Por Carlos Aira (*)
Blanco algodón, negro quebrachal. Chaco For Ever, club fundado en 1913, con historia grande en el fútbol nacional, vuelve a reencontrarse con su mejor historia. En la final por el segundo ascenso a la Primera Nacional derrotó 1 a 0 a Gimnasia y Tiro de Salta, regresando al Nacional luego de veintidós años.
En Abrí la Cancha entrevistamos a Carlos Ortiz, hincha, socio, y desde hace muchos años, custodio de la historia del Club Atlético Chaco For Ever. Un personaje necesario para comprender la pasión de una provincia por un club. Su testimonio es un pasaporte a la felicidad: “Pasó más de una semana del ansiado ascenso y en Resistencia se sigue hablando. Hubo mucho sufrimiento y una pandemia de por medio. Pero el equipo estuvo bajo la conducción de nuestro mayor ídolo que es Daniel Oscar Cravero supo timonear el barco y llegar al objetivo tan ansiado que era volver al lugar que nos corresponde por historia y convocatoria”.
En Buenos Aires no existe la complejidad que tiene el Torneo Federal, por distancias, competitividad y arbitrajes. Para For Ever era dificil lidiar con el objetivo del ascenso. Ortiz nos explicó: “En los últimos años el formato de separar el país en norte y sur ayudó al club. Este año tuvimos un buen arranque en materia de resultados. La pandemia planchó el campeonato a mitad de torneo. Por suerte, Cravero siempre expresó que era lo mismo clasificar segundo u octavo porque lo importante era clasificar. Suerte que tuvimos a un ídolo como timonel con una claridad asombrosa”.
El Chango Cravero en boca de todos. Reconocido por su paso por Platense y Lanús, en Chaco es una figura consular. Artífice del histórico ascenso de For Ever a Primera División en 1989, para Ortiz es el máximo ídolo en la rica historia de su club: “estuvo en momentos muy dificiles. Es más, traída indumentaria del Club Lanús en tiempos dramáticos. Acá aún le decimos Pinino y Zapallito. Lo de Chango fue un invento de Pedro Marchetta en Platense por su parecido al Chango Spasiuk.
¿Como está hoy For Ever? Carlos Ortiz nos explicó: “El club dio un vuelco impresionante. Hace una década el club estuvo al borde de la desaparición. Un grupo de socios se arrimó al club para trabajar desde cero. Hoy pasas por el club y te emociona saber que hay 14 disciplinas que funcionan en la sede. Muchas familias. El año pasado se estrenó el microestadio. Estamos viviendo un momento inolvidable y este 2021 cerró con un campeonato tan anhelado”.
Carlos Ortiz es el custodio de la historia de Chaco For Ever. Una historia fascinante: “Soy un estadígrafo del club. Comencé en el 2000. Una época muy mala del club. Los medios gráficos de la provincia siempre repetían lo mismo y me interesé en bucear los archivos históricos. Comencé a buscar crónicas y descubrí un club mucho más grande de lo que imaginaba. En las redes sociales tuvo mucha aceptación. Hoy, no sólo estoy abocado en la investigación de For Ever sino también en el fútbol chaqueño, formoseño y correntino. Es una historia fascinante que quiero transmitir”
“El gran logro del club fue el ascenso a Primera División en 1989. Aunque los viejos nacionales de Primera División fueron muy importantes. No solo por los partidos ante los grandes de Buenos Aires sino porque nuestro club debió clasificar derrotando a los campeones de Misiones, Formosa y otras provincias. El ascenso de 1989 comenzó en 1986, con la creación del Nacional B. En esa temporada, For Ever fue el club que más recaudó. En la primera temporada quedamos eliminados en forma polémica ante Belgrano. En 1988 perdimos la final ante San Martín de Tucumán. En 1989, remamos desde atrás hasta la última fecha cuando recibimos a Lanús. Fuimos campeones siendo líderes tan sólo los últimos 35 minutos del campeonato. La fervorosa hinchada de For Ever fue fundamental para aquel ascenso”.
Carlos Ortiz también recordó el terrible descenso de For Ever, a quien calificó como uno de los mayores robos del fútbol argentino: “For Ever disputó ocho temporadas al Nacional B y en seis clasificó al ascenso a Primera. En 1998, el club descendió junto a Douglas Haig. Quedó un cupo por la categoría que se resolvió enfrentando al equipo de Pergamino en Rafaela. Esa tarde nos dirigió ese delincuente vestido de árbitro llamado Miguel Cavagnaro. El club estaba quebrado. El viaje y la estadía la pagó un gran chaqueño como fue Ante Garmaz. No había botines para todos los jugadores. Fue el utilero de Rafaela quién le prestó botines a muchos jugadores. El ladrón de Cavagnaro nos descendió con tres penales impresentables sin importar el inmenso esfuerzo que se hizo para jugar y ganar ese partido y terminamos cayendo 4 a 3. Por eso en este momento de felicidad también quiero recordar a ese delincuente“.
Con For Ever en el Nacional, ¿Cual es el próximo objetivo? Ortiz nos señaló: “Aquí nadie piensa en mantener la categoría. Somos un equipo grande y tenemos el sueño de volver a Primera División“.
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha.
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