Gabriel Fernández en diálogo con Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la Cancillería luego del encuentro entre el presidente Alberto Fernández con el premier británico Boris Johnson donde se planteó nuevamente la reticencia del Reino Unido a cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas.
Gabriel Fernández: ¿Cuál es su reflexión acerca de las declaraciones del jefe de Estado tras la reunión con el primer ministro británico, Boris Johnson?
Guillermo Carmona: El presidente ha reafirmado ante el primer ministro británico, la política de Estado sobre la cuestión Malvinas, es un hecho relevante, ha tenido una posición frente al interés planteado por el premier británico, sobre cuál es la posición que sostiene la Argentina que es la resolución de esta situación colonial que persiste en al Atlántico Sur, en contra del derecho internacional, en contra de resoluciones de Naciones Unidas y en contra de la voluntad mayoritaria de la comunidad internacional.
Ha sido una oportunidad aprovechada por Argentina en el marco de un planteo respetuoso de una posición que está consolidada como causa nacional en Argentina y creo que en esto, pensando en el contexto internacional, el presidente ha aprovechado para visibilizar los legítimos derechos que tiene Argentina sobre Malvinas y volver a poner en la mesa con el Reino Unido, la cuestión de la soberanía. La reticencia británica se volvió a manifestar en la respuesta de Johnson. Evidentemente. Pero no deja de ser un paso adelante para la Argentina, el hecho de que en un diálogo franco se puedan plantear las cosas.
GF: Desde hace un buen tiempo el planteo Argentina en Naciones Unidos recibe respaldo de numerosas naciones a nivel planetario. ¿Qué otro paso se podría dar para lograr que se aplique la determinación de la ONU? Porque el dilema que se plantea de manera regular y persistente, es que la ONU toma determinaciones descolonizadoras, en general, eso evidencia también el despliegue de la multipolaridad, es decir de un horizonte mundial distinto. Pero ¿Cómo ir logrando que esas determinaciones que adoptan las Naciones Unidas puedan volcarse en la práctica?
GC: Argentina está siguiendo un itinerario marcado por la cláusula constitucional que establece que es un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino la recuperación del ejercicio de soberanía pleno sobre Malvinas. Ese itinerario tiene que ver en primer lugar, con oponer a la reticencia británica, persistencia argentina. Seguir insistiendo en todos los foros internacionales, y también en la relación bilateral con Reino Unido.
La segunda condición es la de que Argentina haga un pleno ejercicio de soberanía sobre las áreas que no están disputadas como una condición de credibilidad respecto de que Argentina en serio valora lo que es nuestro, lo cuidamos, especialmente en un ámbito tan difícil de controlar y donde es difícil ejercer al soberanía, como es el mar y la plataforma continental. Esa es una segunda condición de verosimilitud, de credibilidad de parte de argentina.
La tercera condición es seguir sumando apoyos internacionales. La semana pasada se dio un paso muy importante en el Comité de Descolonización al lograr que se expresara allí el G77 más China que anteriormente no lo había dicho en este ámbito. Son 133 países que acompañan la posición argentina en el reclamo de negociaciones con el Reino Unido.
Y la cuarta condición es la de aprovechar las oportunidades en el escenario internacional. Ese escenario es complejo y ha llevado a que el premier británico considere necesario plantearle a la Argentina sus intereses en la relación con nuestro país: alimentos, hidrocarburos y minerales. Argentina le respondió poniendo en la mesa cuáles son nuestros intereses que pasan por avanzar en la negociación por la cuestión de soberanía sobre Malvinas. El presidente planteó con mucha claridad que todos los demás aspectos que puedan ser planteados por el Reino Unido están teñidos por esta cuestión colonial pendiente de resolución. Así que aprovechar estas instancias resulta importante y hacerlo de manera persistente, en esto hay que lejos de amilanarse ante la negativa británica, hay que seguir insistiendo con el tema, porque hay algo importante: el derecho esta de nuestro lado.
GF: El otro tema que nos preocupa especialmente es la difusión de la trascendencia de la región. El nuevo mapa que prácticamente duplica la extensión nacional, la trascendencia de tantos recursos naturales, como posición geoestratégica del vínculo entre el Pacífico y el Atlántico, y lo que implica el Atlántico Sur, además de las Malvinas. Comunicacionalmente falta un trabajo más importante para que se active a la opinión pública local e internacional acerca del verdadero volumen de lo que está en juego.
GC: coincido plenamente Gabriel. Hemos dado pasos en ese sentido, con la Agenda Malvinas 40 años, hemos puesto en un lugar importante la visibilziación de la cuestión Malvinas, como una cuestión estrechamente vinculada con la cuestión antártica y los temas del atlántico sur y los temas oceánicos. Ha sido un acierto del actual gobierno haber colocado en la Cancillería, en el marco de una Secretaría que fue rejerarquizada, que había sido desjerarquizada por la gestión de Macri, y estas tres cuestiones están bajo un mismo ámbito, lo cual es una novedad, Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de la mano, en virtud de que haya un mismo hilo estratégico para lo que tiene que ver con el presente y futuro del país.
Todo lo que sea en función de difundir el mapa bicontinental, fortalecer nuestra presencia marítima y bicontinental, resulta clave para que nuestro pueblo internalice la importancia en la estrategia que tiene la cuestión Malvinas, y para que también otros pueblos que nos acompañen en la lucha contra este resabio colonialista, dimensionen que no solo se trata de una cuestión de Argentina, sino que es de interés regional para toda América Latina.
GF: ¿Es posible un acuerdo del tipo Malvinas a cambio de recursos?
GC: La constitución argentina es clarísima: Argentina no pone en juego la soberanía sobre Malvinas. La constitución en la imposición transitoria primera dice que la Nación Argentina ratifica su soberanía sobre Malvinas, Georgia del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos insulares correspondientes, por lo tanto hay algo que no se negocia que es la soberanía. Se pueden negociar las condiciones, los modos mediante los cuales el país recupere el ejercicio pleno de soberanía. Ya hay antecedentes en la historia nacional entre 1965 y 1982 existieron distintas instancias de negociación como consecuencia del impulso que dio la resolución 2065 y allí se establecían criterios y plazos, modos respecto de los cuales la Argentina recuperaría el ejercicio pleno de soberanía.
Lo que estamos proponiendo es retomar ese proceso que quedó trunco poco antes de la guerra de Malvinas cuando el Reino Unido en febrero de 1982 anunció unilateralmente el congelamiento de las negociaciones, hay que retomar desde ese punto y capitalizar toda esa experiencia que se tuvo durante esos 16 años que dan cuenta de que lograr el objetivo es posible, de hecho en esa etapa se estuvo muy cerca de lograr por la vía diplomática el objetivo de recuperación del ejercicio pleno de soberanía.
GF: El ministro de Defensa Jorge Taiana había señalado que la exigencia sobre Malvinas es nuestra y de toda América Latina, es decir hay un bloque regional que está planteando que el Atlántico Sur es parte de nuestro continente de parte integral, además ahora Argentina está al frente de la Celac.
GC: Si, de hecho para países de la región y para Naciones Unidas, a partir del impulso dado por los países de América Latina y caribe, el atlántico sur es una zona de paz, cooperación y libre de armamento nuclear, así está declarado. El Reino Unido, desafía no solo a la Argentina con su presencia militar en el archipiélago. Esta situación es condenada por los países de la región en virtud de lo que ha sido acordado por los países y lo que ha sido consagrado por una resolución de la asamblea general de Naciones Unidas. El reino unido vulnera la zona de paz y cooperación y genera tensiones no solo con Argentina sino con los distintos países de la región.
Fue notable en la sesión del Comité de Descolonización de la semana pasada donde se trató la cuestión Malvinas, cómo Brasil gran impulsor de la zona de paz y cooperación, levantó la voz en relación a este aspecto en un discurso que debe ser destacado, que contuvo todos los elementos de la reivindicación de la soberanía argentina sobre Malvinas, pero además introdujo el carácter estratégico del Atlántico Sur y el rechazo de los países de la región a esta presencia militarista de parte del Reino Unido. Hay que destacarlo porque las afinidades no existen desde el punto de vista ideológico con el gobierno actual de Brasil, pero aun así siguen expresando estas posiciones muy categóricamente en el seno de naciones Unidas. Generó un aplauso espontáneo de parte de la delegación argentina, en función de lo categórico que fue ese discurso.
GF: ¿No debería argentina tocar los intereses de empresas británicas en nuestro territorio? ¿Cómo hacer para que la pesca en el Atlántico Sur la dejen de controlar los británicos?
GC: Argentina tiene una legislación clara en relación a los recursos naturales, particularmente para hidrocarburos y pesca y buscamos cumplir estrictamente la legislación vigente. No sin dificultes, en virtud de que la ocupación británica y el control del espacio marítimo en el que han autoexcluido a la Argentina, plantea desafíos tecnológicos para nosotros en relación a la pesca ilegal, que estamos buscando superar. Trabajamos en eso.
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