Tras una feroz represión en 13 de los 24 departamentos del Perú, y la muerte de al menos ocho personas, Dina Boluarte, presidenta en funciones tras la destitución de Castillo, llamó a la calma y justificó el accionar policial: “Las protestas ya están saliendo del marco legal porque queman comisarias, toman carreteras, no dejan pasar ambulancias, toman aeropuertos”, y agregó: “Lo único que puedo decirles es mantener la calma, el Perú no puede desbordarse en sangre, ya esa experiencia la vivimos en los ochentas y noventas, y no queremos volver a esa experiencia dolorosa, que nos marcó la vida y el rostro de miles de peruanos, queremos la calma y la paz y dentro de esa calma pongámonos a conversar”.
Posteriormente, su ministro de Defensa, Alberto Otárola, anunció el estado de Emergencia a nivel nacional, debido a “los hechos vandálicos y violentos, tomas de carreteras y caminos. Son actos que se están estabilizando y controlando por la policía nacional y las Fuerzas Armadas, pero requieren una respuesta contundente y de autoridad de parte del gobierno. La declaratoria de estado de emergencia significa la suspensión de los derechos de reunión, de inviolabilidad de domicilio, y libertad de tránsito”.
Radio Gráfica dialogó con Anahí Durand, docente de la Universidad de San Marcos de Lima, y ex Ministra de la Mujer y Poblaciones vulnerables del Perú, quien sostuvo que el conflicto social “se veía venir. El 92% de la población consideraba que si se iba Castillo también debía irse el Congreso que esta absolutamente deslegitimado, sin respaldo popular”.
Y agregó: “La clase política parecía no tener otra misión en la vida que destituir a Castillo y la señora Boluarte se sumó al complot y asumió la presidencia juramentando que su mandato iba a ser hasta el 2026 cosa que ya generó descontento y las protestas se potenciaron en las regiones del sur. El domingo a la noche se vio obligada a convocar a elecciones pero de acá a un año y medio, una burla”.
“La demanda es muy básica, que se vaya el congreso lo antes posible, se convoque a nuevas elecciones y se libere a Pedro Castillo, también exigen una nueva constitución, pero lamentablemente no hay señales de diálogo en el gobierno y se ha incrementado la represión”, continuó la referente.
Además, remarcó que “el drama de la democracia peruana es que está secuestrada por esta legalidad que la clase política maniobra a su medida. Creo que además subestimaron a la gente, pensaron que iban a sacar a Castillo y todo iba a seguir en la normalidad como pasaba antes cuando destituían presidentes. Y concluyó: “Hay un ensañamiento aleccionador, de que el indio no salga de su lugar, que su lugar no es la presidencia”.
La Fiscalía General presentó el martes un pedido de prisión preventiva por 18 meses contra Castillo, quien está acusado de rebelión, conspiración, abuso de autoridad y atentado contra la tranquilidad pública, lo que podría significar una pena de entre 10 y 20 años de cárcel. Esta noche se definirá si continúa detenido.
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