La Vicepresidenta ha decidido levantar el perfil. Desde que asumió el Frente de Todos el 10 de diciembre de 2019, sus intervenciones en actos públicos han sido puntuales, con mensajes fuertes, de los que marcan la agenda y dejan títulos, pero no abundaron más concentrada en la actividad legislativa.
Un par de semanas atrás estuvo en La Plata, en el inicio de obras en el hospital Sor María Ludovica, este jueves volvió a participar en un acto en territorio bonaerense. En este caso en Lomas de Zamora, donde participó del lanzamiento del programa Conectar Igualdad en el distrito junto al gobernador y la vicegobernadora, Axel Kicillof y Verónica Magario, y el intendente Martín Insaurralde.
Allí defendió el Programa Conectar Igualdad, lanzado durante su gobierno y por el cual fueron entregadas más de 5 millones de netbooks. “Fue una verdadera revolución. Impactó mucho. En muchos hogares era la primera computadora que llegaba a la familia, que utilizaba no sólo el chico sino la madre, los hermanos, los abuelos. Los derechos universales siempre sirven. Y cuanto más universales son, más se desarrolla la sociedad”, afirmó Cristina Kirchner en el marco de la entrega de 10.000 tablets a niños y niñas de sexto grado de Lomas de Zamora.
“Esta pandemia ha puesto al mundo patas para arriba. En nuestro país tenemos un problema doble: la Argentina ya estaba patas para arriba. Nos encontró endeudados como nunca”, planteó la Vicepresidente ya metiéndose en un debate más amplio y recordando el último tramo de su presidencia.
“Tengamos en claro que la política es representar intereses. Pueden ser los de las grandes mayorías nacionales, los del desarrollo nacional, la tecnología o la industria nacional. Tengamos la grandeza, la inteligencia, de comenzar a discutir en serio a través de propuestas y de políticas”.
“Era una Argentina donde pasaban estas cosas. Había problemas, claro que sí, pero resulta que todos los problemas que teníamos en el 2015 se multiplicaron y se agravaron en los 4 años posteriores hasta el infinito. Y surgieron otros que no teníamos, como la deuda con el Fondo Monetario Internacional al que le debemos 45 mil millones de dólares y no construimos ninguna planta depuradora, no le prestamos a ninguna empresa el dinero para hacer una fábrica mejor, no mejoramos los salarios de los docentes universitarios ni tampoco compramos 5 millones de computadoras”, disparó.
Luego lanzó furibundas críticas a la oposición sin nombrarla, pero con destino para los dirigentes de Juntos por el Cambio. “Cuando pase esta pandemia, porque va a pasar, vamos a tener que hablar en serio de responsabilidad. No ir a la televisión a ´sarasear´. Tampoco difamar, mentir, creer que por acusar al otro para ganar las elecciones”, apuntó.
“Esto tiene que terminar porque no podemos seguir abonando una Argentina que cuando un ciudadano o ciudadana enciende el televisor se le torna insoportable estar escuchando lo que se escucha. Si fuera una discusión de proyectos o medidas, pero son todas generalidades, ´sarasas´, condenas y denuncias que redundan en una Argentina de oportunidades perdidas, como fue la de no continuar con una política como la del Conectar Igualdad”.
“Tengamos en claro que la política es representar intereses. Pueden ser los de las grandes mayorías nacionales, los del desarrollo nacional, la tecnología o la industria nacional. Tengamos la grandeza, la inteligencia, de comenzar a discutir en serio a través de propuestas y de políticas. Creo que hoy estamos en condiciones, los argentinos y argentinas, de poder sopesar las políticas que nos han dado resultado porque más allá de la ubicación partidaria que cada uno tenga”, subrayó Cristina.
“Si vamos a discutir nimiedades y cuestiones menores mientras está sucediendo esto en la Argentina no nos lo van a perdonar. Pero no solamente a nosotros, a todos los que de alguna u otra manera quieren representar políticamente a sus compatriotas“.
“Tengo la perspectiva que cuando esta pandemia termine, los poderosos van a ser más poderosos y los débiles vamos a ser más débiles. Y los ricos van a ser más ricos y los pobres van a ser más pobres. Tenemos, por responsabilidad histórica, por convicción personal y por representación popular, que abordar este debate con todos los argentinos. Piensen como piensen y estén donde estén“, concluyó.
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