Pablo Abbatángelo, histórico directivo del Club Atlético Boca Juniors, brindó su mirada sobre las elecciones en la institución xeneize. En diálogo con Carlos Aira, en Abrí la Cancha, el titular de la Agrupación La Bombonera dejó varias definiciones para prestar muchísima atención
“Lo que está sucediendo en Boca es un deja vú de épocas que creíamos haber dejado atrás. Nuestra institución viene transitando senderos de crecimiento y fortaleciendo su vida institucional, pero parece que hay personajes que no se resignan a compartir estos logros y pretenden llevarnos al barro institucional cuando hoy tendríamos que estar pensando en el devenir institucional, deportivo, social y cultural. Hoy nos encontramos empantanados en una disputa electoral sin sentido, pero estamos dispuestos a brindar batalla“.
“Cuando hablo de Deja vú existe una explicación histórica. En 1999, quien hoy está al frente de este requerimiento judicial, el Ingeniero Mauricio Macri, modificó el estatuto exigiendo avales de imposible cumplimiento, como era el 20% del patrimonio neto del club. Era necesario presentar avales por 30 millones de dólares con avales bancarios. Ese año la fórmula de la oposición fue Alegre-Heller y quien les habla como vice segundo. Fuimos a elecciones a través de una cautelar. Nosotros fuimos al fondo de la cuestión sobre la constitucionalidad de la modificación estatutaria. La jueza Betty Saigg de Piccione no fue al fondo de la cuestión sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad. Tan solo señaló que 20 millones era mucho y fijó avales por 10 millones de dólares. Fuimos a la Cámara que estaba integrada por Elena Highton de Nolasco, quien luego formó parte de la Corte Suprema de Justicia. La Cámara confirmó el fallo de primera instancia y costas para las perdedoras. Nos costó 20.000 dólares y quedó fijo un aval de 10 millones de dólares”.
“En 2003 no nos presentamos en las elecciones porque no reuníamos los avales. En 2007 no nos pudimos presentar porque nos reunimos los avales. La histórica agrupación La Bombonera perdía su status por no presentarse a dos elecciones consecutivas y ese era el verdadero motivo de la limitante instaurada en 1999. Pero sospechamos que los avales del oficialismo eran truchos. Fue allí cuando me presente solo ante la justicia y la justicia determinó que los avales que presentó el presidente Pedro Pompilio en 2007 eran truchos. La justicia hizo caer la elección y se votó en junio en 2008. Previo a esto tuvieron que hacer una asamblea para bajar los avales del 10 al 5% ya no con avales bancarios sino con seguros de caución, porque ellos tampoco lo podían cumplir”.
“Fuimos por los avales del Ingeniero Macri de 2003. Estábamos convencidos que también eran truchos. La justicia determinó debería fallar en abstracto porque el mandato de Macri estaba cumplido. Si esa jugada nos hubiera salido bien yo no sé cual hubiera sido la suerte del Ingeniero Macri y si hubiera accedido al gobierno de la Ciudad y la Nación”.
“En el año 1998 se presentó el proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas. Vulgarmente conocida como la Ley Macri. Venían por las disciplinas profesionales de las Asociaciones Civiles. No por las entidades en su conjunto, sino por las disciplinas profesionales, y la más rentable es el fútbol. Lo que buscan es escindir al fútbol de la Asociación Civil al cual solo le dejarían las actividades deficitarias. En el Proyecto, la Asociación Civil debe ceder nombre y colores y el capital social es el 50% del promedio de gastos de los últimos tres años de la actividad. Con la mitad del promedio de gastos de los últimos tres años te podrías quedar con el fútbol de Boca Juniors, River Plate o San Lorenzo, dejando de lado la Asociación Civil residual, que se desmembraría rápidamente. Vienen por la frutilla del postre que es el fútbol, haciendo desaparecer lo que no les interesa que es la labor deportiva, cultural y educativa de nuestros clubes“.
“La posición de nuestra agrupación es muy clara: nosotros sostenemos al club en manos de sus socios. Respetamos el legado de nuestros mayores, por eso el club es una Asociación Civil. La Bombonera es parte del oficialismo, que se ha convertido en un verdadero dique de contención contra el avance de las SAD. El modus operandi de esta gente no nos sorprende. El juicio penal que inició Mauricio Macri a Riquelme es una costumbre. Yo soporté cinco juicios penales por estar al frente de la agrupación La Bombonera. Gente cercana a Macri me inició juicios por declaraciones mediáticas. Mis abogados me señalaban que eran demandas mariconas que tan solo buscaban amedrentarme. Por eso siempre ratificamos los dichos y por eso sacaban el pie del acelerador. Por eso señalo que esta es otra demanda sin sentido”.
“Mauricio Macri está fomentando la grieta nacional mezclando la política nacional con las elecciones del club. Señaló que los miles de boquenses que participaron del banderazo del domingo pasado eran huestes kirchneristas. La grieta que propone Macri es una grieta que no existe entre los socios del club. Lo que me extraña es que Macri llegó a Boca Juniors a través de la política nacional. Fue la agrupación del Coti Nosiglia, con el apoyo del aparato del radicalismo, quién lo acercó a Boca Juniors. El domingo pasado no hubo huestes kirchneristas, sino boquenses de corazón con distintas ideologías políticas. A nosotros nos moviliza filosóficamente la defensa de nuestro club atlético y la asociación civil”.
“En mi familia, el primer jugador que Boca cedió a la Selección fue Donato Oberdam Abattángelo, quién también jugó el primer partido de Boca en Primera División. Desde ese momento, hubo una notable trayectoria familiar dentro del club. Mi abuelo fue Camilo Cichero, el presidente que construyó la Bombonera. Mi papá fue Secretario y Vicepresidente del club. Yo fui Presidente del departamento de obras durante la gestión de Antonio Alegre. Hay una historia al servicio de una barriada populosa, con necesidades básicas insatisfechas. En su momento, el Estado le entregó a los clubes el manejo del deporte. Por eso tenemos los clubes que tenemos, que son el esfuerzo de varias generaciones. No solo de la familia Abbatángelo. Por eso, terminar con la tradición es un atropello. Por otro lado, no vamos a permitir que unos pícaros, con capitales de dudosa procedencia, se queden con uno de los clubes más importantes del mundo”.
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