Por Fidel Fourcade*
¿El marco? Colmado. A las 21:30 hs comenzó el acto mortuorio. Como es costumbre y con la “celebración” de la muerte del artista sonaron las primeras barras de “Post Mortem”, canción que le da nombre al disco, al tour y que sirve de leitmotiv. La puesta en escena, el equipo, la crew y el mismo Luna Park al servicio de una versión trapera del “desentierro del diablo” que suma adeptos de todas las edades y palos.
La noche siguió con “Pelotuda” y mashup entre “Una vela” de Intoxicados y “Rilli Rilli” que justamente menciona al Pity en su comienzo. Dylan es un artista que a pesar de ser muy joven -21 años-, ya tiene muchas canciones, himnos y un par de hits para pasar de 0 a 100 y de 100 a 0. Lo que fue una constante durante gran parte del show y que hizo que quedarse quieto tanto en el campo como en las plateas sea casi imposible.
El contexto siempre es contexto. Si todavía se habla del ascenso meteórico de muchas de las figuras de la música urbana del país, el caso de Dillom es el mejor ejemplo para explicar y terminar de entender lo que pasa con el género que copó el semillero de los artistas argentinos. El trap argentino es un género musical en sí y se escucha y copia en el mundo entero. Desde la salida de “Post Mortem” en diciembre pasado, lo de este muchacho es todo un suceso y es fundamental para entender porqué el show fue sold out a los pocos minutos de lanzarse la fecha allá por julio.
El show que promete pasar por lo largo y ancho del país, ya estuvo en Tucumán, San Juan, Neuquén, Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Mendoza entró en su segunda fase cuando se vaya a la Plata, Bahía Blanca, Corrientes y Salta antes de llegar a España en noviembre. En todos las locaciones el sold out y el dato que ayuda a explicar un poco el fenómeno de Dillom es que justo ayer, su álbum “Post Mortem”, llegó a las 100.098.861 reproducciones en Spotify.
Un poquito después de las 22:00 y después de cantar parte del set desde la cabina del sonidista, ubicado en la platea frente al escenario, Dillom se dió el lujo de navegar entre el mar de gente que lo acompañó en un bote inflable hasta el escenario de nuevo. 22:12 fue la hora del alunizaje. Todavía había espacio para los invitados y el trolleo.
Un ratito más tarde fue el turno de “Dos”, canción recientemente lanzada junto a Miranda! en lo que fue el momento más alto de la noche seguramente. Con Ale Sergi y Juliana Gattas con la energía y la onda características se iba terminando una noche con todos los condimentos.
“Cuando tomo alcohol siento que lo que hago no está tan mal”
Más allá del fenómeno que causó su disco y lo rápido que aumentaron sus seguidores, cosa que sinceró el mismo artista en uno de los momentos en los que habló al público y antes de tocar “220”, Dillom resulta ser un interesante cristal para ver a través de él en qué andan los artistas de su generación desde el más trapero como el Duki hasta el más trash como El Doctor.
La noche se iba terminando, ya casi pisando las 23:00, con toda la Rip Gang habiendo pasado por el escenario. Pero antes, todos los presentes nos comimos un trolleo que causó sorpresa y gracia por igual. Una de las primeras apariciones de Dylan en el mainstream fue su Bizarrap Session que al son de “esto es trap, lo tuyo es basura” generó polémica en su momento. Disparó la pista un par de veces insinuando que se veía la canción, apareció alguien con una gorra de BZP, pero no era. Nos comimos el amague.
Sobre el final sonó “La primera”, primera canción del disco y paradójicamente la última canción que eligió Dillom para cerrar una noche que tuvo puntos altos, escenografía temática, a toda su gang y movimiento que excede su “Post Mortem”.
(*) Resistiendo con Ideas (viernes y domingos de 22 a 00 horas)
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