Por Úrsula Asta*
De la “guerrillera del dial” al audiovisual insurgente: testimonios sobre el rol de la comunicación dentro de las FARC-EP es el ensayo que la periodista Luciana Lávila escribió con motivo de la publicación del libro Comunicación Popular y Alternativa. Una revisión dialogada.
Libro elaborado por mujeres que desde la comunicación llevan adelante proyectos colectivos, investigadoras y docentes, que reúne ensayos sobre experiencias transformadoras de la comunicación en Argentina y América Latina. Particularmente, Luciana aborda la comunicación, difusión y propaganda llevada a cabo por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), que además tuvo un protagonismo medular de mujeres guerrilleras.
En esta conversación con Radio Gráfica, la comunicadora, que viajó en múltiples ocasiones a Colombia para conocer una experiencia que cuenta en primera persona, refleja las tradiciones de América Latina en torno a la comunicación y da cuenta de sus vivencias.
“Yo formo parte de un medio alternativo, popular, comunitario, que es Barricada TV, y entendemos que no salimos de un repollo, que hay tradiciones en la comunicación que forman lo que hoy son los medios como Radio Gráfica, como Barricada TV y como tantos otros. Entonces, ¿cómo inscribir esta experiencia dentro de la tradición nuestroamericana en la comunicación revolucionaria insurgente?“, comenzó.
“Rastreando encontraba sobre las radios mineras en Bolivia, el documental de la década del ´70 en nuestro país, Radio Rebelde en Cuba, la experiencia de los salvadoreños en Radio Farabundo Martí, pero de las FARC no encontraba nada. Me pareció que había un vacío y que además la historia era muy potente”, relató.
El artículo que escribió Lávila, que a su vez es parte de un trabajo más amplio para un documental, busca reconstruir la historia de la política comunicacional de las FARC desde dos experiencias:
- Una es la cadena radial bolivariana y
- otra, las reporterías audiovisuales de guerra que llevaron adelante las mujeres de las FARC.
“El conflicto social y armado en Colombia, que no se puede decir que terminó, lamentablemente, fue muy extenso, y creo que eso dificultó mucho la sistematización de estas experiencias a partir de sus protagonistas”, reflexionó Lávila sobre la situación que abarca los procesos de paz en ese país.
Historia prolongada y en la cual, aunque hubo procesos de paz como los llevados a cabo con los grupos M-19 y EPL, también implica intentos de paz truncos. Guadalupe Salcedo fue asesinado en 1957, cuatro años después de haber firmado la paz con el Gobierno. En 1953, se dio una amnistía al campesinado armado que terminó en una fuerte ofensiva militar con decenas de miles de campesinas y campesinos ejecutados. Como esos, el genocidio que sufrió la Unión Patriótica a manos del paramilitarismo hasta principios de los 90. Por sólo mencionar algunos hechos. El último, en el año 2016, continuó con el asesinato de muchas personas.
Sobre las FARC, Luciana repone: “La organización surge en el año ´64 como un espacio político-militar de insurgencia en Colombia. Desde ese primer momento ya había una intención, una búsqueda de hacer revistas y folletos, llegar con lo que se conoce en comunicación como la agitación y propaganda a los territorios, a las comunidades de las que forman parte, porque los guerrilleros y guerrilleras también son campesinos y campesinas en mayor parte”.
“En la Séptima Conferencia, que es la que se da en el año ´82 en Colombia, con un momento muy expansivo de la organización que empezó a tener presencia en todo el país, a partir del plan estratégico para la toma del poder, que es una de las discusiones que tuvieron, el tema de la comunicación aparece como central. Podemos decir que si bien ya existía, a partir de ese momento hay una preocupación porque haya una política de comunicación en la organización”, sumó.
La cadena radial bolivariana es un sistema de radios que tuvo presencia en todo el país desde los años ´90 hasta 2016. “El rastreo que logré hacer es que las primeras experiencias fueron en la zona Caribe, pero se terminó expandiendo a todo el país. En Colombia, nuestra Cordillera de los Andes se divide en tres, entonces hay muchos puntos muy altos que permiten que con una buena potencia y un buen transmisor, se tenga una muy buena llegada, aún con la competencia de radios del Ejército y de la Policía Nacional, que son enormes”, explica.
El período de tiempo que existió y el desarrollo territorial que tuvo requería de un amplio trabajo. En el artículo del libro se presentan entrevistas que cuentan que al menos 50 personas estaban solamente dedicadas a desarrollar esto. Trasladar el transmisor, subirlo en burro, tenerlo a punto, estar en condiciones de clandestinidad y con peligro de ataques. “Hay varias anécdotas, que algunas no entraron. Cuentan de un proceso muy muy dificultoso. El contenido incluso incluía música que componían compañeros de las FARC”, recordó.
“Las reporterías de guerra fueron un momento clave también de la organización– dice Luciana-, porque empezaron con el lanzamiento del movimiento continental bolivariano, que también estuvo en nuestro en nuestro país a principios de los 2000, durante el diálogo anterior que tuvo la FARC y que fracasó, porque el gobierno incumplió y atacó además los territorios donde estaban los militantes de esta organización”.
“Ahí empezaron a pensar que si el Ejército, si la Policía, si los medios de comunicación los presentan como unos comeniños, violadores de mujeres, narcoterroristas y toda esta idea que se venía formando para deslegitimar la lucha de esta organización, dijeron: nosotros también tenemos que mostrar qué pasa en la guerra, cómo nos atacan, de qué manera“, explicó sobre el inicio de esta otra experiencia comunicacional, que tuvo la particularidad de que eran mujeres las que lo llevaban adelante: desde el registro, la edición y la posterior difusión.
Consultada sobre sus viajes, contó: “Fueron varios viajes que hice, en los territorios, las primeras entrevistas que hice son en la Décima Conferencia de las FARC, que fue la última conferencia que hizo la organización, todavía armada (año 2016) y que dio paso a la aprobación de los diálogos de paz”. Otros encuentros fueron en lo que se llamó Zonas Veredales Transitorias de Normalización. “Fueron los espacios que a partir de los Acuerdos de Paz el Gobierno implementó para la seguridad de la organización a nivel territorial”.
El capítulo De la “guerrillera del dial” al audiovisual insurgente: testimonios sobre el rol de la comunicación dentro de las FARC-EP incluye el formato entrevista con la pregunta-respuesta de cada protagonista, lo que tiene la intención de mostrar la voz completa de quienes narran su vivencia.
Los diálogos de paz entre la insurgencia y el Gobierno se firmaron en el 2017, pero fueron conversaciones de FARC con Juan Manuel Santos en el año 2016. “Había empezado el desarme de la organización y el proceso de salir a pensarse la organización legal. Entonces, había un contexto de movilización por parte de ellos sobre qué iba a pasar con sus vidas, que lo que vemos hoy es que el Estado también viene incumpliendo, primero con el gobierno de Juan Manuel Santos, después con el gobierno de Duque, y ahora con Petro intentando revertir esa situación”, agrega la escritora.
“La realidad es que ese momento era muy particular, ellos iban a empezar otra vida, con muchas pérdidas de compañeros que murieron en la guerra y que además fueron el riñón de esa experiencia. Uno de ellos es Simón Trinidad, que está detenido en Estados Unidos hace muchísimos años en una cárcel de máxima seguridad sin contacto con ningún tipo de persona, totalmente aislado, en una situación gravísima. Todo eso hizo que sea muy movilizador pensar esa historia y tratar de sistematizarla”.
(*) Conductora de Feas, Sucias y Malas, sábados de 10 a 13 hs, por Radio Gráfica.
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