Matias Strasorier, del Centro de Estudios Agrarios, presentó en al aire de Radio Gráfica el libro que escribieron junto María Rizzo, “50 Sombras del Agro. Un recorrido por los hechos del sombrío gobierno de la Alianza Cambiemos, desde la mirada del sector productivo”. También reflexionó la actualidad y qué hacer respecto al aumento de los precio de alimentos.
Las 50 Sombras del Agro
Strasorier relató que el Centro de Estudios Agrarios “hace 15 años trabaja en lo que es investigación y producción de material, cartillas, etc. referidas al sector agropecuario, sobre todo lo que es salir a disputar el sector. Desde el 2008 con la 125 en adelante, cumplimos esa tarea de salir a mostrar que había otro modelo agroalimentario posible, otras cosas a debatir y otro tipo de productores, no solamente los que nuclean los medios hegemónicos de comunicación. Otra realidad del campo”.
“Con la llegada de Mauricio Macri al gobierno asumimos la tarea también de salir a comunicar, a disputar sentido, a explicar qué veíamos que sucedía. Porque el gobierno macrista no fue un gobierno favorable al agro, y no lo digo yo, lo dicen los mismos productores que en muchas oportunidades escuchamos decir ‘hay que aprovechar cuando viene el peronismo al gobierno porque es cuando hacemos la diferencia y ganamos. Ganamos más plata y nos va mejor’”, subrayó.
El veterinario recordó: “En aquel momento, nos dimos la tarea de escribir notas, con todo lo que eso conlleva de aprendizaje y error, en las cuales los hechos lo sustentamos en datos y en una visión política”.
A través de este trabajo “en el año 2019 recopilamos esa producción y seleccionamos las 49 notas que nos parecían más simbólicas y relevantes para mostrar cómo había sido el recorrido macrista en políticas públicas agroalimentarias, a quiénes habían favorecido y a quiénes no, y entonces nos dimos esa tarea y le pusimos 50 sombras del agro”, señaló.
En la primera parte del libro “contamos con datos cómo fue la pesada herencia que recibió Mauricio Macri. Es sorprendente observar que la política agropecuaria de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner no fueron desfavorables para el sector agro exportador y agroalimentario. Sino que fueron muy favorables, incluso incluyendo a las economías regionales y a muchos productores y productoras”, resaltó el integrante de CEA.
El país post macrismo
Strasorier evidenció que “los datos públicos nos muestran que los productores recibían menos por la producción, tanto en leche, como los productores de carne, de granos. Todos los productores recibieron menos de lo que recibían durante el gobierno de Cristina. Hay en toda la producción una serie de intermediarios que son actores que están en la zona de comercialización o en parte de la industrialización de los productos de la producción primaria. Todos esos pagaban menos que lo que se pagó durante el gobierno de Cristina”.
Asimismo, el veterinario observó que “se produjo menos, la caída en la producción de leche pasó de casi 11.500 millones de leche en 2015, a tener momentos en los cuales estuvo en 9.500 millones de litros. O sea, casi llegando a los parámetros del año 2003 donde estaba en 7.500 millones de litros de leche”.
Y agregó que “hoy la ganadería tiene el resultado de la liquidación de vientres que se produjo en el año 2018-2019. La liquidación de vientres es cuando se venden más hembras que machos para la faena, para consumir carne. Se venden en la fábricas el ternero”. “Cuando al productor no le da los números no se queda con la vaca porque no le dan los números. Entonces empieza a eliminar vientres y a venderlo para carne. Todas esas cuestiones son datos reales, y cualquier productor lo sabe y cualquiera que conoce el sector lo vio y lo vivió”, precisó.
El integrante de CEA describió que durante el gobierno el contexto general de la economía fue de “aumento de las tarifas, aumento de la energía en general de los costos energéticos, disminución del consumo interno, porque al caerse el salario pasamos de consumir casi 60 kilos por habitante por año de carne a consumir 49, perdimos 10 kilos por habitante por año, más o menos alrededor de 500 mil toneladas, casi lo que exportamos. Hoy queremos exportar y reducimos la producción porque no hacemos un modelo integrado”.
Pujas internas
Frente a las novedades a niveles tecnológicos, aún hay mucho que discutir: “Si usamos la tecnología o no lo usamos, si la robótica nos va a desplazar fuerza de trabajo, nos va a quitar puestos de trabajo o nos va a generar que el trabajador tenga mejores condiciones y no termine entregando su físico en labores que hoy lo puede hacer con un robot y el trabajador esté sentado monitoreándolo desde una tablet”.
Matías Strasorier expresó al respecto que “hay algunos desafíos con eso y que tenemos parte de responsabilidad nosotros. Lo otro es que la conformación de la fuerza de la derecha latinoamericana es parte rara de ese capitalismo comercial usurero, que no termina de ser un Rockefeller o un capitalista internacional, sino que acá son entreguistas”.
Y añadió que “no es que quieren desarrollar un capitalismo nacional fuerte donde crezca la producción nacional en cada provincia, donde busquen nuevos mercados y ganen más plata, sino que lo que hacen es que quieren ganar solamente ellos y no dejar que los otros crezcan”.
“Es realmente preocupante no tener participación de un Estado nacional con una convención o con una mirada ideológica, como es el peronismo, el cual dice que el Estado debería ser el que de alguna manera equilibra la balanza. Porque si no tenemos un protagonismo en lo que es el comercio exterior de granos, lo que es el control de un eslabón estratégico, como es el conocimiento de punta, todo lo que sea la biotecnología, los procesos de robótica, 5G y demás, entonces eso lo maneja el mercado. Es muy difícil ir por la divisas que genera ese sector que son necesarias para el resto de la economía”, apuntó.
Ley de fomento a la agroindustria
La ley impulsada por el Consejo Agroindustrial Argentino y presentada por el nuevo ministro de Agricultura Julián Domínguez, con la presencia de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner, “nuclea a diferentes organizaciones y cámaras de empresarios del sector agroalimentario, y se la viene impulsando desde el año pasado”, dijo Strasorier. “Se puso en debate, incluso con algunas cuestiones que se fueron modificando, que parte de lo que es la lucha en este sector”, sumó.
“Julián Domínguez propuso agregarle agrobioindustrial, que me parece un acierto importantísimo porque lo aggiorna a esta época en la cual hay digitalización, informatización de la ruralidad y de la economía en general. Hoy estamos con avances de las nuevas tecnologías, que impactan cotidianamente”, remarcó.
El veterinario dijo que “Domínguez lo que hizo fue presentarla para que la debatan las comisiones del parlamento, los legisladores y los diputados, lo cual creo que le va a dar la posibilidad a los que de alguna manera nos involucramos en el sector de dar debate a fondo de cómo tiene que ser una ley que impacte en el sector agroalimentario argentino”.
“Es una oportunidad histórica para quienes militamos en el sector, para quienes discutimos el sector agroalimentario, para quienes trabajamos en el sector agroalimentario, porque uno también es parte productora. Es una oportunidad para dar debate de cuál es el modelo que necesitamos en la Argentina”, contó.
El integrante de CEA opinó que “necesitamos un plan que sea federal, que sea inclusivo, que aplique las nuevas tecnologías, y para lo que es la producción agroalimentaria sobre todo un plan que sea bioeconómico y bioético para que cuide la biosfera y la biodiversidad. Que sea un plan productivo y sustentable. No puede ser un plan que extraiga los recursos naturales y que nos deje tierra arrasada y con sequía”.
El precio de la carne
“Hay cosas que comprender y son importantes tener claro. Primero, que la carne vacuna para los argentinos es clave, es un bien cultural. Para nosotros es muy importante al punto que el consumo de carne disminuye cuando disminuye el salario, si el argentino tiene que optar por los precios de carne no va a la carne de cerdo o la carne de pollo, excepto que no le alcance, y eso fue clarito lo que sucedió en los últimos años”, inició.
En la misma sintonía, en segundo lugar detalló que “hay que tener en claro que el ciclo productivo del ganado vacuno tiene su tiempo biológico. Y el productor no fija precios, hay otros actores que inciden ahí. En ese contexto, muchas veces se utiliza la carne para subir el precio, para tensionar y traccionar al resto. La carne subió 85% en el último año, mientras la inflación fue del 50% de otros bienes y servicios”.
Por lo cual, para solucionar esta problemática “como medida rápida necesitamos un acuerdo de los sectores, necesitamos ponernos de acuerdo y conseguir parte de esa carne a buenos precios. Hay muchos actores, hay muchos intereses en juego, hay mucha tensión incluso de tinte ideológico más que económico”.
“Hay que encontrarle esa vuelta rápido porque diciembre es un mes en el que el argentino y la argentina tenemos muy fresco lo que pasó hace 20 años y necesitamos tener una fiesta tranquila y con buen precio de carne para los consumidores. Necesitamos un plan a mediano y largo plazo que vaya a resolver la problemática de la carne. Ahora en el mientras tanto tenemos que ponernos de acuerdo en algunas cosas”, consideró.
Por último, Strasorier opinó que “el derecho a la exportación, mal llamado ´retenciones´, podría ser una solución, porque es una herramienta que tiene el Estado nacional para equilibrar lo que es la balanza de los desequilibrios que produce un sistema de producción en el cual hay algunos argentinos que ganan muchísima plata y otros que gana 30 lucas o 20 lucas cobrando un IFE“.
- Entrevista realizada por Úrsula Asta, Valeria Rodríguez y Paulo Pereira en Feas, Sucias y Malas, sábados de 9 a 12 hs, por Radio Gráfica
- Desgrabación de Carolina Ocampo
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