“En el negocio conviven actores marginales disputando a los tiros el territorio para la venta de droga, pero también protagonistas más elegantes, ese guante blanco que no aparece en la sección policial de las noticias y que ayuda a darle forma lícita al negocio narco”, escribió el periodista en su nota publicada en el medio RedBoing.
En diálogo con Radio Gráfica Rodrigo Miró relató cómo fue que a partir del asesinato de un narco quedaron expuestos los vínculos “del mundo plebeyo con la opulencia del centro”.
“Santa Fe es una provincia azotada por el narcotráfico: entre 2021 y los primeros ocho meses de 2022, hubo 434 homicidios en Rosario, es decir, un 500% más de homicidios que en la Ciudad de Buenos Aires, el Conurbano o Córdoba”, explicó a modo introductorio, al tiempo que recordó los dichos de Marcelo Sain (ex ministro de Seguridad de Omar Perotti) y “una de las personas que más sabes de criminología”, quien sostiene que “en Santa Fe cuando tiras del hilito de algún crimen de arquitectura plebeya, enseguida llegas al palacio. Y en este caso de Patricio Carey sucedió exactamente eso”.
“Había un narco reconocido que era uno de los pesos pesados de la barra de Newell’s, Marcelo “Coto” Medrano, a su vez dueño de una franquicia de los Monos; manejaba la zona norte de la Ciudad de Rosario, parte de Granadero Baigorria y disputaba San Lorenzo, la zona del puerto de Rosario. Fue ejecutado frente a una YPF en Granadero Baigorria, y en su teléfono, había evidencia de que ese mismo día había pasado por Cofyrco, una “cueva” cuyo uno de los titulares de la firma era Patricio Carey”, explicó.
“Cuando lo matan de 15 disparos a Coto Medrano, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietraal, que han trabajado mucho la criminalidad compleja, encuentran que en el teléfono de la víctima había evidencia de que ese mismo días, 9 horas antes, había cambiado 17600 dólares en una financiera del centro, a media cuadra de la Bolsa de Comercio de Rosario. Así empieza lo que termina siendo algo así como levantar la alfombra y ver que había debajo”.
Consultado por la figura de Patricio Carey, el periodista contó que “es la segunda generación, la camada joven de un apellido de mucho renombre en la parte glamorosa de Rosario. Somos una ciudad de un millón de habitantes, pero en algunas cosas somos como una pequeña ciudad, y hace décadas que hay cuatro o cinco apellidos grandes, poderosos, dueños de la salud privada, de las financieras, de las grandes constructoras, que siempre tuvieron poder. En la última década el crecimiento exponencial del narcotráfico no hubiera sido posible solamente por los soldaditos en los búnkeres. Hizo falta complicidad política, judicial, empresarial, donde están las cuevas que lavan el dinero que viene de los búnkeres”.
Y agregó: “Hasta hora al narco lo cocieron a balazos y el financista que le cambió dólares esquivó el juicio, pero algunos socios de la financiera ya asumieron su responsabilidad y arreglaron juicios abrevados de multa económica y penas excarcelables”.
“El crecimiento exponencial del narcotráfico no hubiera sido posible solamente por los soldaditos. Hizo falta complicidad política, judicial, empresarial, donde están las cuevas que lavan el dinero que viene de esos búnkeres”
Por su parte, Carey “pretendió mostrar su inocencia, diciendo que era apenas una persona más de la firma, pero el fiscal Narvaja, demostró que el lugar que aparecía como auspiciante de torneos de golf y otras cosas elegantes en la ciudad, no tenía ningún tipo de inscripción en AFIP ni en el Banco Central, es decir, tenía apariencia de financiera seria pero no era más que una cueva donde los empleados estaban en negro y tenían un protocolo de actuación en caso de ser allanados. En marzo de 2021, las fuerzas de seguridad irrumpen por la fuerza en esta cueva y cuando entran los dueños, Patricio Carey entre ellos, se escapan por la puerta de atrás y se activa un protocolo de empezar a romper y esconder cosas”.
“Cofyrco tenía apariencia de financiera seria pero no era más que una cueva donde los empleados estaban en negro y tenían un protocolo de actuación en caso de ser allanados”
Al ingresar a la cueva, “los fiscales encontraron una bolsa con 174 DNI. Hay otra empresa involucrada, un boliche donde los chicos que querían pedir un trago debían entregar el documento, muchos se olvidaban esos documentos, y la instrucción para los empleados de la barra del boliche, era dárselos al encargado que los juntaba y los iba llevando a la financiera para después con esos DNI, comprar dólares en mercado oficial”, explicó Miró.
Y continuó: “La Fiscalía se tomó el trabajo de llamar uno por uno a todos los que habían perdido los documentos, todos los perdieron en el boliche ‘Ming River House’, lugar que casualmente había sido noticia por la muerte del joven Carlos “Bocacha” Orellano, quien había ido a bailar en febrero de 2020 y nunca regresó a su casa. “Orellano apareció dos días después muerto en el Paraná. En este boliche el papá de Orellano fue el primero que alertó que había relación entre estos boliches de la zona del Río Paraná con esta financiera y lo que él tiene como hipótesis de trabajo es que lo que vio su hijo era algo que no tenía que ver”.
El periodista además puso de ejemplo otro crimen plebeyo cuya investigación terminó señalando en la dirección de figuras poderosas de la provincia: en enero de 2020 un sicario de los monos, fue hasta las inmediaciones del casino de Rosario e inició una balacera. “Casualmente, justo había un apostador que salió a fumar un cigarrillo y termina muerto por esos disparos. A los pocos días, los fiscales, dan con la información sobre el tirador del casino, y cuando lo están persiguiendo el tirador descarta su teléfono y allí encuentran que en realidad la extorsión al casino era parte de una trama de los apostadores del juego ilegal. Así descubren que había un fiscal provincial, Gustavo Ponce, el jefe de los fiscales de Rosario, Patricio Serjal, y un senador provincial, Armado Traferri, involucrados. Los fiscales denunciaron y pudieron condenar a policías también en esta causa, donde había toda una trama político-judicial que protegía el juego ilegal y estaba vinculada con los monos”.
Tras el descubrimiento de los mensajes en el teléfono de Medrano, “quedó a la vista que ese integrante de Los Monos, relacionado con las cárceles, las armas, la venta de drogas y el para avalanchas leproso, tenía contactos en el sector financiero. El azar quiso que al mismo tiempo que Medrano cayó ultimado a balazos, se rompa esa especie de vidrio polarizado que esconde la relación entre los narcos que se matan en los barrios, con las financieras que hacen eventos llenos de glamour. Y al joven Patrio Carey, que quizás soñó hasta ese día con emular al “Lobo” de Wall Street, se le abrió una nueva etapa en su vida”, concluyó Miró en su artículo.
- Entrevista realizada por Gabriel Fernández en La Señal
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