Fernando Vaca Narvaja, ex integrante de la conducción nacional de Montoneros, conversó con Lucas Molinari y Leila Bitar en Radio Gráfica sobre el 50º aniversario de la Masacre de Trelew, en la que 16 militantes fueron fusilados tras la fuga del penal de Rawson, Chubut, y lo que significó para el movimiento nacional que combatía contra el terrorismo de estado.
LM: Te quiero llevar al aniversario de los 50 años de Trelew. Una fuga que no logra sus objetivos, los fusilamientos de los compañeros y después también algo que es tan poco conocido en el relato de la historia que es el Trelewazo, que es una de las insurrecciones también populares que se da a poco de los fusilamientos. ¿Cómo recordás esa historia?
FVN: En primer lugar el objetivo de la dictadura fue aislarnos geográfica y políticamente. Por eso la dictadura en ese momento armó dos prisiones de máxima seguridad. Una en el norte, en Resistencia, y la otra en Rawson. Les había fracasado el Buque Granaderos que era un disparate enorme. Un buque que estaba fondeado en muy malas condiciones en las dársenas. Ahí se concentraban los que denominaban tanto hombres como mujeres presos de máxima seguridad.
Ya había habido experiencias de fugas de cárceles: Villa Urquiza, Buen Pastor, la cárcel de las mujeres en Córdoba. Es decir, estaban alertas sobre esa realidad. La primera tarea de los presos, para nosotros y los compañeros de todas las organizaciones, era fugarse. Vos estabas adentro y lo único que estabas pensando todos los días es de qué manera, forma y qué momento podías aprovechar la oportunidad para reincorporarte a la lucha.
El objetivo de aislarnos políticamente no les da resultado. Al día de hoy, 50 años después, la cantidad de actividades y participación que tiene el pueblo de Trelew y el de Rawson es impresionante. Estos 50 años están organizados por la comisión de familiares, algunos ya de unos cuantos años, pero también está el sector joven, los hijos de los compañeros. Además, como estos compañeros venían de distintas provincias, es una comisión nacional, federal. Están representadas muchas de las provincias de nuestros compañeros combatientes contra la dictadura militar.
Hay una tarea de colaboración y participación de Trelew y Rawson enormes. Les abren la puerta de la casa a nuestros familiares para dormir, para comer, la designación de los apoderados. A esa distancia, en ese momento, 50 años atrás, no era fácil para las familias. Toda esa tarea logística y política fue fundamental.
Llegaban los abogados, por ejemplo Gustavo Roca, Ortega Peña, Duhalde. Salvo Eduardo Duhalde y Gustavo Roca, los demás están desaparecidos. Mario Amaya, del radicalismo, poco reconocido y poco reivindicado por los radicales. La juventud se reunía con ellos para informarse de lo que pasaba en Buenos Aires.
Se politizó enormemente. Se tomó un nivel de conciencia de lo que pasaba en el país allá en la Patagonia lejana. Estaban más informados Rawson y Trelew que a lo mejor en La Matanza. Informados por vía directa de participantes y compañeros que tenían la capacidad política e información necesaria.
LM: Vos dijiste que cualquier militante que estuviera preso tenía que irse, pensaba en cómo fugarse, pero hay una charla con dirigentes como Agustín Tosco que estaba también en esa cárcel que dice que se tuvo que quedar porque “estoy dentro del marco de legalidad”. ¿Cómo recordás esa discusión?
FVN: No estuve presente. Estuvo Roby Santucho y si mal no recuerdo el pelado Osatinsky. Ellos estaban en pabellones distintos, nosotros estábamos en el pabellón 5. Uno de los últimos de los ocho que tenía el penal. Agustín ya sabía que había un plan de fuga. No sabia cuáles eran las características y en qué estado estaba de desarrollo.
De hecho, el plan de fuga del túnel se elimina, se desecha por un tema de las características del terreno y por el tema de que el soporte para mantener ese túnel que se hacía con los diarios y engrudo eran bastante débiles.
Cuando se le comunica que estamos próximos a la fuga, lo que cuentan los compañeros es que Tosco estaba parado, era un tipo alto, se sentó y lo sorprendió lo que “vos sabes, pero no esperas”. Pero cuando te dan la noticia llegó el momento.
Lo que él dice en ese momento es que tenía otra tarea, otra misión. Era dirigente sindical además, por lo cual era más factible que pudiera salir antes en ese momento y dijo “¿en qué puedo colaborar?”. De hecho, Tosco es el que después, desde su celda, cuando la dictadura recupera el penal que estaba tomado por los compañeros, les rinde el homenaje a los compañeros nuestros.
LM: Una historia que es cinematográfica. Ahora te quiero preguntar respecto al tema sindical porque vos fuiste conducción de Montoneros y hay discusiones que han quedado para la historia respecto de esos años 70, que fue el momento más álgido y alto de discusión política de toda nuestra historia. ¿Qué conclusiones sacaste vos respecto de esa discusión interna del frente nacional?
FVN: Pequeño tema todavía abierto en el debate político. Todavía quedan algunos periodistas, supuestamente reconocidos progresistas de izquierda, que sustentan la teoría de los dos demonios. Hay todo un debate.
LM: No leyeron el segundo Nunca Más de Duhalde.
FVN: No lo leyeron. No analizaron, no informaron sobre la historia, no se enteraron que la teoría de los dos demonios ya fue desechada hace mucho años. No reconocieron el juicio que nos hizo Bonadio y que nos detuvo, nos metió presos y fue considerado un disparate jurídico. Tuvo que ir para atrás y se llevó dos causas, una penal y una civil. Lo que pasa es que la justicia de Comodoro Py o Pro se lavó las manos inmediatamente. La corporación se protegió a sí misma. Ese disparate fue juzgado jurídicamente.
Al margen de esa situación, el periodo del 73 al 75, fue un periodo álgido que también marcó a nuestra generación. La fuga se da anterior dictadura militar que tuvo que transcurrir nuestra generación, que es el golpe militar de 1966 al 1973. Muchas veces el análisis político empieza con la dictadura genocida de Videla, Massera, Galtieri y Agosti. Del 76 al 83. No se analiza.
LM: Por eso es una generación que no conocía la democracia representativa. Era la proscripción del peronismo.
FVN: Nosotros fuimos los privilegiados de Evita. La generación nuestra tenía entre los 5 u 8 años cuando estaba Evita. En la situación actual tenemos el 50% de los niños en situación de pobreza. Si estuviera Evita haría el Ministerio de la Niñez urgente. Es el futuro del país inconcebible. Un país que tiene todos los recursos.
La situación política, cuando uno inicia como una militancia social o política, son dictaduras militares o proscripciones. Cuando viene el periodo democrático después de la dictadura de Onganía, Levingston y Lanusse, el balde de agua fría nuestro fue Ezeiza, donde hay cientos de muertos. Una emboscada militar paramilitar. Hay un libro importante que es el de Verbitsky que es un trabajo hecho por un equipo de Rodolfo Walsh. Verbitsky lo rescata y narra cómo se organizó lo que es la masacre de Ezeiza.
Ahí hubo fotos y filmaciones, cosa que no hubo en Trelew. Hubo pocas en la base Almirante Zar, en la cárcel, en el aeropuerto, pero ningún fiscal actuó. No hay investigación, no hay juicios. No hay justicia sobre la masacre y estamos hablando de cientos de muertos también. Iniciamos el periodo democrático con esos hechos.
Después de la fuga de Rawson, después de traer a Perón, después de la elección victoriosa del 25 de mayo de “Cámpora al gobierno y Perón al poder”, empieza todo un periodo difícil. A mi padre lo secuestraron en el gobierno de Isabel Martínez de Perón. A mi hermano, que fue asesinado por Menéndez, lo ponen preso en ese periodo y era el apoderado del Partido Auténtico. A la familia de Pujadas, al padre lo asesinaron durante ese periodo también. Con los Comandos Libertadores de América el genocidio ya estaba en marcha.
LM: Julio Urien cuenta que cuando lo liberan de Devoto en el 73, un marino le dice “¿Qué van a hacer?” Sabía que era de montoneros. “Porque estamos dispuestos a matar un millón de personas”.
FVN: Lo dijo el General Harguindeguy, que fue Ministro del Interior de la Dictadura militar, en el operativo Dorrego. Nosotros hicimos un operativo a raíz de las inundaciones como parte de una política hacia las fuerzas armadas entre la Juventud Peronista y el Ejército. Era gobernador Oscar Bidegain. En ese operativo participaron cientos de compañeros de la Juventud Peronista y muchos de los cuadros de la organización.
Harguindeguy cuando ve esa convivencia, ese debate o mezcla política decide separar a los colimbas y a los suboficiales. Entonces el encuentro pasó a ser entre los cuadros de la Juventud Peronista, Montoneros y oficiales. Cuando vio que en esa convivencia y en ese debate político tampoco le iba bien directamente lo suspende. Suspendió el contacto para mantener aislada a la oficialidad del Ejército.
En una de esas charlas con el responsable nuestro del operativo, Harguindeguy le dice “ustedes no tienen solución, hay que matarlos a todos”. Estamos hablando dos años antes del golpe militar.
LB: Te traigo al presente para tratar de entender lo que está pasando desde que asumió Sergio Massa. La pregunta que me hago es ¿por qué hubo tanta resistencia a Guzmán? Se lo criticó tanto desde un sector del Frente de Todos, como desde el kirchnerismo, y ahora parece que hay un acompañamiento a Sergio Massa que sigue la misma línea de Guzmán e inclusive va más a fondo. ¿Por qué pasa esto?
FVN: En primer lugar porque en el Frente de Todos no hay debate político. Eso me parece que es el tema más importante. Cuando uno dice la necesidad de la institucionalización del Frente de Todos está planteando no solo el debate de ideas o propuestas, sino niveles de participación.
Considero que en el Frente de Todos quedó un margen muy importante de compañeros y sectores de militancia política que están al margen del debate y la participación. Estamos tratando de impulsar, a partir de una política de unidad en términos estratégicos, que este sector pueda agruparse y garantizar la representación necesaria dentro de un Frente de Todos que está semi congelado en sus decisiones.
La política que impulsa Massa viene de una coyuntura donde todos sabemos que había un intento de golpe monetario financiero contra el gobierno de Alberto Fernández, que lo que buscaba era el adelantamiento de las elecciones y además lograr la bandera de que “por fin un presidente peronista podía terminar su mandato”. Era una victoria interesante.
La presencia de Massa lo que hace en ese sentido es ganar tiempo y correr ese eje político y de ahí un poco el oportunismo del respaldo inicial que tiene Massa. Pero además de eso, hay una intencionalidad de una parte del círculo rojo, hay una fisura dentro de los grupos económicos concentrados y diversificados en Argentina que lo respaldan a Massa.
Lo respaldan con que haga la política de ajuste desde el peronismo. Una especie de menemismo nuevamente dentro del movimiento nacional y el peronismo en particular. Ese es uno de los objetivos. Eso explica que haya podido frenar esta ofensiva, frenar hasta ahí, en el borde.
Si uno recuerda a otros Ministros de Economía en otros momentos críticos en Argentina, López Murphy, el mismo Cavallo que tenían no un sector empresarial de respaldo, tenían todo el sector empresarial de respaldo, tampoco pudieron estabilizar la economía en Argentina en situaciones muchos menos críticas, económicas y socialmente como la de hoy.
Recién hablábamos de la década del 70. Del 73 al 75 la situación de desocupación era mínima comparado con la situación actual. El índice de pobreza estaba entre el 4 y el 8 %, algunos lo sitúan desde el 6%, hoy está por encima del 40%. Ni hablar de la indigencia. Ni hablar de la situación de los niños.
Una democracia, como dice Cristina, insatisfecha en el sentido que no cubre la expectativa de nuestra población. Después de 38 años de democracia estamos peor, muy lejos, a lo que ocurría en la década del 70.
Massa se ata al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En la medida que vas a cumplimentar ese acuerdo firmado, es imposible que no vayas hacia un proceso recesivo por más buena voluntad que tengas. Las medidas económicas anunciadas son para controlar esa macroeconomía con un ajuste que si lo que criticamos a Guzmán, ahora está anunciado y enunciado con mayor crudeza.
LM: ¿Cómo ves a la militancia? ¿Cómo ves la discusión de las organizaciones populares respecto de esta caracterización de ajuste que describís?
FVN: Si vos le decías a la militancia que Massa iba a ser el Ministro de Economía no votaban. No salían a hacer campaña. Estaban más tirando piedras que apoyando. En ese sentido el amperímetro se corrió de esta alianza electoral del Frente de Todos hacia la derecha.
LM: Cristina en febrero del año pasado, no hace 10 años, dijo que “había que hacer quita con el fondo”. Le respondieron a las 24 horas y no hubo reacción militante, por lo menos desde las fuerzas orgánicas que tienen más protagonismo en la alianza del gobierno. Después se pasó al tema de las sobretasas. Ahora no es ni las sobretasas. Nos van corriendo la línea.
FVN: Es lo lógico y lo clásico del Fondo Monetario Internacional. Este cuento de que es comprensivo, distinto o permeable, lo vamos a ver cuando tengamos que pedir el primer perdón por no poder cumplimentar con las normas o las cláusulas establecidas en ese acuerdo firmado.
Nosotros lo que planteamos es que hay que quitarse el Fondo Monetario de encima. Eso parece una utopía pero hay formas. Trajimos a un economista, Warren Mosler, que planteaba que la forma de resolver la situación económica de Argentina respecto al Fondo era pagarle con el 3% de las importaciones brutas, no las netas. Sin firmar ningún acuerdo que requiera condicionalidades o como la situación actual del cogobierno en la política económica.
La otra medida posible es lo que definió el senado con la presentación de Parrilli y el respaldo de Cristina Fernandez de Kirchner que es que paguen los que la fugaron. Se puede aliviar esa enorme deuda, estafa, partiendo de la base de que desgraciadamente hemos legalizado un préstamo a la Argentina que simplemente buscaba, no solo tratar de mantener el gobierno de Macri, sino mantener condicionada política y económicamente la situación en Argentina. Por eso, tenemos un cogobierno donde apenas nombran un Ministro de Economía tiene que viajar a Washington a rendir cuentas y ver cuál es la directiva para la economía argentina.
Uno es el tema del 3% de las exportaciones brutas y dos la Ley del Senado que tiene media sanción que paguen los que la fugaron. Hoy la consigna es identificar al enemigo. “Pintar el diablo”, que son los fugadores, los deudores y formadores o remarcadores de precios. Son las mismas empresas. No voy a la Plaza de Mayo a putear el gobierno nacional. Voy a la Copal donde están las cuevas, donde están los responsables directos de lo que estamos viviendo hoy en argentina.
Es muy importante porque cuando hacíamos alusión al 73-75, cuando se pierde, y en eso sí hubo responsabilidades y nos cabe a nosotros como experiencia a nuestra generación, que se confunde el enemigo principal.
La inteligencia de la oligarquía argentina es también enmarañar para que confundamos al enemigo principal. Tenemos un gobierno que no responde a su mandato electoral, que está debilitado, que no toma resoluciones, que ya casi nos enerva desde el punto de vista político, pero no es el enemigo. En todo caso es un instrumento de políticas neoliberales que ya conocemos en Argentina desde hace muchos años. La militancia tiene que apuntar al enemigo principal. Eso me parece que es una tarea pendiente.
La otra forma de resolver el tema del Fondo Monetario es que hay más de 230 mil millones de dólares de los colchones de los argentinos. En vez de darle semejante cantidad de dinero, las Leliq al sector bancario usurero, se la demos a los argentinos para que saquen del colchón una parte de esos recursos. Eso te quita las condicionalidades del Fondo y te da soberanía sobre las decisiones de la política económica. Es uno de los temas centrales para resolver estos temas ahora y fundamentalmente apuntado al 2023.
Para apuntar al 2023, cuando hablamos de militancia, los compañeros están desganados. No derrotados, pero están con falta de mística y de ver una realidad de que estamos terminando un gobierno, nada menos, que con uno de los aliados del frente electoral, el menos querido y más vinculado a políticas que nosotros no acordamos. Para salir de una crisis, que no vamos a salir de esta manera, porque vamos a estar en el plan B, plan primavera, vamos a repetir situaciones que ya se han vivido. La misma política no genera realidades distintas.
LM: Algo que ya hemos vivido. Sobre la figura de Cristina Fernández de Kichner, es la líder del movimiento nacional, es la máxima referencia. ¿Qué opinas sobre ese liderazgo? ¿Cómo caracterizas el liderazgo de Cristina?
FVN: El liderazgo es fundamental en el pueblo argentino. Cuando hablas de liderazgo hablas de esperanza. Cuando decimos que la militancia va perdiendo esa mística, esa esperanza, eso es muy importante porque además hay una realidad concreta. Al margen de que puedas cuestionar o criticar algunos aspectos de Cristina, pero cuando Cristina políticamente se mueve, mueve las placas tectónicas de Argentina.
Cristina en su liderazgo despierta esperanza indudablemente y diría más, aún con Massa, no hay más. Es lo que queda. Nosotros hemos trabajado políticamente en épocas de dictadura militar después de la muerte de Perón sin liderazgo político. No es que remás en dulce de leche, remás en cemento. Movilizar a nuestro pueblo si no hay una esperanza, hablando en términos masivos, el valor del liderazgo es fundamental. Pero está claro que no tenemos conducción política.
La desorientación en la militancia es una desorientación general y está claro, además, que si no hay una unidad en términos estratégicos, no la visualizamos y cada uno está en su kiosquito, encerrado en su pequeña quinta, estamos en problemas.
Si ves el horizonte al 2023 todos estamos preocupados por las posibilidades electorales, sobre todo porque en las elecciones de medio término se perdieron casi 5 millones de votos que no se fueron a la derecha. No participaron electoralmente. Eso se recupera con otro rumbo. Con otro frente. O con otra alianza dentro del frente. No creo que Massa nos permita recuperar ese espacio político aun en una situación exitosa.
Lo que sí interviene en Massa es que es una salida a ese golpe mediático monetario y financiero que estaba en la puerta de la esquina. En ese sentido se gana tiempo, pero no resuelve el problema.
LM: ¿Estamos en la puerta de un nuevo menemismo?
FVN: El sector económico que respalda a Massa creo que tiene la expectativa de que salga bien, de que le vaya bien, después veamos qué significa “bien”. No significa resolver este modelo de valorización financiera. Sino que pueda estabilizar y esta sociedad argentina se parezca a la peruana, a la chilena como modelo económico y social.
LM: La anti latinoamericalización de la Argentina en el peor sentido.
FVN: Exactamente. Garantizar la conducción política solo es posible si hay un proceso de reformulación dentro del Frente de Todos, de este sector que no tiene participación, que no tiene voz ni voto y que tiene una enorme militancia política.
Esto es parecido, no lo mismo, al 72 porque se lo proscribió a Perón. Hoy se intenta proscribir a Cristina. ¿Por qué en los grupos económicos, mediáticos y judiciales tienen tantos intereses en condenar a Cristina? ¿Por qué el lawfare se mantiene con tanta fuerza y presencia en Argentina cuando fue claramente derrotado en Brasil? Es una pregunta que debería hacerse.
Tienen en claro que esa esperanza y el liderazgo es un componente para generar un cambio en la Argentina. Si nosotros la militancia política, los cuadros políticos, no tenemos conciencia del momento que vamos a vivir al 2023, y le regalamos el gobierno a Cambiemos que ya anunció que no van a 100 días, ni 100 horas. Las medidas que van a tomar ya las vivimos.
Ahí hay una responsabilidad de organización, diría Perón de “sacar el bastón de mariscal de la mochila y hacerse cargo de esa situación”. Se sale de esa situación con unidad en términos estratégicos. Rompiendo los huevos y haciendo una sola tortilla y ahí que nos encontramos los que tenemos algunas rémoras, los compañeros que tienen alguna estructura.
Nosotros tenemos una agrupación que se llama Causa Nacional, tenemos un grupo técnico que es el Grupo Bolívar, tenemos una fundación que trabaja sobre la soberanía de las Fuerzas Armadas. No alcanza. Si creemos que con eso vamos a transformar la Argentina, aunque trabajemos cuatro ó cinco años más con intensidad ,no alcanza. Si no concebimos la unidad en términos estratégicos, el 2023 va a estar complicado.
En que se le parece a las elecciones del 73, que hay un liderazgo que hay que conformar esa estructura de unidad y conducción, que la próxima campaña del 2023 no puede ser, de ninguna manera, como fue la elección de medio término superestructural donde en los actos te ponen la pulserita, donde está todo normado y que caes en las reglas del juego del sistema electoral que ya conocemos.
Tiene que despertarse la militancia política y generar un debate totalmente distinto. Si en el Frente de Todos no hay interna, debate o PASO, habrá que conformar nuevos liderazgos. La situación en América Latina también lo está planteando. Boric en Chile aparece como un fenómeno político, no contemplado en el radar. El maestro peruano, con todas las dificultades que tiene, no estaba contemplado en el radar electoral. En el 2001 surge Néstor Kirchner que no estaba contemplado en el radar electoral.
A los compañeros que por ahí se deprimen o dicen estamos perdidos hacia el 2023, hay que mirar el contexto que se está dando en América Latina y tener cierta confianza de que el movimiento nacional en nuestro país existe y que el nivel de conciencia no se pierde de un día para el otro.
Tener el liderazgo es importante porque hay una dosis de esperanza fundamental. Ahora, si no agrupamos, no organizamos, no constituimos la fuerza política con la enorme militancia que supera la década del 70. Por eso surgió Néstor. Porque no fue magia. Alguien representó, puso una voz distinta de lo que estamos viendo hoy. Todo es posible. Eso de que no se puede, que la correlación de fuerza, que no podemos avanzar. Eso es lo que está faltando y eso es lo que va a desatar y despertar esa mística importante.
- Entrevista realizada por Leila Bitar y Lucas Molinari en Punto de Partida (lunes a viernes de 8 a 10 horas)
- Colaboración de Carolina Ocampo
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