Hace 30 años, Hugo Chávez lideró, el 4 de febrero de 1992, una rebelión cívico militar debido al deterioro socioeconómico en los altos niveles de corrupción de las políticas neoliberales del gobierno de Carlos Andrés Pérez. El intento fracasó. Chávez asumió todas las responsabilidades de la sublevación del pueblo venezolano y fue a prisión. Ese fracaso fue un agujero en la pared para ese proceso que luego continuaría y llevaría tantos años, con él, encabezando la Revolución Bolivariana de Venezuela.
Stella Calloni, periodista internacional y amiga de la casa, dialogó con Vivian Elem en Radio Gráfica, para recordar este suceso y reflexionar sobre la importancia que tuvo para el desarrollo de la Patria Grande. Además, relató desde su propia vivencia, cómo empezó a comprender y abrazar la causa de Chávez, “yo en ese momento estaba en México. Y dije, esto es distinto, esto es muy parecido a lo de Torrijos en Panamá. Entonces, a partir de ese momento, lo seguí y en 1994, por el periódico “La Jornada”, me enviaron a Caracas. Y ahí lo conocí”.
El contexto que enmarcó el levantamiento de Chávez, describió Calloni, “las cosas no eran como estaban diciendo. Y la democracia venezolana era absolutamente falsa porque casi un 80% de la población vivía en la pobreza extrema, eso ya no se podía mantener más”.
Cuando el Comandante Hugo Chávez Frías había salido de la cárcel, “fui a una conferencia, le acerqué un libro sobre la invasión a Panamá, yo quería hacerle una entrevista y fue casi una de las primeras, allí él nos contó quién era. Su afición por Simón Bolívar y cómo este movimiento había sido una respuesta al primer levantamiento anti neo liberal que en los años 90 se produjo en Venezuela”; narró la periodista.
Y agregó, “en 1989, se produjo el Caracazo, con el levantamiento de miles de personas, a las que se le quiso aplicar la primera medida del neoliberalismo sin anestesia. Y la gente salió a las calles, no se contuvo más. Y ordenaron reprimir a la policía y al ejército, pero para los jóvenes de esas fuerzas que seguían a Chávez y que ya tenían un movimiento bolivariano, fue una cosa terrible y dijeron: ´no, nosotros no estamos para reprimir a nuestro pueblo´. Ese alzamiento tuvo una respuesta y nadie entendía como tenía tanto apoyo popular”.
Sobre la conformación y formación del movimiento, Stella señaló, “era cívico militar y lo cívico estaba abanderado por trabajadores, campesinos, sindicalistas y estudiantes. El movimiento creció con lo que sucedió en 1989 y fue alimentando la figura”.
“Chávez cumplió todo lo que decía en aquella primera entrevista. La unidad latinoamericana, él venía con esa idea, se creó el pensamiento bolivariano, apareció Bolívar en la historia de América Latina, como debía ser. Así como José Martí fue para Cuba, Bolívar fue para Venezuela y toda América Latina. Entonces fue la recuperación de un pensamiento auténtico bolivariano nuestro, que fue el pensamiento contra hegemónico por excelencia de todo el siglo XXI”; y que llevó, “a la creación de un proyecto de unidad latinoamericana, como fue la CELAC (Comunidad de Naciones Latinoamericanas y caribeñas), y a partir de ahí, se logró vivir una verdadera y auténtica primavera popular, desde toda la primera década del siglo XXI, cuando surgieron estos presidentes de otro estilo”.
Frente a este movimiento popular, la pelea por mantenerse fue llena de dificultades y así lo definió la periodista, “la guerra fue brutal, guerra de baja intensidad, con los intentos de golpe, golpes del siglo XXI, precisamente el que le hicieron a Chávez en abril. Ahí se levantó el pueblo, salió a la calle con una Constitución en la mano a defender su derecho”.
Chávez consideró que la vía eran las elecciones, por eso, “se lanza a recorrer el país, desde la preparación de las masas. Comenzó, en seguida, con su programa ´Aló Presidente´, desmintiendo todas las campañas en su contra. Él pudo armar una base, que la respuesta ha sido heroica, porque a pesar que actualmente han intentado invadirlos y que le han retenido todos los fondos de los bancos exteriores, siguen resistiendo como un ejemplo de lo que son los sesenta años de la resistencia cubana al bloqueo”, manifestó Calloni.
Y enfatizó sobre la opinión de algunos críticos que ”no se puede ser un dialéctico, como muchos proponen, sin conocer la realidad porque es la base”.
La investigadora opinó que el proceso venezolano, “ha superado el momento más difícil. Ahora está emergiendo. Pero tener más de 50 mil millones de dólares retenidos fuera del país, que no podían vender petróleo, que no podían extraer, desabastecidos. Fue una guerra. Creo que tenemos que aprender de eso, para saber, que, sin relación directa con las masas, con los pueblos, no se puede soportar nada”.
Finalmente, Calloni reflexionó sobre la resistencia de América Latina: “los pueblos están demostrando las resistencias, pero faltan dirigencias y no sabemos de los nuevos proyectos, cuál va a perdurar. Tenemos mucho que hacer todavía, mucho trabajo. Y ese trabajo es la militancia de base”, agregó.
“Hay que volver a recuperar nuestro trabajo en la cultura, buscando nuestra verdadera identidad y profundizar sobre eso. Porque el retroceso cultural ha sido impuesto por la desinformación y un ataque brutal a la educación y a la cultura. Necesitan pueblos ignorantes o sin conciencia para poder establecer otro proyecto de colonización continental y estamos luchando contra eso. ¿Cuál es la estrategia que utiliza un imperio que quiere volver sobre nuestra región, pero ya como dueño del territorio?”.
- Entrevista realizada en En qué nos parecemos (sábados de 13 a 14)
- Redacción Lucia Izaguirre
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