unidos, entre otros países, no hayan desplegado, en el medio siglo reciente, espacios internos destinados a evadir las cargas impositivas, amparados en una propaganda que identifica el abono de tributos con una demanda social. En los 25 años recientes esa agitación rindió beneficios. Por un lado, se logró reducir la dimensión de los gravámenes y alzar la originada en el cuerpo social. De tal modo se instaló un modelo impositivo retrógrado que invierte las proporciones y descarga el peso de la estructura estatal sobre los hombros de los sectores de menores recursos.
En sintonía, se crearon localidades exentas de contralor fiscal y las megaempresas fueron depositando allí sus fortunas. En primera instancia, con la intención primaria de ocultar el dolo, en islas y regiones aisladas. Luego, en el seno mismo de las grandes potencias occidentales y aliados carentes de soberanía. Para lograrlo, remesan fabulosas sumas a los responsables políticos y jurídicos de esos países y combaten a quienes se niegan a aceptar el beneficio. Pruebas al canto en los Panamá Papers, los Paradise Papers y los Pandora Papers, esos informes donde el diario La Nación esperaba hallar peronistas y sólo encontró liberales.
Entonces, si se observa con detenimiento, es posible entender que un puñado de países, en especial el Reino Unido y los Estados Unidos, tiene un régimen legal construido para canalizar un gran volumen de capitales hacia las instituciones financieras allí “radicadas”.
El traspaso genera una gigantesca evasión tributaria que vacía de recursos a los mismos Estados que lo admiten o no logran bloquearlo. Esas entidades, a su vez, controlan a las compañías armamentísticas. Desde estas Fuentes, se ha llamado a ese proceso, desterritorialización.
Los recursos inmovilizados en los paraísos fiscales dañan el circuito económico ya que no retornan a las comunidades que los originan. Se trata de un sistema que canaliza las realizaciones de pueblos y naciones (producción de bienes de producción y consumo), rumbo al agujero negro de las mega corporaciones que acumulan en los distritos “liberados” de carga impositiva. Esto favorece la comprensión de las dificultades trumpianas para operar, pues esas empresas niegan información sensible a las agencias estatales destinadas a controlar la recaudación.
El poder profundo norteamericano elaboró el mecanismo en su propio seno. Se trata de Delaware, Nevada, Montana, Wyoming y Dakota del Sur. La ex secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, afirmó que “ahora mismo, el mejor lugar para ocultar y blanquear las ganancias indebidas es en realidad Estados Unidos. Y eso se debe a la forma en que permitimos que la gente establezca empresas ficticias, sin revelar quién es el verdadero propietario”.
MÁS PROTAGONISTAS. ¿Quiénes son los responsables? Este narrador ya evidenció varios, en el primer tramo del artículo. Como en otras ocasiones, puede recurrirse al economista y experto en Relaciones Internacionales Mario Rapoport: “Si en Davos se reúne la elite de los empresarios, uno puede encontrar las mismas caras, o quizá son clones, en los paraísos fiscales”. Y completa que el ranking de los mayores veinte bancos radicados en esos espacios lo encabeza el UBS de Suiza con 732 mil millones de dólares, seguido por el Crédit Suisse con 720 mil millones, el HSBC del Reino Unido con 508 mil millones, Morgan Chase de los Estados Unidos, el célebre Goldman Sachs, que desde la crisis de los años ’30 viene delinquiendo y, entre otros, el bien conocido Banco Santander.
Cabe prestar atención. En esa interpretación, es preciso puntualizar que las Constituciones de cada Estado poseen los recursos adecuados para frenar estas maniobras. Rapoport detalla que “En un informe revelado por la Red de Justicia Fiscal, que ha logrado revolucionar la metodología en la detección de este tipo de flujos de capitales al relacionar estadísticas del Banco Mundial, el FMI, el Banco Internacional de Pagos, analizada por expertos con información propia extraída de la banca privada y a cargo de dos ex asesores de esos lugares, las revelaciones aturden los oídos. El estudio muestra que los principales clientes de los paraísos no son los dictadorzuelos, traficantes de droga o algún pirata que todavía navega los mares (aunque también los hay), sino los ricos del mundo”.
El planteo fue refrendado nada menos que por The Economist: “La razón del éxito de estos ´paraísos´ es la existencia de una armadura legal que asegura el anonimato de las firmas o de los individuos, poniéndolos a cubierto de sus propias legislaciones nacionales y facilitando así la evasión fiscal y el blanqueo de dinero. El principal activo de esos lugares, dice irónicamente el diario citado, es el derecho de dictar la ley. Y no nos olvidemos de que esa ley permitió a los nazis durante la guerra proteger sus fondos en Suiza”.
EUROPA Y LAS CORPORACIONES. Al cierre de esta edición, el primer ministro británico dijo que el Reino Unido, Francia y otros países han acordado trabajar con Ucrania “en un plan para detener los combates” y que más tarde se discutirá con los Estados Unidos. Starmer, como buen vocero de los intereses apuntados a lo largo del texto presente, anunció un paquete adicional de 1.600 millones de libras, casi 2.000 millones de euros, en misiles para Ucrania. Los 5.000 proyectiles de defensa aérea se fabricarán en Belfast.
Un modo en verdad curioso de promover la paz.
Así las cosas, lector, vale anhelar que el fresco impuesto por la lluvia sobre Buenos Aires logre cierta continuidad. Así resultará posible tomar unos mates mientras se reflexiona sobre este intrigante período de la historia.
El periodista que narra le ofrece una yapa atractiva para insertar en esos pensamientos. Así como en el seno del laborismo británico se gestó una zona Blue, en la interioridad de los demócratas estadounidenses ha nacido una vertiente Populista. La misma está realizando una lectura honda de lo ocurrido en las recientes elecciones y responsabiliza a las autoridades de su partido por dejar de lado las inquietudes de los trabajadores.
Varios millones de norteamericanos humildes, hasta poco tiempo atrás, evidenciaban opciones electorales muy diferentes. Ahora, han elegido a Trump. Esto pegó en la vereda política enfrentada, donde también se desarrolla una revolución conceptual.
Volveremos sobre la cuestión.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
Portada. Beatriz Gonzalez (Santander). Es un honor señor presidente estar reunidos hoy
Interior. Pinturas de Londres.
Ultima pintura. Banco de Londres en Buenos Aires. Clorindo Testa.
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