Por Juan Patricio Méndez*
El lunes, Alberto Fernández presentó, junto al ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, y al ministro de Educación, Nicolás Trotta, la Ley de Educación Ambiental Integral (EAI), conocida también como “Ley Pino Solanas”. Luego de haber logrado la media sanción en Diputados el 28 de marzo, la Cámara de Senadores aprobó el 14 de mayo la normativa que entiende a la Educación Ambiental Integral “como una política pública nacional “permanente, transversal e integral” en todos los establecimientos educativos de la nación.
El Presidente señaló que “la cuestión del medio ambiente es un problema del presente, no del futuro”, en clara consonancia con las responsabilidades conferidas al firmar y adherir al Acuerdo de París (agenda 2030), por el cual cada nación firmante deberá reducir su huella de carbono para mitigar el avance del cambio climático. Su específica atención en el presente recalca el hecho de tomar medidas urgentes ante la emergencia climática.
La ley es detallista en comprender “la interdependencia de todos los elementos que conforman e interactúan en el ambiente; el respeto y valor de la biodiversidad; la equidad; el reconocimiento de la diversidad cultural; el cuidado del patrimonio natural y cultural; y el ejercicio del derecho a un ambiente sano”. Tal cual lo señaló el primer mandatario en la presentación del Plan de Políticas Ambientales durante el año pasado, una ley de Educación Ambiental sirve “para poner en la cabeza de cada niño y adolescente por qué tiene sentido esta disputa”.
En el anuncio realizado el lunes, Alberto Fernández destacó que la ley de EAI “genera conciencia en las nuevas generaciones sobre la importancia de cuidar el medio ambiente”. Advirtió que es de suma importancia la “responsabilidad de transmitir” por parte del Estado y los educadores e indicó que “cada acto de desatención al medioambiente es un poco más de daño que nos infringimos”. Es importante esta mención ya que la inferencia del ambiente como un todo representa la importancia de las acciones sobre los territorios en todos los conos de la nación y del mundo.
El proyecto
Cabe destacar que este proyecto se enmarca en lo que se conoció como Plan Nacional de Políticas Ambientales. Dicha batería de medidas fue presentada por el gobierno y se sostuvieron en los siguientes ejes:
- el lanzamiento de Casa Común, que busca el abordaje de prácticas agroecológicas, sostenibles y las reservas naturales urbanas, viveros y áreas verdes;
- el Plan Nacional de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto apunta al desarrollo sostenible y al crecimiento de la economía circular y el saneamiento ambiental;
- la Ley de Educación Ambiental para la transformación cultural;
- y el Programa Nacional de Prevención de Incendios y Manejo del Fuego, para la preservación de los bienes naturales.
La coordinación de la planificación integral del proyecto en todo el país estará a cargo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que trabajará en conjunto con algunas áreas de otros ministerios, como el de Economía, a los fines de solventar algunos proyectos, o bien con el de Agricultura, Ganadería y Pesca, donde funciona la Dirección Nacional de Agroecología.
Tanto la Ley Nacional de Educación (26.206) como la Ley General de Ambiente (25.675) reconocían el derecho a una “educación ambiental”, pero nunca existió, hasta este entonces, una normativa o programa que vincule ambas áreas para su concreta materialización en programas pedagógicos. Juan Cabandié señaló, en septiembre de 2020, que este proyecto viene a “saldar una deuda histórica con el pueblo, que se verá reflejada en las aulas”.
Por último, el proyecto incorporó al artículo 92 de la Ley de Educación Nacional “la toma de conciencia de la importancia del ambiente, la biodiversidad y los recursos naturales, su respeto, conservación, preservación y prevención de los daños”. También añadió que en el Día Mundial del Ambiente (5 de junio), cada provincia deberá “promover una acción comunitaria en la que se fomente el compromiso ambiental intergeneracional”. El presupuesto se asignará anualmente, y se creará una partida en el Presupuesto Nacional.
Con la sanción de la Ley de Educación Ambiental Integral se avanzó con otro de los pilares del programa de políticas ambientales a nivel nacional. Queda aún mucho por recorrer en materia de extractivismo, agronegocio, políticas transgénicas y minería, aunque la promulgación de este proyecto es esencial para volver a encaminar a la “Agenda Verde”.
Es pertinente señalar que aún quedan espacios de lucha no abordados, y que la urgencia en incorporar a la agenda las problemáticas holísticas de todos los territorios es obligatorio y urgente. Pueblos fumigados cuyos reclamos aún no son escuchados, luchas interminables contra el avance del trigo transgénico, el rechazo a la Segunda Iniciativa Popular presentada por vecinos y vecinas de Chubut, entre otras. El oído tiene que llegar a todas partes. No se puede tapar el sol con la yema del dedo.
(*) Columnista de Ambiente en Abramos La Boca (Lunes a Viernes de 16 a 18 horas) / Radio Gráfica 89.3
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