Rafael Enrique Lugo, ex soldado del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 de La Tablada e integrante del Centro de Veteranos de Guerra de La Matanza, estuvo en Radio Gráfica. Habló sobre su desempeño durante el Conflicto del Atlántico Sur. La emoción de recordar a sus 649 compañeros que custodian las Islas y el reencuentro con su familia luego de la colimba y su paso por las Islas.
Lucas Molinari: ¿cómo estás viviendo estos 40 años?
Rafael Enrique Lugo: Hace rato que no me estaba dando con el Centro. Si bien era parte, pero no estaba participando tanto. En estos 40 años me sumé a ese proyecto de malvinizar y participo más en el centro. La verdad que estoy viviendo unos momentos maravillosos. Si bien la guerra en algún momento, nos pegó duro, hoy también tenemos que decir que gracias a Malvinas recibimos muchas caricias en el corazón. Eso está bueno con el tema de malvinizar.
LM: ¿Qué actividades están haciendo?
REL: Estamos dando charlas en los colegios y en cualquier evento que nos invitan. Nos gusta contar nuestra historias que vivimos en Malvinas.
LM: ¿Qué estás recibiendo de los chicos y de las chicas?
REL: Lo que estoy recibiendo es la atención al tema de Malvinas. Eso para nosotros es muy importante. De hecho, compartimos una hora u hora y media con cada curso y la verdad que los chicos te preguntan lo que viviste, como pasaste en Malvinas, como se alimentaron, cómo vivieron esos 74 días que fue lo que duró la guerra, pero la verdad que ante todo es mucho cariño y eso a nosotros nos hace muy feliz.
LM: ¿Te descolocan a veces con algunas preguntas?
REL: Y si porque viste como son los chicos. Nosotros estamos con chicos de jardín, de primaria, y a veces de primer o segundo grado. Te preguntan si mataste a alguien, tiraste algún tiro. Nosotros estuvimos en primera línea de Puerto Argentino, tuvimos la suerte de no tener ese combate cuerpo a cuerpo. A veces a los chicos les tratamos de armar la respuesta, pero no tuvimos ese combate cuerpo a cuerpo.
LM: Hay miles historias de Malvinas así que vamos a ir con la tuya ¿Qué recordás de aquel 2 de Abril?
REL: Hice el servicio militar obligatorio en el año 81 en el Regimiento de Infantería Mecanizado 3. Hacíamos un año de colimba, primero las instrucciones en Ezeiza, que duraba alrededor de 45 días.
Volvimos al regimiento y ahí empezaba lo que era para nosotros hacer la colimba. A los seis o siete meses empezaban a darte de baja, tuve la suerte, entre comillas, de quedarme la última baja que se daba recién en marzo. En marzo o abril empezaba a entrar la Clase 63 que terminaba de hacer la instrucción en Ezeiza.
Juan Natalizio: ¿Te portabas bien?
REL: No, me quedé para la última baja, era bravo la verdad. Cuando uno soñaba que decían “ya está, ya cumplimos”, apareció el 2 de Abril con la recuperación de las Islas Malvinas. Ese territorio que quizás tanto amamos, porque muchas veces decimos que amamos nuestro suelo, nuestro querido país, y a veces así como lo amamos a veces somos también medio despectivos, pero nos olvidamos de esos lugares.
Cuando llegó la noticia que habíamos recuperado las Islas Malvinas, ahí nos empezamos a hacer un montón de preguntas, ¿qué iba a pasar con nosotros? Cuando empezamos a ver que a nuestros compañeros que les dieron de baja los volvieron a incorporar.
LM: ¿Estabas en regimiento el 2 de Abril?
REL: Sí, todavía estaba.
JN: ¿Sabías algo de Malvinas?
REL: No. Sinceramente, no sabía nada de Malvinas.
LM: Lo cual demuestra que la instrucción no se hablaba de la Cuestión Malvinas.
REL: Nunca se habló que yo tenga conocimiento. La instrucción era aprender a armar y desarmar un fusil, una pistola, hacer guardia, pero de lo que era Malvinas específicamente no se hablaba.
JN: Cuando se empiezan a incorporar tus compañeros los que habían hecho el servicio militar durante 1981 ¿cuál era el clima en el Regimiento?
REL: Nosotros estábamos muy entusiasmados. Teníamos el desconocimiento de lo que es una guerra, pero estábamos entusiasmados cuando nos decían que habían recuperado las Islas y teníamos que ir a defenderlas. No nos dijeron directamente que íbamos a ir a Malvinas, nos fueron preparando porque íbamos a ir de reserva de algún regimiento, pero no específicamente a Malvinas.
Cuando empezamos a ver que nuestros compañeros regresaban al regimiento, en mi caso personal, dije “de la baja, hoy por hoy, me tengo que olvidar. Seguramente voy a estar un tiempo más y vamos a ver qué nos depara la vida”.
LM: ¿Qué venías haciendo?
REL: Trabajaba porque había dejado de estudiar porque sinceramente era vago para estudiar. Hablando con mis padres les comente que quería trabajar, ayudarlos a ellos. Trabajaba en el departamento de policía donde se hacía la cédula, ella trabajaba en una casa de familia arriba y yo trabajaba en el barcito de la esquina que hoy actualmente sigue estando. Trabajaba, me juntaba con mis amigos, iban a jugar a la pelota, era esa mi vida.
LM: ¿Qué era lo que más extrañabas? Cuando te dieran la baja ¿Qué es lo primero que pensabas hacer?
REL: Lo primero era juntarme con mi familia y decirles que los amaba, que había terminado el servicio militar, que había cumplido y ver a mis amigos.
JN: Cuando les toca salir para Malvinas ¿salen del regimiento sin el conocimiento que el destino final era Malvinas?
REL: El 11 de abril a las 5:30 de la mañana nos suben a los camiones, a los unimog y nos llevan a Campo de Mayo. Estamos ahí varias horas, nos embarcan y nos llevan a Río Gallegos. Ahí nos dan de comer un plato de polenta y nos embarcan a Malvinas. Nos dicen que vamos directamente a Malvinas.
JN: Hasta ese momento que partís para Malvinas ¿tuviste comunicación con tu familia?
REL: No, en lo personal, como me quedé para última baja, dos meses anterior a esto, no salía del Regimiento porque estaba privado y no pude ver a mis viejos. Estuve casi 74 días que duró la guerra más dos meses anteriores que no pude ver a mi familia.
JN: ¿Les pudiste escribir cartas antes de irte?
REL: No, nada. De hecho, cuando una vecina se entera que había movimientos en el Regimiento y le comentó a mi papá. Él, por no preocuparla a mi mamá, no le comentó esto, ponele que haya sido un día viernes, se lo guardó para él y cuando mi mamá se enteró de esto, de los movimientos, se fue para el Regimiento.
Nosotros venimos de una familia de ese momento humilde. Muy humilde. Nos costaba mucho todo. Cuando mi mama fue al Regimiento, el domingo a las 7 de la mañana, le dijeron que a las 4:00 de la mañana ya habíamos partido, que no estábamos. Mi vieja, en algún momento, le reprochó a mi papá por qué no avisó antes. Porque de esa manera le permitía a ella aunque sea despedirse de mí. Cosa que no pudo hacer.
LM: ¿Cuándo llegaste a Malvinas?
REL: Estamos hablando del 11 de abril. Nosotros llegamos a Malvinas el 11 de abril alrededor de las 12 del mediodía
LM: ¿Qué recordás de esa llegada? ¿Cuál fue la primera impresión de las Islas?
REL: La verdad que mirábamos para todos lados y era hermoso. Ver lo que es Malvinas y estar ahí, era una locura. Era algo que la mayoría de nosotros nos quedamos “con la boca abierta”, como uno dice. Nosotros todavía no sabíamos dónde ir, no teníamos destino, no sabíamos dónde íbamos a estar.
LM: ¿Hubo intercambio con los kelpers, los malvinenses?
REL: No, nosotros teníamos prohibido tener contacto con ellos. No podíamos tener contacto con ellos. Todo el pueblo estaba de alguna forma custodiado por la policía militar y nosotros no podíamos tener contacto con ellos.
LM: ¿Qué recuerdos tenés del 1º de Mayo?
REL: El recuerdo es los bombardeos. A partir de ese dia, entre las doce y una de la mañana empezaron los bombardeos desde las fragatas. Lo que recuerdo son gritos, llantos de mis compañeros. Eso realmente creo que lo llevo conmigo.
JN: ¿Cuál era tu función que hacías en Malvinas?
REL: Era parte de un grupo, era un soldado más en un grupo de 10. Éramos 10, más el Sargento o el Cabo que estaba a cargo de ese grupo.
JN: ¿Dónde estaban ustedes?
REL: A nosotros nos tocó con el Teniente Coronel Cándido Diaz que era Jefe de Regimiento en ese momento. Se ofreció al Regimiento para estar en las primeras líneas de Puerto Argentino. Si en algún momento desembarcaban, cosa que no pudieron.
JN: Se pensaba que los ingleses iban a desembarcar muy cerca ¿por eso hicieron esa primera línea a la que te referís?
REL: Exactamente. Nos tocó estar en esa primera línea nosotros. Ahí estuvimos los 74 días.
JN: ¿Dónde dormías? ¿Habían hecho un pozo o con carpa?
REL: Tuvimos que hacer pozos porque de esa manera tratábamos de evitar que, en este caso, la flota británica pudiera detectar donde estaban nuestras pocisiones. Nosotros hicimos unos pozos donde dormíamos, comíamos y desayunábamos los 74 días que estuvimos en Malvinas.
Puedo asegurar que fue horrible eso porque nosotros dormíamos y a la mañana nos levantábamos en el pozo lleno de agua. Amanecíamos mojados. No teníamos suficiente ropa como para que, al otro día, me pudiera volver a cambiar la ropa y estar bien.
LM: ¿Cuál fue la relación con los superiores?
REL: Nuestra compañía estaba dividida en cuatro secciones. A nosotros nos tocó el Teniente Primero Santarelli. La verdad, fue un padre para nosotros. Nos tocó gracias a Dios, una persona que realmente nos cuidó mucho. Y así como digo esto, puedo decir que la otra parte de la compañía tuvo suboficiales que fueron lamentables. Fueron peores. Se portaron mal con los compañeros en Malvinas.
LM: Por eso siempre preguntamos esto, para dar cuenta que hay diferentes experiencias.
REL: Éramos 14.000 más o menos los ex combatientes que estuvimos en Malvinas y tenés 14.000 mil historias distintas. A todos nos pegó de distinta manera la guerra de Malvinas.
LM: ¿Qué recuerdo tenés del laburo con tu grupo, de la solidaridad en ese momento extremo?. ¿Qué anécdota podés contar?
REL: Nosotros estábamos en un pozo. Del pozo no podías salir. Tenías que estar todo el tiempo ahí. No teníamos esa posibilidad de poder hablar con el otro. Estábamos con el compañero que teníamos al lado, pero era todo el tiempo darnos aliento porque hay muchos muchachos que la sufrieron. El tema de Malvinas lo sufrieron mucho.
Mi labor era más allá de cuidarnos el uno al otro, era alentar a mi compañero para que no sintiera eso. Para que tuviera fe y la fuerza para decir “esto ya va a terminar en algún momento, y vamos a poder volver y estar con nuestros seres queridos”.
JN: En ese pozo que hicieron ¿Vivían sólo dos?
REL: Nosotros éramos tres. Un soldado, un suboficial y yo. Tres.
JN: ¿Qué hacían durante el día? ¿Cómo fue el día de ustedes en Malvinas?
REL: Estábamos dentro del pozo, mirando hacia la costa y por momentos nos dedicamos a tomar mate de leche, o viendo que íbamos a hacer de comer, tratando de sacar un poco de agua de ese pozo que todas las mañanas nos encontrábamos. Así se pasaba el día. Muy rara vez podíamos salir del pozo.
JN: Lucas te menciono el 1º de Mayo a ustedes los marca porque empiezan los bombardeos, pero después hay fechas importantes que son el 2 d Mayo el Hundimiento del Crucero, el 4 de mayo el ataque argentino al Sheffield, el 21 de Mayo el desembarco de los ingleses. Dentro de esas fechas, ¿Te llegaba información? ¿Alguna fecha te marcó?
REL: La del hundimiento del General Belgrano. Esa es la verdad que nos marcó a todos. A mí en lo personal porque si bien nos llegaban un poco tarde las informaciones, de hecho, tenemos compañeros que estuvieron y que se pudieron salvar del hundimiento que murieron 323. Eso nos marcó mucho.
JN: Les llegó la noticia y te impactó.
REL: Si, más porque se decía que pasó fuera de las 200 millas. La verdad eso nos impactó un montón.
LM: Ahí estaba la certeza de que los ingleses venían por todo.
REL: Sí. Exactamente. Los primeros días que nosotros estuvimos en Malvinas recibimos bien la comida y la ropa. Cuando empezó el 1º de Mayo con el tema del bombardeo, prácticamente no recibimos más nada. Teníamos que alimentarnos de alguna forma de las raciones que teníamos. Nos daban, a veces, raciones frías en bolsas que nosotros las íbamos guardando porque ellos te decían que todavía no había empezado lo más duro. Eso también pensaba, que en algún momento se iba a dar de esta manera. Ahí no ya comíamos bien.
LM: Hay un concepto que está muy generalizado que es “Los chicos de la guerra”, que no hubo preparación ¿Qué opinas vos al respecto?
REL: No somos chicos de la guerra. Si bien teníamos 18 y 19 años, pero nosotros estábamos convencidos de que queríamos ir a defender nuestra Patria, nuestro territorio. Quizás, no estábamos preparados, te puedo decir que si, que no estábamos preparados. Pero teníamos un amor, un entusiasmo, sin saber lo que es una guerra, nos sentíamos orgullosos y con las ganas de ir a defender la Patria. Nosotros no nos consideramos los chicos de la guerra.
LM: ¿Por qué crees que se generalizó tanto esa idea?
REL: Primero porque éramos chicos de 18 a 19 años. Después porque todos sabemos que nosotros nunca vivimos una guerra. Lo más cercano que tuvimos fue ese conflicto con Chile en el Canal Beagle, pero después no tuvimos ninguna guerra. O sea que no teníamos experiencia. Por eso, creo que se dijo los chicos de la guerra.
LM: No es el caso de los británicos que provocan guerra aquí o allá.
REL: Seguramente, por eso ellos están acostumbrados. Nosotros la verdad que no. Por eso cuando uno escucha el concepto de los chicos de la guerra, nosotros no somos chicos de la guerra.
LM: Suena “despectivo”.
REL: Para nosotros, sí. Nosotros cumplimos con el servicio militar obligatorio. Después, podemos hablar de la dictadura y demás, pero nosotros cumplimos con el servicio militar obligatorio. Nos tocó a nosotros, a la Clase 62 y parte de las 63, de ir a defender Malvinas. Nos sentimos orgullosos de lo que nos tocó a nosotros.
LM: ¿Qué recuerdos tenés del cese de fuego aquel 10 de junio del 82?
REL: Del 14 de junio cuando termina. Entre la noche del 13 y el 14 de junio que fue el último bombardeo que se hace también inclusive hasta Puerto Argentino. Fueron momentos muy difíciles. En algún momento habíamos levantado de primeras líneas e íbamos a ir en apoyo a una compañía que estaba combatiendo. Nos queda ese momento de levantarnos e ir a acompañar y ayudar a nuestros hermanos que estaban combatiendo con los ingleses.
LM: ¿Eso fue por la mañana?
REL: Eso fue por la mañana, pero el bombardeo que recibimos el 13 a la noche fue horrible. Muchos gritos.
JN: A partir del 10 de Junio comienzan los combates finales por Puerto Argentino y ¿ustedes vieron estos combates? El de Longdon, Dos Hermanas, y así.
REL: Nosotros lo que podíamos ver, desde las posiciones que estábamos, cuando venían las fragatas, y salían los aviones nuestros y bombardeamos nosotros a las fragatas. Eso es lo que nosotros podíamos ver de la primera línea que nosotros estábamos.
JN: El 1º de Mayo la Fuerza Aérea Argentina va a atacar ¿vos pudiste ver ese ataque?
REL: Si. Nosotros los veíamos.
JN: Es importante porque los ingleses dicen que ese dia no los atacó nadie
REL: Los veíamos. De hecho, veíamos cómo pasaban los aviones por encima nuestro.
LM: Siempre reponemos esa actuación de la Fuerza Aérea Argentina del 1º de Mayo que explica la fuerza que le dio Thatcher al hundimiento del Belgrano. Pegar bajo para que haya guerra si o si, y también pegar bajo como para que la moral de los argentinos caiga.
REL: Creo que ellos se sorprendieron al vernos. Una vez que el 14 terminó la guerra y vos te podías cruzar con algún que otro inglés, se sorprendieron de ver los chicos que éramos nosotros.
JN: ¿Pensás que como soldado, ese 14 de junio, si le daban la orden, podían hacer algo más ese 14 de Junio o ya estaba?
REL: Creo que ya estaba. Continuar eso era que ellos se proponen bombardear Puerto Argentino y ahí hubiesen hecho un desastre.
JN: Para eso los ingleses no tienen problema, civiles o no civiles, no tienen problema.
REL: Exactamente. Ellos con tal de recuperar el territorio, hubiesen hecho tranquilamente.
LM: ¿Cómo fue la vuelta?
REL: Fue más difícil que la ida. Porque nos costó a todos integrarnos a la sociedad. Yo soy una agradecido de la sociedad porque los argentinos cuando vivimos situaciones como estas son muy solidarios.
Nos costó mucho integrarnos porque de alguna manera el Estado nos abandonó, aunque el Estado puede decirte que no nos abandonaron porque habían hospitales del Estado donde nosotros nos podíamos ir a atender, pero creo que no era la manera.
Nos costó mucho insertarnos o conseguir trabajo. Empezamos las luchas, pudimos conseguir trabajo, pudimos hablar con la gente y hacerle entender que nosotros no éramos “los loquitos de la guerra”, como se decía.
LM: ¿Cuándo empezaste a participar? ¿Cómo es tu vínculo con el Centro de Veteranos?
REL: Más o menos hace 10 años que estoy participando en el centro. Me empecé a dar más por el tema de que en los últimos tiempos había trabajado en una estación de servicio, ahí por el mercado central y venían unos compañeros a cargar y me decían “nos estamos juntando, ¿por que no venis?”.
LM: ¿Te conocían ya?
REL: Si, porque me habían visto en la estación de servicio
LM: ¿Muchos de los que estuvieron en tu regimiento eran de La Matanza?
REL: La mayoría son de La Matanza. Me dijeron “¿por qué no te acercas?”. Me costó casi 20 años poder integrarme de nuevo con los compañeros de Malvinas. Después de 20 años volví a darme con ellos.
JN: ¿Cómo fue el regreso a tu casa y que pasó post ese regreso?. Dos meses de conscripto sin ver a tu familia, 74 días en la guerra ¿Cómo fue el momento de llegar a tu casa? ¿Cómo empezaste todo ese camino para llegar a los 20 años del reencuentro con los combatientes?
REL: Nosotros el 19 de junio llegamos a Puerto Madryn, el día que se quedó sin pan. Nosotros les pedíamos a la gente, ellos te traían de todo, pero queríamos pan que era lo que no habíamos visto en Malvinas. Esto termina el 14 de junio. Estamos 15 y 16 de junio dando vueltas por ahí. El 17 me embarqué en el Canberra que venían 700 soldados ahí, y el 18 de junio cumplo años.
JN: ¿Cómo fue tu cumpleaños?
REL: Mis compañeros me cantaron el feliz cumpleaños. Estábamos en unos camarotes donde nos habían puesto alrededor ocho o diez. La verdad fue algo especial, es algo que no te podes olvidar jamás. El 19 estuvimos en Puerto Madryn.
De Puerto Madryn nos suben en los camiones y nos llevan a Campo de Mayo. Ahí nos querían tener dos o tres días para darnos comida, la que no nos habían dado en Malvinas, para que nos veamos un poco mejor porque a muchos se les veían los huesos. Fue terrible lo que pasó en el último mes en Malvinas.
Mi familia se enteró, se ve que había tanta presión en Campo de Mayo que empezaron a destinar a cada uno a su Regimiento. Mi mamá se enteró que estaban viniendo los soldados y se viene a infantería
JN: ¿Le escribiste una carta o algo en Malvinas?
REL: Cuando estaba en Malvinas, si. Lo que pasa es que nosotros mandábamos una carta el día lunes, y llegaba el día viernes. Cuando la mandábamos por ahí estábamos vivos, pero después tenías cuatro días de bombardeo hasta que le llegara la carta a mi mamá no sabía si estaba vivo o muerto.
Llegamos al Regimiento, empezó a juntarse la gente, fue tanta la presión que la gente se metió en el Regimiento. La gente había entrado y estaban buscando a los familiares.
LM: Qué fuerte eso. Las familias desbordaron la seguridad del regimiento
REL: De hecho, tiraron el alambrado del Regimiento porque querían encontrar a sus hijos. Para nosotros volver a encontrarnos con nuestra familia era tocar el cielo con las manos. En el momento que mi mama me busca, pero ella no me ve a mi, yo la veo a ella. La abracé de atrás. Se dio vuelta. Me abrazó, me tocó todo y me dijo “¿estás vivo?¿sos vos?” Es un momento en el que el silencio te lo dice todo.
LM: ¿Qué te quedó en el tintero?
REL: Quiero agradecerle a mi viejo y a mi vieja. El tema de Malvinas me toca y lo voy a llevar el resto de mi vida. Nosotros no somos los chicos de la guerra, nos sentimos orgullosos de haber ido a defender nuestras islas y creo que a la mayoría si le volves a preguntar si irían nuevamente con esa edad, y la mayoría te diría que sí. Orgullosamente. Sea en las condiciones que tengamos que ir, lo volveríamos a hacer, a defender la Patria.
Nosotros el 20 de Junio cuando juramos la bandera, juramos defenderla hasta perder la vida si fuera necesario. Una manera de mantener viva la Causa es malvinizar, que es lo que hacemos nosotros cada día que podemos. No hay que olvidarse de los 632 que se quedaron custodiando nuestras Islas. El tema Malvinas nos toca a todos aquellos que tenemos puesto en este suelo y el que crea que no es así, le diría que hable cinco minutos con esas madres, hermanos que todavía a 40 años de Malvinas están esperando que sus hijos vuelvan.
- Entrevista realizada por Lucas Molinari y Juan Natalizio en Malvinas, 40 Historias (Martes de 14:00 a 15:00 horas).
- Colaboración de Carolina Ocampo
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