Por Carlos Aira
Cuando era pibe, hace ya muchos años, y las fechas del campeonato se jugaban los domingos, una lluvia tan potente como la que cayó sobre Buenos Aires en las últimas horas obligaba a aplazar los partidos para el lunes. La revista El Gráfico, que era la biblia de los futboleros, también retrasaba su salida. Estas Apiladas Deportivas ameritan el retraso. ¿Por qué? Porque ayer lunes se realizó una urgente reunión de Comité Ejecutivo pedida expresamente por Claudio Tapia, presidente de AFA. El cruce Tévez-Toviggino tiene aristas políticas y el fútbol busca cerrar filas. El hermetismo es total. ¿El problema es arbitral? ¿El gobierno va a fondo por las SAD? ¿Que está pasando?
YO TE AVISE…
Por la 9na fecha de la Copa de la Liga se debían enfrentar Barracas Central e Independiente. Cuando se conoció que sería Pablo Dóvalo el árbitro principal y Luis Lobo Medina el encargado del VAR, las suspicacias estuvieron a la orden del día. El mundo rojo abrió el paraguas. En un partido importante, Barracas sería dirigido por un árbitro con inmejorable historial: en 24 cotejos que el árbitro dirigió al Guapo, Barracas ganó 11, empató 10 y cayó en solo 3 ocasiones. Llegó el partido. Los jugadores rojos ingresaron al campo de juego con el fantasma de un posible despojo y sintieron que los fallos del juez principal los condicionó. Luego, la polémica: en el primer tiempo, decidió no echar a Alexis Domínguez, quien minutos después marcó el 2-1 parcial. Además, sobre el cierre no sancionó una mano en el área de Carlos Arce y, cuando todos se le fueron al humo, le avisó a Iván Marcone que fue expulsado.
Finalizado el partido, Carlos Tévez no se quedó callado. Como si hubiera esperado el momento, apuntó y disparó: ““Es muy difícil y muy notorio porque venimos diciendo que Pablo (Dóvalo) con Barracas tiene antecedentes. Estuvo toda la semana esto instalado y viene y te roba igual… Es una locura lo de este tipo”. Tévez agregó: “Como sabíamos que este tipo es de hacer estas cosas… Es como que un chorro venga a tu casa y te diga que te va a robar. Y que después vaya y te robe. Y con una cara que después se te planta y te quiere pelear. Una locura. Caliente. Hablé con los jugadores antes del partido. Les dije que jugábamos contra 14. Lo sabíamos…”.
ENTRA TOVIGGINO EN ESCENA
Carlos Tévez no es solo el entrenador de Independiente. Tévez es un actor político. Lo es desde que volvió al país en 2015 como un engranaje de la ingeniería política del tándem Macri-Angelici. Es el Carlos Tévez que operó contra el gobernador Gildo Insfrán en la previa de un partido de Copa Argentina en aquel 2015, en plena campaña electoral. El paso de los años hizo más evidente su rol. Los parques eólicos y las declaraciones en momentos adecuados lo acercan en forma definitiva a Mauricio Macri.
Pablo Toviggino es un actor central en el fútbol argentino que ostenta una virtud necesaria: la invisibilidad. Si camina por la avenida Santa Fe serán pocos quienes lo reconozcan. A pesar de su bajo perfil personal, ocupa dos cargos claves: la presidencia del Consejo Federal y la potestad de los movimientos económicos de la calle Viamonte. El suyo es un caso especial, porque ingresó al mundo del fútbol a través de la Comisión Normalizadora de AFA en 2016 como representante del Consejo Federal. Aquella Comisión fue una intervención solapada digitada por el entonces presidente Mauricio Macri. Cuando Claudio Tapia llegó al sillón de la calle Viamonte, Toviggino creó una alianza férrea y perdurable con el presidente. Con llegada directa al gobernador Zamora y estrecha relación con Sergio Massa, Toviggino es el enlace de AFA con la política.
Para el santiagueño, las palabras de Tévez fueron una declaración de guerra porque se entiende que Tévez es un jugador de Macri y el ex-presidente le declaró la guerra hace años a la actual conducción de afista. En días en los cuales los ataques mediáticos y políticos sobre AFA son ostensibles, Toviggino tomó su teléfono y descerrajó un mensaje en X (Ex-Twitter) con la fuerza que tiene un contragolpe:
Como explicamos en anteriores Apiladas Deportivas, Toviggino es un hombre de posturas duras. Por momento, cercanas a cierto despotismo público. Una serie de mensajes en las redes así lo señalan. Pero Carlos Tévez no se quedó con los brazos cruzados y la respuesta no se hizo esperar. La guerra política se había desatado.
Desde ese momento, la guerra llegó al lugar menos deseado para AFA: el terreno de la política. Las cosas han cambiado desde el 10 de diciembre de 2023. Si bien la relación con el gobierno de Alberto Fernández fue tirante, la estrecha cercanía con Sergio Massa generó un paraguas protector. Esa cercanía fue absoluta cuando se anunció la sede del Mundial 2030. Sin vuelta atrás, desde que asumió Javier Milei, la conducción de AFA sabe que está en la picota. Tanto para el Ejecutivo, pero sobre todo para Mauricio Macri.
El ida y vuelta Toviggino-Tévez generó que diversos actores entraran en escena. Ninguno es ingenuo. Todos tienen intereses. Desde el ex-futbolista Sergio Aguero o el operador Nik. El botín es claro: generar el cuórum social para permitir el ingreso de Sociedades Anónimas Deportivas al fútbol argentino. El propio presidente de la Nación expresó que existe una casta del fútbol que impide la competencia y volvió a poner en el centro de la escena al Manchester City. Curiosamente, empresa donde brilló Sergio Aguero, qué, en el colmo de las casualidades, anunció que no vería con malos ojos que el City Group adquiriera a Independiente.
ÁRBITROS, FAIR PLAY FINANCIERO Y SAD
Ante una situación que se fue de cauce. Con Pablo Dóvalo enviando una carta documento a Carlos Tévez y el entrenador de Independiente respondiendo por las redes, el presidente Claudio Tapia convocó a urgente reunión de Comité Ejecutivo. La misma tuvo carácter reservado. Fuentes cercanas a Abrí la Cancha señalan que fueron tres los temas en los cuales hizo hincapié el presidente de fútbol argentino: arbitrajes, fair play financiero y sociedades anónimas deportivas.
La problemática arbitral es un talón de Aquiles para la gestión Tapia. Los directivos apuntan al VAR como el mayor foco de conflicto. ¿Que pasará con el VAR en 2025? ¿Se contratará un sistema de cámaras más afiatado, similar a los utilizados en Europa? ¿Es un tema de cámaras, criterios reglamentarios o presiones semanales? ¿O tal vez todo junto? Tapia fue explícito: las críticas deberán ser puertas adentro. El clima político y mediático no ayuda y desde AFA no desean declaraciones polémicas.
Tapia está pensando en su día después de AFA y está analizando sumergirse en las complicadas aguas de la política nacional dentro del peronismo. A diferencia de Toviggino, el actual titular de AFA está estrenando su traje de moderado.
Un tema sensible es el fair-play financiero. En épocas de extinta Super Liga existió un reglamento muy claro. Con la disolución de la misma y la reorganización en Liga Profesional la letra quedó muerta. Desde la conducción de AFA entienden necesario un claro reordenamiento. Por un lado, son muchos los directivos que por lo bajo se quejan de tener sus clubes ordenados y competir contra instituciones con deudas financieras notables y planteles llenos de estrellas. Por otra parte, emprolijar es una necesidad en tiempos de guerra política ante un futuro ataque sobre las asociaciones civiles.
Hablando de asociaciones civiles, el tema SAD está en las gateras. En caso que la política habilite el decreto 70/2023, el gobierno está trabajando sobre una serie de proyectos privatizadores. Abrí la Cancha tuvo acceso a varios proyectos. Algunos están flojos de papeles jurídicos, ninguno plantea la participación social del club. El alfil liberal en el tema SAD es la diputada Juliana Santillán y el brazo ejecutor – sin broma – sería el ministro Daniel Scioli. La diputada habla “de una industria con todo por hacer, en el desarrollo productivo, en beneficio social, hacia la modernización de un sector detenido en el tiempo”.
Desde AFA están trabajando fuerzas y deficiencias de cada proyecto. Sin dudas, las SAD serán el gran tema de 2024.
Periodista / Abrí la Cancha
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