Se cumplió exactamente un cuarto de siglo de la asunción de Vladímir Putin como presidente de Rusia. Reemplazó a Boris Yeltsin, la figura dominante tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. Tras ello, Putin se ha convertido en un indiscutible líder y en un personaje central de la política global. Pero, ¿quién es el hombre y cómo llegó a ese lugar? En este diálogo con Marcelo Montes, que publicó recientemente el libro “Putin deconstruido”, ¿cuáles fueron las virtudes políticas de Putin y cuáles son las perspectivas para Rusia en el complejo tablero geopolítico?
“Putin llegó al poder de una manera un poco azarosa, elegido por (Boris) Yeltsin en un momento donde había cinco o seis candidatos más, con más nombre y prestigio que él. Sin embargo, fue el ungido. A veces hay que estar en los lugares correctos y Putin lo estaba. Nadie preveía lo que iba a pasar después”.
Antes y después de Putin
Sobre el antes y el después de la llegada de Putin, el Doctor en Ciencias Internacionales y analista político explicó: “En ese momento había en Rusia un gran desorden y caos, y lo que Putin generó fue orden y eso le permitió durar tanto tiempo en el poder”.
“La caída de la URSS fue caótica para Rusia, con una inflación rampante, con la crisis financiera de 1998, con secuestros y mafias. También había perdido la guerra con Chechenia. La Rusia actual es una Rusia recuperada tras el boom del petróleo, mucho más encausada y orgullosa de tener una voz internacional en el mundo. Es diametralmente distinta, con esperanza en el futuro pese a que está la posibilidad de una guerra aún mayor”, completó.
Se sabe que durante la época soviética, Putin fue un agente de inteligencia. Montes se refirió a la etapa previa a llegar a ser la principal figura política del país. “Siendo un ex agente de la KGB, llega como desocupado a San Petersburgo. Siendo abogado, pide trabajo en la alcaldía donde termina convirtiéndose en un asesor político del alcalde Anatoli Sobchak asesorándolo en marketing y discursos. Fue escalando llegando al círculo de poder de Yeltsin. Fue un gran oportunista. Tuvo circunstancias muy adversas pero logró sobreponerse, esperar su turno”, afirmó Montes.
La relación con China, Siria y África
“La relación de Rusia con China es estratégica, necesaria, pero incómoda. Podría decirse que es un matrimonio por conveniencia. Hay una cercanía personal entre Putin y Xi Jinping, coinciden en una mirada multipolar, la alianza es necesaria para Rusia porque con la guerra en Ucrania ha sido bloqueda y necesita un socio como China”, evaluó Montes.
Pero, amplió: “Es incómoda porque hay una relación histórica que no ha sido pacífica, han transitado socialismos que fueron distintos, la relación de China con Estados Unidos que va y viene. No es una relación fácil. Ahora pasa por un momento cuasi idílico, pero Putin y Xi Jinping no van a vivir para siempre, el mundo puede cambiar”.
“Rusia tiene un poder nuclear gigante, lo demostró con su misil supersónico, también tiene debilidades. Lo vimos retirarse de Siria, conserva las bases, pero el gobierno que sostenía (encabezado por Bashar Al Assad) cayó. El papel de Siria queda circunscripto a Turquía, Israel y Estados Unidos. Rusia tuvo una derrota estratégica, los rusólogos más admiradores del putinismo lo interpretan como un retroceso táctico”.
Por último, se refirió a la presencia de Rusia en África. En lo que se conoce como la región del Sahel se dieron una serie de golpes militares de carácter nacionalista que rechazan el colonialismo francés. “El vínculo de Rusia con Africa nació hace más de una década. A nivel militar, con la presencia del Grupo Wagner allí. Pero no es ni por asomo la presencia que tiene China. Hay proyectos muy puntuales en gas y petróleo, pero lejos de la inversión en infraestructura de China. Hay entusiasmo los africanos por Rusia, porque el colonialismo europeo es despreciado. Hay un entusiasmo con Rusia, pero hay límites. La prioridad de Rusia hoy es Ucrania”, concluyó.
Entrevista por Úrsula Asta y Leonardo Martín
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