Por Úrsula Asta
El gobierno de Biden suavizó las sanciones sobre el sector petrolero de Venezuela después de que el gobierno venezolano y la oposición alcancen un acuerdo para las elecciones presidenciales en 2024.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, celebró las negociaciones electorales del presidente Nicolás Maduro, aunque dijo que Washington le ha dado hasta finales de noviembre para que el gobierno venezolano levante las inhabilitaciones a los candidatos presidenciales de la oposición y comenzar a liberar lo que considera que son presos políticos. Según el Departamento de Estado, de no darse esta situación, las medidas de alivio a las sanciones serían revertidas.
Esto ocurre luego de que el gobierno de Maduro y la oposición llegaran a un acuerdo en Barbados el martes pasado sobre las garantías electorales para una votación supervisada internacionalmente que se llevará adelante en 2024. Pero el acuerdo no incluyó la restitución de los candidatos de la oposición que habían sido excluidos de cargos públicos.
Por su parte, el Gobierno de Venezuela también informó la definición. “El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América ha publicado una licencia amplia para la producción, comercialización, exploración, venta, exportación de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Es decir, se levanta la sanción para todas las actividades de Petróleos de Venezuela, para la producción de petróleo y la venta de ese producto”, explicó jefe de la delegación del Gobierno venezolano en el proceso de diálogo con las oposiciones del país, Jorge Rodríguez.
Francisco Enrich, politólogo, abogado y profesor de ciencias políticas de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, explicó a Radio Gráfica que “desde hace varios meses se vienen llevando adelante negociaciones de manera muy discreta entre el gobierno venezolano y el gobierno estadounidense”.
Incluso, estas negociaciones son posteriores al inicio del conflicto entre Ucrania y Rusia, aspecto sobre el cual el profesor venelozano advirtió que “Estados Unidos vio una necesidad de ubicar las fuentes de energía disponibles a nivel mundial, y allí Venezuela empezó a entrar en el radar de esta matriz energética para ser un proveedor confiable de crudo para los Estados Unidos y también de gas para la Unión Europea”.
“A partir de allí, se empezaron a desarrollar estos encuentros directos que, a diferencia de otros procesos de negociación en el pasado, fue Estados Unidos quien se acercó al gobierno venezolano con esta intención por el tema energético y también por el tema migratorio, ya que luego de la imposición de sanciones contra Venezuela se produjo una migración importante hacia otros países de la región y, además, la interrupción del envío de crudo a otros países del Caribe y Centroamérica generó todo un conflicto social migratorio regional que terminó afectando la estabilidad de Estados Unidos y su frontera en el sur”, continuó Enrich.
Para sumar a esos temas como contexto de la situación, en esta negociación directa de ambos países, que refrenda el mecanismo de México, en esta oportunidad firmado en Barbados, un punto importantísimo y que es buena parte del centro del debate es el asunto de las inhabilitaciones políticas.
El politólogo sostuvo que “sobre este tema se ha manipulado en medios de comunicación y por señalamiento del Departamento de Estados Unidos, pero lo cierto es que eso no está en el acuerdo”. Él analiza que “pareciera que Estados Unidos está buscando administrar los costos internos que tiene dentro de su sistema político el hecho de llevar a cabo un acuerdo con el gobierno de Venezuela y de cara a las elecciones primarias con fecha del 22 de octubre”, que celebró una parte de la oposición venezolana.
¿Por qué? “Estados Unidos de entrada no podía decir que ciertos candidatos no podían participar, porque es parte del juego político que se lo impedía tanto internamente, como sobre su acuerdo de la primaria opositora”, dijo.
Para reflexionar sobre los cambios que tiene esta negociación de ambos países con otras del pasado, el profesor venezolano sostuvo que “el cambio es que la visión la negociación producida anteriormente era concebida para producir una salida del chavismo, era una negociación que produjera una transición, era una narrativa que se vendía de esa forma, y por su puesto era algo que enfrentaba serios problemas de viabilidad respecto al chavismo, porque era un desplazamiento del poder”.
“En esta oportunidad, al parecer, el gobierno de los Estados Unidos entiende, luego de la estrategia de Donald Trump para derrocar al gobierno por distintas vías, incluso con la imposición de sanciones, que esa no es una vía real y tiene que haber una solución política. Eso ha sido una resolución importante, de manera que se ha reconocido al chavismo como una fuerza política existente y que no puede buscarse su exterminio”, sumó.
“Y el segundo punto que destacaría –siguió- es un interés de Estados Unidos de un juego más global, pensando en lo que ha sido la crisis energética en lo que ha sido el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y recientemente con lo que sucede entre Palestina e Israel. De manera que hay un interés más pragmático de Estados Unidos y de alguna manera quiere buscar que Venezuela, bajo un gobierno de Maduro o de otro, siga siendo un suplidor confiable de energía, petróleo y gas”.
Las medidas estadounidenses podrían reabrir las puertas de Venezuela a decenas de petroleras con operaciones congeladas o reducidas, además de permitirle al país importar diluyentes para procesar el crudo pesado y ultrapesado y, también, exportar gas por primera vez en su historia.
Con este nuevo escenario momentáneo se producen dos acuerdos importantes. El politólogo Enrich explicó que “uno, enfocado a ofrecer garantías electorales para el próximo año de elecciones presidenciales y, otro, para proteger lo que se conoce como los intereses vitales de la Nación, vinculado tanto a un conflicto que tiene Venezuela en su territorio con Guyana, así como el conflicto judicial que se tiene con algunas empresas y activos en el exterior, como Citgo (filial de Pdvsa en EEUU) y otras empresas”.
La licencia general para el petróleo el gas y el oro no es definitiva, sino que es reversible y tiene un lapso de aproximadamente seis meses prorrogables o no en función de los avances que se desarrollen a nivel político y electoral a lo que se conoce como las condiciones mínimas para una elección presidencial en el país.
Algunos puntos sobre los cuales avanzar, marcó Enrich, tienen que ver con las cuentas y recursos que Venezuela todavía tiene bloqueados en Inglaterra (oro) o en Estados Unidos (Citgo), entre otros.
Estas sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela fueron efectuadas para presionar al gobierno de Maduro tras su reelección en 2018, que Estados Unidos y otros gobiernos rechazaron. Desde 2019, este bloqueo estadounidense prohíbe a la petrolera estatal Pdvsa exportar a sus mercados elegidos.
Discusión acerca de esta noticia