Por Juan Patricio Méndez *
Se trata del Proyecto M.A.R.A (Minera Alumbrera y Agua Rica), un viejo conocido para las asambleas y las organizaciones que vienen denunciando el extractivismo hace varios años. Pasó con Bajo la Alumbrera, y las reiteradas denuncias producto de los derrames de químicos, de la contaminación ambiental y de la filtración en los canales y circuitos de agua potable, dejando al pueblo sin recursos hídricos. Y sigue pasando con la canadiense Yamana Gold y Glencore Xstrata, compañías que se encuentran operando ilegalmente en la zona de Aconquija, en Catamarca, excavando y preparando el terreno para la explotación metalífera minera.
Es muy importante señalar que el lugar de operación de las las máquinas que subieron el día miércoles a comenzar la perforación, es una zona periglaciar, es decir, una región protegida por la Ley de Glaciares. El desarrollo de cualquier actividad en las estas zonas , que implique un riesgo ambiental, está terminantemente prohibida por la normativa que mencionamos previamente. Es por ello que la puesta en marcha del proyecto por la empresa canadiense es anticonstitucional, y sumamente perjudicial para el ambiente, la región y la soberanía de los pueblos.
Según narran miembros de organizaciones sociales y ambientales de Catamarca, “subieron por un lugar que se llama Camino a Capillitas, del otro lado del Nevado del Aconquija. Los compas de la Asamblea El Algarrobo están bloqueando caminos comuneros que van a Choya y a Potrero, que son otras entradas hacia Andalgalá, o quizás por un corte que se llama el Atajo, por la minera Alumbrera”. Y también se pronunció el intendente de Andalgalá, Eduardo Córdoba, quien señaló que “se estaría cometiendo un delito. Vamos a pedir informe de lo que se está diciendo, porque no se ha informado al pueblo ni al intendente”.
Conocidos los derrames de cianuro producto de la minería en la región, el temor crece conforme pasan las horas. La luz verde para iniciar un proyecto de semejante envergadura y con los riesgos ambientales conocidos implica un claro avasallamiento sobre los derechos de la ciudadanía a decidir sobre su propio territorio. El eventual ecocidio devastaría la región, tanto o más de como ya lo ha hecho Barrick Gold y el complejo Bajo La Alumbrera, con sus constantes derrames, con la contaminación de caudales de agua y con los residuos arrojados en la zona. Como señaló el intendente, “no se ha informado a la ciudadanía de lo que está sucediendo, y voy a poner mi decisión política al servicio del pueblo que defiende el agua”.
Tengamos en cuenta que se trata de uno de los proyectos más grandes, a escala mundial, en materia de megaminería. Implica la realización de once perforaciones para extraer oro, cobre, plata y molibdeno, en una zona de altura y de difícil acceso. Pero, por sobre todas las cosas, en un área protegida por ley, con un historial de daños ambientales muy grande, y en una región de sacrificio histórico, donde el extractivismo fue sello reiterado.
Asamblea El Algarrobo, de Catamarca, publicó en sus redes sociales imágenes donde se ve a las excavadoras en el territorio. “Están subiendo a perforar nuestros cerros. Una postal muy triste, el Nevado del Aconquija amenazado hacia su extinción y con él, la nuestra”. Las organizaciones anoticiaron este evento mencionando que “las máquinas comenzaron el proceso de exploración para el inicio del proyecto M.A.R.A”.
Por último, los pobladores y las organizaciones expresaron su preocupación al reiterar que “el proyecto dejará secuelas ambientales catastróficas”. Los pueblos alzaron su voz en contra de proyectos insustentables, insostenibles, altamente perjudiciales para los ecosistemas, extractivistas y neoliberales. Los modelos de producción a gran escala evidenciaron, ante los ojos ciegos del mundo, los desastres que van haciendo paso a paso. El momento de defender a Andalgalá es hoy.
(*) Columnista de Ambientalismo de Abramos La Boca (Lunes a Viernes de 16 a 18 horas) / Radio Gráfica 89.3
Discusión acerca de esta noticia