Por Carlos Aira (*)
Querido lector. Se está por zambullir adentro de las apiladas más futboleras de éste ciclo. Un recorrido que tiene un patrón común: el dinero. Pesos, dólares, euros o rublos. Porque el fútbol es nuestra pasión popular, pero este inmenso espectáculo se mueve al compás de las divisas.
SIAMO FUORI: ¿Quién hubiera dicho que River Plate y Boca Juniors quedarían afuera – ambos en sus estadios – de la Copa Libertadores en la prematura etapa de octavos de final. Desde 1989, cuando se implementó el actual modelo de disputa del torneo continental, nunca había sucedido que los super-grandes de nuestro fútbol quedaran afuera en esta etapa. Parte del cambio de época. Hay explicaciones de todo tipo. Pero vamos a centrarnos en las dos que más nos interesan: las deportivas y las económicas.
River Plate y Boca Juniors no se encuentran cómodos en este tiempo. Si bien en la Ribera hace pocas semanas celebraron la Copa LPF 2022, el hándicap copero impuesto por el macrismo es tan alto que cualquier otro trofeo sabe a fracaso. ¿Es justo? Seguramente, no. Pero ya nos vamos a sumergir en el tembladeral xeneize.
River padeció un cachetazo con aroma a fin de ciclo. En diciembre pasado hubo cambio de autoridades en el club millonario. No es lo mismo Rodolfo D`Onofrio que Jorge Pablo Brito. Un manejo institucional y deportivo diferente. Fuentes confiables nos han señalado que Marcelo Gallardo debió pensar – y mucho – su continuidad en este 2022. Hay una realidad económica: River no está para grandes erogaciones. Acostumbrado a reconstruir sus proyectos deportivos, Gallardo se quedó sin dinero ni material disponible.
Hagamos un simple ejercicio contable señalando egresos e ingresos. En la temporada 2022/23, River transfirió a Enzo Fernández (18m), Julián Álvarez (17m), Jorge Carrascal (6m), Federico Girotti (2m) y Carlos Auzqui (530k), sin contar cesiones. Por su parte, adquirió a Marcelo Herrera (2.2m) y Elías Gómez (1.4m). Ezequiel Barco, Tomás Pochettino y Leandro González Pires llegaron al club a préstamo. Por su parte, Rodrigo Aliendro y Emmanuel Mammana arribaron como jugadores libres. Las transferencias de Álvarez al City Group y Fernández al Benfica desnivelaron la balanza. Pero ese dinero no existe constante y sonante. Esta simple tabla de contabilidad demuestra que River no está para grandes erogaciones y el plantel se ha resentido. Una prueba clara: en la nómina del partido de River ante Godoy Cruz hay tan sólo dos delanteros: Braian Romero y Lucas Beltrán. Este no es el mismo River de años anteriores; no hay plata ni mercado para grandes refuerzos. Gallardo lo sabe y padece.
La eliminación temprana perjudica a ambos clubes quienes no percibirán unos cuantos millones de dólares imposibles de precisar. Dinero urgente y necesario para ambas arcas. Un golpe difícil de asimilar. Para hinchas y directivos, una conclusión: nada bueno puede pasar para ambos clubes después de estas eliminaciones.
VELEZ-TALLERES: Pero no podemos olvidarnos de los grandes ganadores: Vélez y Talleres. Dos clubes con modelos distintos, pero que han sido los grandes ganadores.
Vélez Sársfield no está viviendo un grato momento institucional. Muchas críticas ha recibido el presidente Sergio Rapisarda y su Comisión Directiva. El fútbol profesional de alta competencia necesita un esfuerzo económico supremo y en clubes como Vélez eso puede significar quitar presupuesto de otras actividades. Vélez comenzó la Libertadores 2022 con la conducción técnica de Mauricio Pellegrino. Luego de su renuncia, el barco lo tomó, en forma interina, Julio Vaccari. Cuando parecía que Vélez quedaba último en su grupo, aparecieron un montón de pibes que pegaron un golpe enorme en Montevideo derrotando 3 a 2 a Nacional. Lo qué semanas atrás parecía un rotundo fracaso, se transformó en clasificación luego de golear 4 a 1 al muletto de Estudiantes. Junto al Cacique Medina llegaron dos refuerzos de jerarquía: Diego Godín y Walter Bou. La victoria sobre River reencauzó a Vélez con sus mejores tradiciones.
Y en Córdoba manda la T. Un modelo empresarial aprobado por sus socios en las urnas. Guste o no guste. El presidente Gustavo Fassi contrató al portugués Pedro Caixinha para su proyecto 2022. No le va bien en el campeonato, pero el club cordobés tiene un sólo objetivo: la Copa Libertadores. Con ingresar a los octavos de final, Talleres mejoró su mejor registro en la competición continental. Ahora, eliminó a Colón en duelo de grandes de provincia. Pero en Córdoba no sólo se festeja por el éxito deportivo. El siempre bien informado periodista cordobés Federico Jelic afirmó que Talleres lleva embolsados seis millones de dólares por haber llegado a cuartos de final de la Copa. Medio año de presupuesto del fútbol profesional. El tesorero – y Fassi – inmensamente felices.
Un equipo argentino estará seguro en semifinales, ya que el duelo Velez-Talleres se llevará las palmas en cuartos de final.
La devaluación, las dificultades de competencia con otros mercados, la necesidad de los clubes de conseguir ingresos en moneda extranjera, el ejercicio financiero de mantener esos billetes en cuentas globales y efectuar la mayor cantidad de operaciones fuera del país (el cambio a dólar oficial es una cruz para los tesoreros) ratifica lo que venimos diciendo: este 2022 – más que nunca – estamos hablando de vento, no de juego y goles. La devaluación, junto a la necesidad de conseguir ingresos en moneda extranjera –
EL VAR: ¿Hubo mano de Matías Suárez en el gol anulado a River ante Vélez? Como el VAR es manejado por humanos de carne y hueso, con amores, sensaciones y presiones, se tomaron el trabajo de ver ¡40 veces! la jugada. Si, ¡40 veces!. Es cierto que la misma es polémica por dónde se la mire, pero el color de la camiseta pesa. ¡Y como pesa! Si la misma jugada hubiera sido en el área local, el fallo arbitral no hubiera sido una cuestión de fondo.
El VAR no sólo desvirtúa el juego con largos minutos de diatribas – ¡Que lindo momento para los apostadores! – sino que tiene un agravante letal: los humanos que manejan la tecnología padecen tantas presiones como los árbitros cancha. Volvemos al mismo ejemplo. ¿Si la misma jugada de Suárez hubiera sucedido en el área local, CONMEBOL habría aceptado el error arbitral como hizo al día siguiente? Sin dudas que no.
Volvamos sobre un eje: las presiones. El domingo pasado, el VAR estuvo en el centro de la polémica. En All Boys, la sensación que Barracas Central fue ayudado en su triunfo 2 a 1 ante San Lorenzo estuvo en boca de todos. Por su parte, en Junín dos jugadas despertaron la polémica en Sarmiento-Racing. Primero, un supuesto penal de Quintero sobre Copetti que el árbitro Rapallini no cobró a pesar del clamor del VAR. Luego, el penal que sancionó el VAR por mano de Insúa ante un centro de Lisandro López. El partido finalizó 1 a 1 y el mundo Racing, acompañado por gran parte de la prensa especializada, se sintió hondamente perjudicado por el arbitraje.
Como decimos, los árbitros VAR sufren las mismas presiones que los árbitros cancha. Este viernes, Sarmiento visitó Arroyito. Sin decir agua va, Etchenique inclinó la cancha a favor del club local. Con el partido 0 a 0 no sancionó un clarísimo penal de Malcorra. Minutos más tarde, expulsó a Quintero en una jugada similar a la polémica de Junín. El siempre atento ojo del VAR sufrió un repentino ataque de amnesia. Repetimos: todos los árbitros están sujetos a presiones semanales.
Si salimos del mundo River-Boca y ponemos la lupa en los clubes que se juegan la categoría, vamos a comprobar todas las presiones arbitrales y del bendito VAR.
JUAN ROMAN RIQUELME: En estos días, nuestro compañero Diego Cessario presentará un informe detallado sobre la actualidad de Boca Juniors. Pero antes de zambullirse en días fragorosos, no hay que olvidar algo: en Boca se dirime la interna institucional, pero también la interna política.
La eliminación fue un golpe muy duro. Por el marco, por la Bombonera repleta, por los dos penales ejecutados por Darío Benedetto. Porque el fracaso deportivo abrió la caja de Pandora cuando Sebastián Battaglia apuntó al Consejo de Fútbol. Lo hizo sin miramientos y con la salida de Eduardo Salvio en mente: “hay cuestiones que uno plantea, y a partir de ahí deberían resolverse en el tiempo que deben resolverse y no se resolvieron. Es más, se han ido muchachos importantes, o que eran importantes, pero son situaciones que no las manejo yo“.
Battaglia echó un bidón de nafta al Consejo de Fútbol, un eufemismo para señalar al verdadero poder dentro en Brandsen 805. El jueves por la noche, mientras River y Vélez se enfrentaban en el Monumental, Boca Juniors anunció la salida de Battaglia cuando su contrato finalizaba en diciembre. Los modos y formas no nos incumben. Pero la cuestión no finalizó con la salida del entrenador, compañero de gloria de todos los integrantes del Consejo. El viernes estalló otra bomba: el capitán Carlos Izquierdoz fue apartado de la titularidad por el reclamo de dineros adeudados. El Consejo de Fútbol aclaró que fue una decisión del entrenador interino, Hugo Ibarra, pero todos sabemos que el histórico lateral acata órdenes de sus compañeros.
El asunto es complejo. No sólo hay dinero adeudado: al Consejo de Fútbol, encabezado por Jorge Bermúdez, entendió que hubo falta de coraje y determinación en la serie ante Corinthians. El affaire Izquierdoz es tan sólo un jalón en la escalada de sucesos. Darío Benedetto, jugador emblema del ciclo Angelici, tuvo palabras muy duras para el Consejo. Pero los sucesos del sábado en el Gasómetro explicitaron la interna. En el festejo de su gol, el capitán Marcos Rojo corrió hasta el banco de suplentes, se quitó la cinta de capitán y se la entregó a Carlos Izquierdoz. El plantel recogió el guante del Consejo y declaró la guerra. Un detalle para muchos imperceptible: la cantidad de errores en pases cortos del equipo xeneize ante el Ciclón fue llamativa. Demasiado llamativa. Por demás llamativa…
Riquelme ante una encrucijada. En un clima enrarecido, donde la política interna y nacional se entrecruza, el vicepresidente en ejercicio ipso-facto de la presidencia, tendrá que atravesar el período más complejo de su etapa dirigencial. No solo sirve el apoyo de gran parte de la masa societaria xeneize: tendrá que analizar su relación con el plantel profesional y calibrar su relación con la política y la prensa. De paso, analizar el poder futuro del Consejo de Fútbol.
LA DEL ESTRIBO: Estudiantes de La Plata también está en cuartos de final de la Libertadores 2022. Un camino fantástico del club platense, dueño de un linaje copero admirable. Es la segunda vez que Ricardo Zielinsky clasifica a su equipo a esta instancia continental. Lo hizo con Atlético Tucumán y ahora con los Pincharratas. El Ruso, un abonado al silencio y el trabajo.
¡La seguimos la semana próxima, queridos amigos de la Gráfica!
(*) Periodista / Conductor de Abri la Cancha.
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