El 15 de agosto de 1972, durante la dictadura de Alejandro Lanusse, 25 presos políticos se fugaron del penal de máxima seguridad de Rawson y recorrieron 21 kilómetros hasta el Viejo Aeropuerto de Trelew con el objetivo de llegar a Chile, gobernado por Salvador Allende.
Solo seis lograron tomar el vuelo hacia el país limítrofe, el resto del grupo no llegó a abordar el avión y se entregó a las autoridades militares, bajo la condición de que los retornaran al penal y que se garantizara su seguridad.
Sin embargo, los detenidos fueron trasladados a la Base Aeronaval “Almirante Zar”, dependiente de la Armada y en la madrugada del 22 de agosto, fueron obligados a salir de sus celdas para ser ejecutados. La versión oficial de la dictadura indicó que se había producido un nuevo intento de fuga y que el enfrentamiento dejó un saldo 16 prisioneros muertos. Las víctimas eran militantes de las organizaciones FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Montoneros.
Radio Gráfica estuvo presente en los actos de homenaje a los mártires y dialogó con diferentes referentes. Mario Sadras, periodista del medio, reportó: “Ayer visitamos el penal de Rawson y hoy la base Almirante Zar donde habrá una muestra fotográfica y la inauguración de un mural llamado ‘el día de la fuga’”, y agregó: “Está involucrada toda la sociedad de Trelew; la ‘comisión de vecinos por la solidaridad con los presos políticos’ fue inmensa porque lograron quebrar una de las condiciones que buscaba imponer la dictadura que era el aislamiento y desmoralización de los presos”.
Fernando Vaca Narvaja, uno de los sobrevivientes, señaló: “Hay emoción, hay alegría, sobre todo por las nuevas generaciones, porque demuestra que la sangre derramada no fue en vano”. Por su parte, Mario Antonio, hijo del comandante del ERP, Mario Roberto Santucho sostuvo: “Llama la atención que siga habiendo tanta emoción que no pensé que iba sentir, porque hace mucho que venimos, y uno siente que la fuerza de esta historia recuperada ya se vivió. Era difícil que 50 años después uno lo sienta con tanta fuerza, pero es una historia viva”.
“La sangre derramada no fue en vano”
El secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla también estuvo presente: “Estamos reflexionando sobre lo que le pasó a compañeras y compañeros del campo nacional y popular, y haciendo un paralelismo con este lawfare actual. Hay un poder judicial con características de persecución distintas a lo que fue la dictadura militar, pero cuyas víctimas son las mismas; referentes, compañeras y compañeros que pueden llevar adelante proyectos de redistribución de la riqueza de nuestro país. Es el gran conflicto histórico que tenemos, la persecución de esos sectores de poder que no quieren que sigamos soñando con esa patria igualitaria”, expresó.
El abogado especializado en derechos humanos, Pablo Llonto, a su vez, destacó el rol de los abogados que intentaron defender las garantías y derechos de los presos políticos durante aquel episodio de terrorismo de Estado: “Para nosotros significa mucho. En esa época con la Gremial de Abogados, inmediatamente se conoció la noticia de la fuga, los compañeros se tomaron remises y vinieron desde Buenos Aires para intentar hacer lo que había que hacer en un clima donde se olfateaba que algo grave iba a pasar, que fue lo que ocurrió después, la masacre. Además de la fuga y lo que pasó en el aeropuerto y posteriormente con los fusilamientos, es importante traer a la memoria la reacción inmediata de los abogados de la gremial”.
Raquel Camps, hija del sobreviviente Alberto Camps, por su parte contó: “Mis papás cuando salen de la cárcel en Devoto con la amnistía de Cámpora, se casan y los testigos son María Antonia Berger y René Haidar (los otros dos sobrevivientes de la masacre). Y hay una foto en junio de ellos casándose, y festejando la vida con sus dos compañeros”. “Me gusta rescatar el amor incondicional sin pedir anda a cambio que tenían mis viejos y sus amigos. El jamás dejó de pedir justicia y los familiares hicimos el camino de memoria y verdad, y parece que llegamos los 50 años con una justicia completa, porque el único que quedaba impune fue condenado por la justicia americana”, concluyó, haciendo referencia al ex marino Roberto Bravo, que el mes pasado fue condenado a pagar una indemnización por una corte del distrito de Florida, Estados Unidos, donde reside. La justicia argentina, sin embargo, sigue solicitando su extradición para que sea juzgado en el país.
“Me gusta rescatar el amor incondicional sin pedir anda a cambio que tenían mis viejos y sus amigos”
En 2021, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dejó firme la condena a prisión perpetua de Carlos Amadeo Marandino por los fusilamientos, condenado en 2012 junto con otros dos ex marinos, Luis Emilio Sola y Emilio Jorge del Real, quienes murieron en el transcurso de los años.
- Cobertura realizada por Mario Sadras
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