Alquileres: la carrera que está perdiendo el gobierno

“La Ley de Alquileres ha traído más problemas que soluciones, así que seguramente habrá que revisar esa situación. A mí mismo me costó alquilar, tuve que hacer un contrato por un año porque se me estaba complicando conseguir casa”, expresó el precandidato a diputado nacional del Frente de Todos en la Ciudad de Buenos Aires Leandro Santoro.

En el marco de la campaña electoral, Fernando Muñoz, director del Programa de Atención de Inquilinos e Inquilinas de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, dialogó en Radio Gráfica sobre la normativa que regula los alquileres y aseguró que “ni el aparato estatal ni la fuerza política defendieron la ley”.

“El único que habló todo el tiempo de la ley fue el mercado”, remarcó. Y agregó: “La política se va quedando sin palabras porque el mercado sigue avanzando y, a su vez, el daño que produce es tan grande que cada vez se hace más difícil reparar. Es un poco lo que pasa con la toma en Barracas”.

Además, Muñoz consideró que “la tolerancia que tiene la política con el mercado hace que el Estado pierda sentido”. “Para el poder económico cada crisis es una oportunidad de nuevos negocios. Y lo vemos con la capacidad de reproducción que tiene el capitalismo. El que más tiene se puede quedar con más bienes durante la crisis y todo tiene precio”, observó.

La Ley de Alquileres, que fue sancionada en junio de 2020, extiende los contratos de 2 a 3 años, reduce a un mes el depósito y establece la obligatoriedad de declararlos en la AFIP. “Cuando arrancó la pandemia, el presidente Alberto Fernández firmó un decreto de congelamiento de precios de alquileres, suspendió los desalojos y hasta incluyó un artículo que parecía temerario, que decía que los locadores tenían que darle la cuenta bancaria a los inquilinos para que depositen la renta. Algo que parecía un apriete en un país, y sobre todo en esta Ciudad de Buenos Aires, donde el 90 por ciento paga 20 lucas de alquiler y no recibe ninguna factura legal”, recordó.

“El entusiasmo ese inicial que tuvo que ver con el sentido común, el aislamiento preventivo y obligatorio que se planteó requería también de garantizar la continuidad de vivienda, llegó al Senado, que votó una ley de regulación de los contratos cuando los contratos de alquiler estaban protegidos por el propio decreto presidencial. Si recién arrancás, si tenés un Estado que viene siendo colonizado por el neoliberalismo, no te anotés en una maratón porque perdés. Y eso es lo que le está pasando al gobierno en materia de alquileres”, manifestó Muñoz, y afirmó que el problema radica en que “no hubo debate” y ni se construyó “al sujeto político que lo sustente”.

“Se hizo todo con el sentido común, pero contra el mercado más agresivo”; enfatizó.