El dirigente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, tras participar en diversos congresos del gremio en diferentes regionales del país, destacó que la mayor demanda de los trabajadores es “recuperar el salario en un contexto de proceso inflacionario que lastima y deteriora permanentemente el poder adquisitivo”.
“Desde Tucumán a Tierra del fuego, todo el país tiene la misma problemática. Los trabajadores transmiten que se ha recuperado la producción, la actividad esta con niveles de pre pandemia y la economía crece pero los trabajadores tenemos más dificultades para llegar a fin de mes por que la puja distributiva continúa sin resolverse”, sostuvo.
El referente metalúrgico, a su vez, repasó los mejores y peores momentos de los trabajadores del sector según las diferentes gestiones de gobierno de las últimas dos décadas: “En 2001 fue el escenario más dramático de la UOM con 60 mil trabajadores. En 2003 con Néstor y luego con Cristina pudimos recuperar 250 mil trabajadores, que es el equivalente a los años ‘70, si tenemos en cuenta el proceso tecnológico que se incorporó en la industria. Desde 2015 a 2019 perdimos casi 70 mil puestos de trabajo, sobre todo cuando se abrieron las importaciones de computadoras que dejó sin posibilidad a ese sector productivo. Pero el daño que más sentimos fue la pérdida de poder adquisitivo que fueron casi 20 puntos del salario”.
Consultado por el panorama actual, Furlán remarcó: “Habiendo pasado la pandemia seguimos con dificultades. El gobierno tiene que poner énfasis en recuperar el rol protagónico de la política para minimizar los efectos de la inflación”.
Y enfatizó: “Desde el sindicalismo no vamos a poder recuperar salario si no hay un gobierno mirando ese proceso. No hay solución gremial sin solución política. Podemos tener al dirigente más lúcido pero si los intereses que queremos alcanzar no son acompañados por el proceso político, quedan inconclusos. Cuando el peronismo supo interpretar las necesidad del movimiento obrero y aplicar políticas para darle respuesta a eso, fue cuando mejor estuvimos los trabajadores, pero fue la política la que generó las tensiones necesarias para impulsar una puja distributiva. Con Cristina lo logramos. Tuvimos un promedio salarial de U$2400, hoy es de U$1000″.
Consultado por las declaraciones de la ministra de Trabajo, Raquel Olmos, respecto de que el aumento salarial puede impulsar la dinámica inflacionaria, sostuvo: “Los trabajadores no hemos sido responsables en absoluto de la inflación, no se puede pensar que por pedir recuperar salario tengamos responsabilidad en el proceso inflacionario, que busquen por otro lado, porque hemos sido la víctima de este proceso. Ojalá le encuentren la mano a moderar la suba de precios porque si no, no hay paritaria que aguante, además, la recuperación de salario la discutimos sobre el indicie general de precios, pero en la góndola hay otra realidad”. Y subrayó: “El trabajador promedio que debe estar en los 90 o 100 mil pesos, gasta el 100% de su salario en la canasta básica”.
Por otro lado, celebró la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, ya que “puso la política en la centralidad porque estuvimos cerca de que el mercado imponga sus reglas de juego. Esa expectativa sigue estando latente. Queremos que al ministro le vaya bien así a los trabajadores le va mejor”.
Por último, se refirió a las elecciones en Brasil, en las que compite el ex metalúrgico Lula da Silva: “Esperamos que a Lula le vaya bien y pueda ganar. Es una elección compleja pero estamos con mucha expectativa de que retorne porque no es un problema solo de los brasileños sino de la región, porque creemos que debería haber una mirada de la patria grande distinta a la que tiene el actual gobierno”. “Que vuelva Lula al gobierno es imprescindible para recuperar el protagonismo que supimos tener con Néstor y Chávez en un mundo donde las tensiones sobre los intereses que están en juego es cada vez más feroz”, concluyó.
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