Felisa Miceli, ex Ministra de economía durante el gobierno de Néstor Kirchner, dialogó con Radio Gráfica sobre la realidad económica del país, repasó medidas del primer período kirchnerista (2003-2007), la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la gestión del actual ministro del área Martín Guzmán.
Su gestión en el Ministerio de Economía junto a Néstor Kirchner
Miceli recordó que “cuando llegué al Ministerio con el presidente Néstor Kirchner, habíamos hablado desde antes, desde que estaba en la presidencia del Banco Nación, que sería interesante poder salirnos del yugo que representaba el Fondo Monetario internacional en ese momento, con las condicionalidades que impone para fijar determinados tipos de políticas que en general son de ajuste o de austeridad”.
“Estaban dadas las posibilidades concretas”, señaló la ex funcionaria, y agregó que “Brasil anunciaba el pago al FMI, Argentina tenía reservas. ¿Por qué no hacerlo? Nos sacamos ese tremendo peso, esa tremenda carga que significa administrar o gestionar la política económica o llevarla adelante sin la condicionalidad del FMI, sin las misiones del Fondo, sin los requerimientos de privatizaciones, de flexibilizaciones que el Fondo siempre hace”.
Esta posibilidad de que Argentina quedara sin deudas externas significó “la libertad de la ejecución de políticas económicas, de lograr un crecimiento con inclusión social porque el crecimiento solo no nos interesaba, de confirmar y reafirmar la vocación del kirchnerismo: incluir a los distintos sectores, de desarrollar el mercado interno, de apuntalar a la producción y el trabajo de los argentinos, todo el tema de las jubilaciones de las amas de casa. La inclusión jubilatoria no se hubiera podido llegar a hacer sin haberle pagado al FMI”, destacó Miceli.
La ex Ministra de economía manifestó que para ella “es un orgullo haber sido parte de ese equipo que decidió, no sin contradicciones o sin temores, o sin disensos, pagarle la deuda al FMI, porque fue como un salto a la posibilidad de generar una política económica autónoma nuestra y que nos permitió crecer durante muchos años como no lo habíamos hecho nunca”.
Coincidencias y críticas frente a la nueva negociación con el FMI
Miceli subrayó que “los aplausos tienen que ver con la posibilidad que Martín Guzmán y todo su equipo, el equipo del Presidente y todas las áreas de economía, que han tenido la posibilidad de llevar adelante una situación sumamente crítica y difícil, como fue gobernar la Argentina después de la destrucción del macrismo. A eso agregarle la pandemia y no ‘haber chocado la calesita’ como suele decirse más popularmente”.
“Haber llevado adelante lo que había que hacer, generando incentivos y propuestas para sacar adelante a la gente que quedó muy mal en la época de la cuarentena con la emisión monetaria. Y desde un lugar de mucha precisión, delicadeza, porque si se emite de más se va al dólar, si el dólar sube se va a los precios, pues la inflación que heredamos (del macrismo) es altísima. Esta situación donde todo lo que se mirase estaba mal en materia económica”, analizó.
Por otro lado, la economista criticó fuertemente: “la demasiada lentitud en la adopción de medidas que para mí eran fundamentales. Creo que el Banco Central tendría que haber comprado muchísimas más divisas para fortalecer las reservas internacionales, porque eso nos da una posición mucho más de libertad, de peso y de solvencia para enfrentar los embates devaluadores”.
“Recién en septiembre el Banco (Central) tomó medidas cuando ya habían pasado el rastrillo en gran parte del superávit comercial y los dólares no estaban. Esa es la parte que yo más tengo diferencias (con la Administración), o considero que hubiera actuado de una manera por ahí un poquito más apresurada. En cerrar todas las posibilidades de llevarse los dólares que son tan necesarios para enfrentar la situación que tenemos que enfrentar”, remarcó.
Inflación
La ex funcionaria sostuvo que “hay muchos desafíos todavía por llevar adelante, la inflación es uno de ellos. En ese sentido, también entiendo que se están haciendo las cosas razonablemente bien. Le pondría un poquito más de énfasis a la cuestión de cómo funcionan las grandes empresas para aumentar los precios en Argentina”.
“Me pregunto yo, si no aumentan los servicios públicos, las tarifas energéticas, sobre todo si no aumentan los salarios, o aumentan muy poco, y han perdido participación real, y si esto ocurre no hay demanda, estamos en un momento difícil, porque por más que hay reactivación en algunos sectores, en general no hay un gran movimiento económico, ¿qué es lo que hace que los precios aumenten tan aceleradamente?”, cuestionó.
“Hay que empezar a trabajar como en otros países estas cuestiones del abuso de la posición dominante para que aquellos sectores que tienen monopolios u oligopolios en sus mercados, sean cuidadosos a la hora de fijar sus precios. Y que no traten de recomponer las ganancias a expensas de los ingresos de los argentinos mayoritariamente”, expresó.
Vicentin
En cuanto a los vaivenes del gobierno nacional generados en torno a Vicentin, Miceli se preguntó: “¿estaría mal que el Estado participe?, con todas las características de alguien que opera en el mercado más importante que tiene la Argentina que es el de granos. ¿Estaría mal que el Estado participe a través de una empresa que les compre a los productores, que funcione como una empresa testigo? Entiendo que no”.
Y en ese sentido añadió que “estaría muy bien porque significa justamente eso: tener una participación en un mercado que es central para la economía argentina porque nos provee divisas y, de esa manera, la posibilidad de conocer más al sector, de generar un marco de mayor certeza en las transacciones, en los precios, en las cantidades. A mí me parece sumamente necesario este tipo de rol del Estado”.
Mundo multipolar
La economista resaltó que “Argentina es un país privilegiado, nosotros tenemos la suerte de la abundancia en el sentido de poder producir casi lo que queremos, desde el punto de vista de lo que serían nuestros recursos naturales, la disponibilidad de tierras y la posibilidad de generar productos que en otros lugares y en otros países son tan necesitados y no están a disposición de la población”.
La multipolaridad es “es el camino que se debe tomar, como se tomó en la época de Néstor Kirchner. Recuerdo en el año 2004, el gobierno viajó a China para mejorar las relaciones comerciales, y a partir de ahí las relaciones con China se intensificaron, se duplicaron las exportaciones desde nuestro país hacia allá. Y también las relaciones de otro tipo, esto que nos permitió tener inversiones chinas en nuestro territorio”, recordó.
“Entiendo que es muy importante abrirse al mundo desde todos esos lugares. Cuando digo ‘abrirse al mundo’ no lo tomemos como por ahí lo usan los neoliberales, que lo único que se les ocurre es bajar los aranceles. Yo digo ‘abrirse’ en función de lo que serían las necesidades de otros países y lo que Argentina puede brindar”, indicó.
Sin embargo, para abordar ese objetivo “también tenemos que pensarnos internamente, pensar en el desarrollo que queremos, pensar en el tipo de agregación de valor que podemos darle a qué tipo de producto, enfatizó Miceli”.
Distribución equitativa
“Es un tema fundamental en la economía: yo soy de la idea de que siempre hay que distribuir. Creciendo o no creciendo”, especificó la ex funcionaria.
En la misma línea, precisó que “si somos capaces de distribuir las cargas cuando ‘nos vamos para abajo’, cuando la economía no crece, y siempre los que pierden son los trabajadores. Ahí nadie dice ‘como tengo más pongo el hombro, pongo el pecho y soy el que más pierdo’. En general, todo el mundo se reparte muy inequitativamente y los que más pierden son los jubilados, los trabajadores”.
La economista opinó que “no hay que esperar un crecimiento para que haya ‘derrame’, la distribución tiene que venir junto (al crecimiento) y todas las acciones que se hagan desde un gobierno peronista tiene que estar fijado en el eje de la distribución”.
“A mí no me cabe ninguna duda de que esto debe ser así, es una prioridad. No sirve de nada crecer si no se distribuye. Hay que distribuir y además, cuando se distribuye, aumenta el crecimiento. Esto es una cosa que se tiene que internalizar. Cuánto más distribución hay más se crece, porque la gente que tiene mucha necesidad compra todo en el mercado interno, vuelca sus nuevos recursos y amplía la demanda. Y mueve esta rueda virtuosa del crecimiento”, explicó.
La economista definió que “el peronismo es generador de empleo y de trabajo. El ‘asistencialismo’ es de los conservadores, no es nuestro. O sea, en una transición, en una emergencia, todo. Absolutamente todo. Pero la transición tiene que ser hacia el empleo, hacia el trabajo genuino, hacia el empleo con todas las características que nosotros sabemos que tenemos que tener el empleo formal”, aseguró.
Por último, Miceli advirtió que “por ahí tiene que ir la cosa para ver cómo se distribuye, se crece, se crea mercado interno, se genera empleo. Y se acaba un poco con esta problemática de los planes sociales. La gente quiere trabajar y a la gente le gusta la dignidad del trabajo. Es lo que nosotros tenemos que llevar adelante sin ninguna duda”.
- Entrevista realizada por Gabriel Fernández en La Señal (lunes a viernes de 18 a 19 horas)
- Redacción por Carolina Ocampo
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