Economía y política. La búsqueda sureña y la presión norteamericana. Un balance. Lo que viene. Alberto Fernández y Lula. Cruces y riesgos. Davos. Perú. El potencial de América latina.
Por Gabriel Fernández *
SENTIDO. El mundo observa con interés los sucesos que se despliegan en América latina. Entre Perú y la Argentina, se acapara la atención de quienes, desde Davos, encubren sus responsabilidades en la oleada bélica atlantista y de quienes, en Moscú y Beijing, delinean futuros cooperativos. Nadie espera, en verdad, definiciones públicas que inclinen a los países sureños en una u otra dirección política, pero todos saben que los acuerdos económicos de fondo no serán desarticulados.
Esta última certeza brinda senderos abiertos hacia el futuro, pues una gran cantidad de los asistentes al cónclave conducido por el Palacio San Martín –aunque las deliberaciones serán en el Sheraton– saben que la acentuación del comercio inter regional y la ampliación de los pactos inversores y comerciales con el bloque euroasiático son factores a los cuales no quieren –quizás a esta altura, no pueden- dejar de lado.
Así, la tensión con los Estados Unidos, que pretenden extender su control en la región, intentará atemperarse con declaraciones generales pero no se desarticulará debido al enlace ya instituido por espacios determinantes con las potencias multipolares emergentes. Muchas palabras –democracia, derechos humanos, cuidado ambiental- serán lanzadas al aire porteño, sin que las mismas definan quiebres con aquellos que se hacen presentes desde lejos con inversiones y líneas crediticias concretos.
BALANCE. Repasemos los aspectos formales. Bajo la Presidencia Pro Tempore Argentina, el 24 de enero tendrá lugar en la ciudad de Buenos Aires la VII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). La apertura será encabezada por el presidente Alberto Fernández. El canciller Santiago Cafiero realizará una exposición del trabajo desarrollado por nuestro país durante el 2022 como PPT.
Vale recordar que nuestro país ejerció la Presidencia Pro Tempore de la CELAC durante el año 2022, sobre los principios de Unidad en la Diversidad y América Latina y el Caribe como Zona de Paz, articulando un amplio Plan de Trabajo que contempló 15 ejes y más de 60 actividades.
Resulta importante considerar el balance que presentará la Argentina sobre su regencia sub continental. Aquí lo anticipamos:
- “La Presidencia Pro Tempore argentina buscó avanzar desde una agenda pandémica hacia una agenda post pandémica. En ese sentido, se priorizó la recuperación social, económica y productiva como uno de los ejes centrales del Plan de Trabajo 2022, con un enfoque integral, teniendo como horizonte la reducción de brechas y la equidad de género.
- Revalorizó la función de la ciencia, la tecnología y la innovación como herramienta al servicio del desarrollo y la inclusión, así como la importancia de la educación y la cultura para nuestros pueblos.
- Avanzó en la implementación del Plan de Autosuficiencia Sanitaria de América Latina y el Caribe, elaborado por la CEPAL, para contribuir a la resiliencia de los sistemas de salud de la región y la búsqueda de estrategias que fortalezcan el desarrollo y producción de insumos médicos estratégicos.
- Además, se dio prioridad a la cooperación en materia ambiental y continuamos con la operacionalización del Fondo de Adaptación Climática y Respuesta Integral a Desastres Naturales de la CELAC, cuestión cada día más importante a la luz del cambio climático que amenaza con especial gravedad a los Estados del Caribe. (El periodista que realiza este artículo no puede menos que lamentar la inclusión de la palabra operacionalización, pero bueno)
- Los países de la CELAC sostienen la integración como un valor fundamental, la cual ha reportado enormes beneficios en términos económicos, sociales, culturales y políticos, y ha permitido a lo largo de la historia construir en América Latina y el Caribe, un territorio de paz y solidaridad.
- Los 33 países de la CELAC comparten la idea de que la cooperación eleva las capacidades individuales y es capaz de transformar las realidades concretas de los ciudadanos y ciudadanas. Los resultados alcanzados cada vez que se logra priorizar el bien colectivo por sobre el interés individual, deben animar a hacer los esfuerzos necesarios para superar cualquier obstáculo que se presente en el proceso de integración regional.
- Hoy es posible afirmar, sin lugar a dudas, que la CELAC es un ejemplo de construcción colectiva, consciente del valor de cada una de sus miembros, así como un espacio de diálogo y concertación política sin exclusiones, lo que la convierte en una herramienta fundamental para conducir a América Latina y el Caribe hacia el desarrollo y el progreso que anhelan nuestros pueblos”.
FUTURO. Habrá 33 representantes de las presidencias y entre todos tendrán que resolver quién encabezará la CELAC a partir de ahora. El designado sería primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, pues corresponde que lidere el espacio alguien de la Comunidad del Caribe (CARICOM). La Argentina y México anticiparon que lo promoverán. Pero falta que lo refrenden todos los miembros. Si no se llega a una decisión unánime es probable que se solicite a la Argentina una prórroga de su mandato o que otro país pretenda asumir la presidencia.
Por debajo se despliega la pulseada. Mientras el poder del Norte busca incidir mediante sus cercanías para que la CELAC desacelere el camino integrador y bloquee la relación que varias naciones han entablado con China, los tres grandes de la región –México, Brasil y Argentina– insisten en sostener y acentuar el ritmo. De hecho, el arribo, pocas horas atrás, del renovado mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, evidenció esa tendencia: su encuentro con Alberto Fernández permitió insistir en el rumbo.
Los mandatarios publicaron un texto destinado a informar sobre la agenda que compartirán este lunes en la reunión bilateral. En ese mensaje conjunto puntualizaron que están dispuestos a “avanzar en las discusiones sobre una moneda sudamericana común que pueda usarse tanto para los flujos financieros como comerciales, reduciendo los costos operativos y nuestra vulnerabilidad externa”. En sintonía se mostraron interesados en “simplificar y modernizar las reglas y fomentar el uso de las monedas locales” para así superar barreras en las transacciones.
En cuanto al Sur Sur adelantaron que relanzarán “la alianza bilateral” y dinamizarán “varios espacios de cooperación y diálogo”. Para eso, destacaron que resultan variadas “las áreas en las que volveremos a trabajar juntos en temas importantes para la calidad de vida de nuestras poblaciones, como la lucha contra el hambre y la pobreza, la salud, la educación, el desarrollo sostenible, el cambio climático y la reducción de todas las formas de desigualdad”.
Haciendo pie en el potencial de ambas naciones, los jefes de Estado señalaron que la relación “fluida y dinámica” entre Brasil y Argentina “es fundamental para el avance de la integración regional”. “Queremos que el Mercosur constituya una plataforma para nuestra integración efectiva al mundo, a través de la negociación conjunta de acuerdos comerciales equilibrados que respondan a nuestros objetivos estratégicos de desarrollo”.
Apuntaron también un dato relevante que en ediciones previas de nuestras Fuentes insistimos en realzar. Precisaron que rescatarán y actualizarán la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), porque están “decididamente comprometidos con la construcción de una América del Sur fuerte, democrática, estable y pacífica”. En línea, convocaron a “fortalecer el rol de la sociedad civil, los gobiernos estaduales y municipales y de los parlamentos como actores de este reacercamiento”, y aseguraron que “los lazos entre Argentina y Brasil se cimentan en la consolidación de la paz y la democracia”.
En un primer avance sobre debates que se presumen intensos, indicaron que “Queremos democracia para siempre. Dictadura nunca más”, subrayaron y condenaron “todas las formas de extremismo antidemocrático y de violencia política”.
La economía, claro, no estuvo ausente en el pronunciamiento. “Vamos a prestar especial atención en la reindustrialización” mediante “la generación de empleo de calidad y las inversiones en innovación”. Conscientes del potencial primario, destacaron el rol fundamental que la Argentina y Brasil poseen en derredor de la “seguridad alimentaria en un mundo que se ve afectado por riesgos geopolíticos y serias interrupciones en las cadenas de suministro”.
En materia de infraestructura, afirmaron que “un tema central de este nuevo momento es la integración energética” y destacaron que “la interconexión eléctrica” entre ambos países “ya es realidad” mientras apuntaron al “potencial” que puede tener “la integración gasífera”. Y no se arredraron al describirse como países “poseedores de tecnología nuclear con fines pacíficos”. “El mundo más justo y más solidario al que aspiramos únicamente será viable si tenemos el coraje de forjar nuestro futuro en común. Ese es el sentido estratégico de la integración bilateral”.
CRUCES. La reunión estará acompasada por el conflicto peruano. En ese país el Congreso operó como ariete de las corporaciones y sus socios políticos para evitar que el crecimiento económico ostensible resulte distribuido internamente de modo progresivo como intentaba hacer el desplazado Pedro Castillo. En vez de retraer la opinión, el golpe –con rasgos semejantes al padecido por Dilma Roussef años atrás- disparó una secuencia de movilizaciones masivas de una intensidad imprevista para los gobernantes auto designados.
¿Quiénes impulsaron la asonada contra el presidente de Perú Libre? Pueden mencionarse varias compañías: Romero, Breca, Credicorp, Inercorp, Graña, Gloria, PPK, Cencosud, Braña y Montero, BBVA. Y hay más. Una recorrida sobre el mapa del poder económico peruano permite calificar el ataque como responsabilidad de un bloque exportador minero y financiero con profundo asentamiento en una dirigencia política cipaya y habituada a disfrutar su bienestar en base a los respaldos ofrecidos por ese núcleo. El contraste lo ofrece un pueblo mestizo con larga tradición combativa y pensante, que en los tiempos recientes aceleró su capacidad organizativa.
A partir de esta situación, los países más interesados en afirmar el desarrollo de la CELAC tendrán que hacer equilibrio para repudiar la situación anti democrática peruana, sin facilitar que el tema sea aprovechado por los aliados del Norte para dividir el cónclave e imponer ese debate por encima de los puntos esenciales. Más de un diplomático ligado a los mismos intereses que derrocaron a Castillo puede intentar enlodar los acuerdos al interior de la Comunidad reunida en Buenos Aires para frenar el andar confluyente.
La CELAC no es un bloque homogéneo. Comprenderlo, aceptarlo y operar en consecuencia es el desafío de quienes valoran su existencia y admiten que la política puede coordinar las diferencias. Sobre todo porque el resultado de la unidad, en el orden estratégico, si implica una definición conceptual.
Para adentrarse en los distintos factores, sugerimos la lectura de este diálogo en Nota al pie.
POTENCIAL. Son días de pelea y análisis. En simultáneo. Mientras la contienda en Ucrania sigue musicalizando el presente –son sonidos aterradores-, las calles peruanas denotan la voluntad de un pueblo emperrado en defender sus decisiones. Mientras Davos intenta maquillar su postura belicista frente a las condenas que recibe en las calles –Francia, Inglaterra, Alemania– pero también en su propio seno –la desterritorialización no es negocio para todos los miembros-, la CELAC pretende dar un paso más en la unidad de una región llamada a jugar un papel determinante en el nuevo orden de los emergentes.
En su conjunto, América latina conjugada ofrecería uno de los espacios más trascendentes en productos primarios y elaboración de alimentos. Pero también, con México, Brasil y Argentina como locomotoras, podría combinar ese potencial con industrias vigorosas y un know how joven de alto vuelo, listo para cooperar. La cuestión está ahí: sólo es posible ensamblar economías con aquellos que lo desean. En cambio, si algunos protagonistas sólo anhelan absorber sin retribuir, el panorama se complica.
Para redondear, sobre el fin de la semana que arranca, llega el canciller alemán Olaf Sholz. Ya veremos.
Un mundo atrapante. Y riesgoso, lector.
- Area Periodística Radio Gráfica / Director La Señal Medios / Sindical Federal
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