Integrante del Colectivo Ni Una Menos e investigadora del Conicet, Verónica Gago reflexionó en Radio Gráfica sobre el panorama político tras el resultado de las elecciones primarias y sobre las expectativas de cara a las elecciones generales del 22 de octubre.
“Después de una proliferación de análisis y puntos de vista, nos queda el qué hacer”, inició y dio cuenta de la asamblea para debatir y pensar que fue convocada este martes por Ni Una Menos, en un local que comparten con Inquilinos Agrupados.

Planteó que parte del análisis es “no salir a hablar rápidamente de los votantes de Milei como fascistas”, sino “hacer la distinción del discurso fascista de quien sacó la mayor cantidad de votos, las propuestas programáticas ultraneoliberales que está haciendo, pero otra cosa distinta es pensar en quiénes lo votaron, cuáles son las razones y pasiones que han motivado ese voto y sobre todo, el punto al que llegamos una y otra vez: la paupérrima situación económica y social que estamos atravesando, es decir, que haya un 60 por ciento de niñeces en la pobreza en nuestro país no es un dato que pueda ser escondido bajo la alfombra o que no tenga repercusiones”.
Al respecto siguió: “Hay una precarización muy intensa, todo eso se traduce en una racionalidad política que tiene que ver con negar el estado actual de las cosas. Hay un intento de decir así no se puede más. ¿Cómo se canaliza ese no, ese rechazo? Ahí entramos en el campo muy espinoso de la situación económica que, vía los condicionamientos del Fondo Monetario Internacional, viene siendo en los últimos años cada vez peor”.
“¿Y cuál es el papel que nos queda a las militancias, en varios planos? –se preguntó- en el corto plazo de acá a octubre, pero más allá, porque creo que el escenario de derechas a nivel del sistema político ya está planteado, pase lo que pase en octubre”.
“No hay ajenidad con el votante de Milei, porque es una persona que podemos conocer o que está cerca nuestro, y poder comprender esos sentimientos, además muy compartidos, de furia y que apelan con esto de la dolarización, que me parece que es uno de los puntos más sensibles, a interpelar la desesperación de la situación económica actual, que básicamente es de dolarización de nuestra economía”, dijo.
“Entonces Milei habla de una especie de pasaje al acto de algo que organiza nuestra cotidianeidad cuando tenemos que buscar un alquiler, cuando hay que pagar alimentos o medicamentos que siguen la inflación del dólar, y sin embargo el tipo aparece sincerando una situación que es experiencia cotidiana de muchos y muchas”, sumó.
En esa perspectiva, siguió que “hay algo de esta derecha ultraneoliberal de las necesidades de generar un cambio radical, pero también de cuáles son las condiciones de nuestra economía, que es lo que le da un atractivo más allá de que quienes voten no necesariamente estén de acuerdo con todas sus ideas”.
Consultada sobre cómo ciertos sectores del poder económico se fueron acomodando al candidato más votado de estas PASO, apuntó: “Es llamativo lo rápido en estos días, que escaló su figura, que apareció una especie de consenso de los medios de comunicación y de ciertos elementos de los círculos rojos, como FMI o grupos económicos, tratando de morigerar, formatear o dar un aspecto más presentable al candidato”.

Sobre cómo comprender la situación, señaló: “Creo que el punto de llegada que es clave es cómo hoy se despliega tu economía cotidiana. Y me refiero no solamente a los ingresos, sino todo lo que hay que desplegar cada día para llegar al transporte, lidiar con condiciones de precariedad en la vivienda, lidiar con situaciones en la que te ves humillado o humillada en tus propios espacios laborales, creo que es una economía en un sentido amplio”.
“La intensificación de la violencia que ya está sucediendo a nivel de los vínculos sociales, a nivel de lo que significa moverse en la ciudad, renovar un contrato de alquiler, hay una carga de violencia en esa cotidianeidad que si no se interviene en eso, es muy difícil cambiar la idea de un cambio radical”, agregó.
En torno a la participación política, reflexionó que “de la pandemia para acá hay una falta de tiempo para dedicarle al activismo y las militancias que es muy fuerte, incluso en los sectores organizados, que están dedicados a atender las urgencias del día a día, y esto lo dicen un montón de compañeras de distintas organizaciones: convocamos a una actividad para discutir tal cosa y vienen pocas, ahora si convocamos una actividad para inscribirse en el refuerzo alimentario, no damos abasto. ¿Cómo leemos eso?”.
“Hay una captura total del tiempo, porque trabajamos muchísimas horas más, porque dedicamos el tiempo a encontrar precios, por ejemplo, y hoy hay un llamado a decir volquémonos de nuevo a ir a hablar casa por casa”, subrayó.
“Una condición de escucha, que es muy necesaria, y esto viene siendo muy discutido, porque hay también una especie de desencanto. Es una situación bien complicada, pero tenemos una responsabilidad desde las militancias, y al mismo tiempo estos esfuerzos quedan eclipsados por una situación económica que no está encontrando, además, ninguna medida por parte del Gobierno que logre plantear alguna perspectiva de mejora”.
Sobre la conformación de ese plano de encuentro, sostuvo: “También está el debate de cómo hacemos para construir algo que no sea meramente defensivo, porque cualquier derecho es leído como privilegio. ¿Cómo romper esa idea y al mismo tiempo dar cuenta que hay una parte de la población que no los tiene? Me parece que no es decidir si hablamos o no de derechos, me parece que esa idea es inconducente, sino qué estrategias tenemos para intervenir simultáneamente corriendo ese binarismo: o le hablamos a los que tienen derecho o a los que no tienen”.
Por último, desde la mirada global del fenómeno, marcó que “aun si hay diferencias y particularidades, sí es verdad que lo que vemos es esta dinámica trasnacional de cómo se está reaccionando en un momento en el cual la reproducción social se volvió insegura, que no hay perspectiva de estabilidad en lo que va a pasar en el futuro. Eso también nos pone a discutir que estamos pudiendo ofrecer desde otros lugares”.
Entrevista realizada por María Laura Morales y Mario Sadras en Desde el Barrio, lunes a viernes de 10 a 13 hs, por Radio Gráfica.
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