Entrevistado en Radio Gráfica, Juan Carlos ‘Chinchu’ Gasparini repasó su compleja historia de vida que lo llevó a ser el jefe comunal roqueperense, cargo que ocupa desde el 2011 de manera ininterrumpida. “El Partido Justicialista me abrió las puertas y yo hice grande a Roque Pérez”, subrayó en la extensa charla con Mauro Cavallin y Camila Hernández Benítez.
MC: Sé que te dicen Chinchu ¿Te podemos decir Chinchu?
JCG: Exactamente, si me decís Juan Carlos “Chinchu” Gasparini, ni me doy cuenta.
MC: Bueno, te decimos Chinchu entonces. ¿Por qué tuviste la iniciativa de vacunarte con la foto de Vladimir?
JCG: Yo no me podía vacunar por la enfermedad que tengo, hace mucho tiempo que tengo un problema en la médula y los médicos me habían aconsejado no vacunarme. Y hace unos días, la traumatóloga con el médico que me encontraron algo en la médula, me autorizaron a que me vacunaran. Bueno, hace rato que quería rendirle homenaje a Putin por haberle salvado tantas vidas a la Argentina. Hoy todo el mundo quiere vacunarse con la vacuna rusa y esto lo dije yo hace 3 meses y pico, en un programa de radio, que nos íbamos a pelear por vacunarnos con la vacuna rusa. Entonces tuve la idea de hacer una foto de él e ir al vacunatorio y sacarme una foto con la chica y todo, en agradecimiento.
MC: ¿Y crees que está foto le llegará a Putin?
JCG: Que sé yo, mirá, a mí me han pasado tantas cosas. De haber estado conversando con el Papa mano a mano a hacer un reportaje de Página 12 que tiene más de 300 mil visitas en internet. Soy un tipo muy conocido, muchos años militando en la política y, bueno, me hice conocer mucho ahí. Soy así, de poder conversar y charlar de lo que quieras, no tengo nada que esconder en política, hace muchos años que milito, más de 40, me costó mucho ser intendente, nadie me regaló nada y no soy ‘hijo de’, y estoy acá, hace tres mandatos que estoy gobernando a mi pueblo, transformando la salud, la educación, la cultura, el deporte. Y la conclusión, tratar de hacer un pueblo igual. Empecé limpiando canales e invirtiendo en salud, me decían que estaba loco, luego hubo una inundación terrible que casi se lleva al pueblo y gracias a los canales que hicimos salvamos al pueblo. Y la salud, porque sabía que era no tener salud por mi familia pobre, por tener un hospital con muy pocas cosas y, sabía muy bien, que para la gente pobre era muy difícil que pueda llegar a tener una salud adecuada. Compré camas nuevas con control remoto, compré sillones para que la gente se siente cuando le toque cuidar a sus enfermos. ¿Sabes por qué? Porque estuve 3 años en el Hospital Ludovico, hospital de niños, cuidando una hija mía en una silla de fierro, te imaginas como estaba, nunca se pudo descansar, por eso ahora la gente va y se sienta en un sillón.
MC: Chinchu, yo conocí tu historia en esa nota que decís que te hicieron en Página 12, después de haber ganado la elección de noviembre del 2019, una elección que ganaste por 11 votos y te llevó a tu tercer mandato en Roque Pérez. Contémosle a los oyentes, Roque Pérez es una localidad del interior de la Provincia de Buenos Aires que tiene una población de 10 mil habitantes y ¿a cuántos kilómetros está de Ciudad de la Plata?
JCG: De La Plata, 170, más o menos. Es una ciudad chica con un progreso bastante importante. Producimos con ayuda del frigorífico, le damos muchos valor agregado a lo que nosotros producimos: chancho, pollo, soja, maíz, tenemos aceiteras que dan laburo. Bueno, la avícola que siempre hemos tenido problemas por los que dirigen la empresa, es una empresa que en este momento tiene 300 empleados, quedaron afuera 250 más o menos. Abrimos un frigorífico que tiene más de 160 personas, abrimos dos frigoríficos de chanchos. Hay movimientos distintos de otros pueblos. Durante la pandemia prácticamente siempre el pueblo estuvo en marcha, hubo unos tres rubros que nunca pararon. Es un pueblo que no tiene villa, entonces la gente se anima a construir buenas casas. Yo siempre priorizo la gente pobre, que labura, que no se entrega, la que enfrenta la vida. Estamos abriendo ahora un lugar para que tengan acceso las madres golpeadas. La violencia familiar ha avanzado mucho con la pandemia. Además, hemos construido 5 escuelas nuevas, educación como yo nunca la tuve.
CHB: Vos tuviste una infancia bastante complicada. ¿Cómo decidís meterte en la política y cómo llegas a la intendencia de Roque Pérez?
JCG: Y la política fue la educación que no tuve, la casa que no tuve, las oportunidades de cambiar de vida que no tuve me las dio la política, me las dio el peronismo. Solamente el peronismo puede hacer un intendente que no tiene ningún estudio como yo y esto es así. Yo amo al Partido Justicialista. Estuve con todos los presidentes. Estuve con Duhalde, estuve con Menem, estuve con Ramiro Iglesias. Me hago cargo de mis cosas, nunca niego el origen de donde vengo, pero el Partido Justicialista me abrió las puertas y yo hice grande a Roque Pérez, por eso tenemos el mandato consecutivo.
MC: Y no es fácil que un candidato peronista, como vos, gane en Roque Pérez, una localidad donde la producción agropecuaria es muy importante y todo lo que eso significa.
JCG: Me dediqué también un poco al voto independiente, yo soy muy amigo de gente que tiene algún dinero. Mirá, siempre fui criticado por muchas cosas, que iba a fundir el municipio, que me iban a hacer el gabinete porque yo tenía amigos del barrio, gente tradicionalmente radicales de toda la vida. Mucho voto independiente, muchos radicales votaron por mí, contentos con mi gestión me acompañaron.
MC: ¿Cómo estás viendo la campaña de vacunación, cómo viene en Roque Pérez? Te vacunaste vos, tenés 73 años.
JCG: Bueno, yo no me podía vacunar por la enfermedad de la médula que tengo y estoy haciendo quimioterapia, pero los doctores me autorizaron y bueno, contento, porque andaba por todo lados y en cualquier momento me agarraba el Covid-19 y me llevaba puesto. La verdad, al no tener defensas, viste… Y bárbaro, todo se hace como corresponde, limpito y sin estar escondiendo nada. Un grupo de pibes laburando hermosamente, con un cariño, con un corazón bárbaro y la gente muy contenta. Especialmente la gente grande. La gente quiere vacunarse en Roque Pérez. Yo siempre estoy pidiendo que usen el barbijo, que se vacunen y que los padres le traten de decir a sus hijos por el tema de los boliches.
MC: Entiendo, por tu problema de la médula, vos debes estar inmunodeprimido. Está bueno tu mensaje porque las personas que tal vez están en esa situación se puedan vacunar también.
JCG: Mira yo estuve 3 veces para irme de este mundo, muy mal, bajé 16 kilos, comía por una sonda, estuve 6 meses con mis hijas. ¿Querés que te sea sincero? Me di cuenta que tenía hijas cuando estuve enfermo porque la política me había llevado a tal modo de no darme o de no darle bolilla a mis hijas. Tengo 2 estudiando en La Plata, una se recibió de veterinaria y otra de diseño gráfico. Tengo una trabajando en el aceite, que habían echado en el gobierno de Macri y ahora la recompusieron otra vez. Y ellas son las que mediaron y todo, y también la ayuda del pueblo, los mensajes de ánimos.
MC: Chinchu, sos un tipo que las pasó todas.
JCG: Traté con toda clase de gente, pero nunca ni robar, ni drogarme. Allá en mi pueblo la droga estanca. Yo al que vende droga trato de meterlo preso, sinceramente. Al que se falopea, lo he puesto a trabajar o le he dado una mano. Me han criticado mucho por eso, porque yo también anduve por la vida deambulando sin tener oportunidad. Y hay que darle oportunidad a la persona para poder sacarla muchas veces. El pibe que entra en la droga es porque no tiene otra cosa. Entonces uno tiene que mirar eso. Acá hay mucho deporte, mucha cultura, tenemos convenio con 8 universidades para estudiar y para recibirse en Roque Pérez. Bueno, creo que hemos hecho muchísimo y vamos a seguir haciendo.
MC: ¿Cómo es tu relación con Axel Kicillof, el gobernador de la Provincia de Buenos Aires?
JCG: Extraordinaria, le mandé la foto recién, vacunándome con la foto de Putin y se reía, de los que decían que íbamos a envenenar a la Argentina. Tengo muy buena relación, me contesta siempre, soy muy amigo de Aníbal Fernández, que parte de lo que soy se lo debo a él. A todos les debo un poquito, pero con Axel tengo una amistad muy sincera y muy cercana. Cada vez que lo he llamado, siempre que estoy pidiendo algo para Roque Pérez, está ahí, escuchándonos.
MC: ¿Y qué cambió para Roque Pérez, entre la gestión de Vidal y la gestión de Axel?
JCG: Y 90%. Vos llamás y te escuchan. Se te rompe la escuela y la arreglás al rato. Ya vamos 3 escuelas pintadas y hemos invertido una cuanta planta para baños y discapacitados. Nosotros siempre tenemos la escuela bien arreglada, bien preparada para cuando empiecen las clases no haya ningún problema. El gobierno tiene una mirada muy genial.
MC: ¿Qué balance haces de la gestión de Alberto Fernández hasta ahora? ¿Qué opinión tenés del presidente?
JCG: Bueno, veníamos de la pandemia, no olvidemos. No soy crítico, no me vas a ver a mí haciendo críticas que extralimitan lo real. Pero veníamos de una pandemia terrible, 25 mil pymes cerradas, la gente no podía pagar la luz. A parte de la deuda externa que dejaron, la deuda interna que dejaron, no se tiene más crédito. Y sobre eso, cuando estábamos componiéndonos, vino la pandemia que destruyó al mundo, a las mayores potencias. Yo no soy economista, pero el gobierno está haciendo un esfuerzo muy grande de poder mantener a toda la población, para que le llegue un plato de comida y un remedio. Yo tengo acá una farmacia donde entrego remedios, por otro lado, el hospital municipal lo banca la municipalidad, tenemos grandes sanitaristas, muy buenos médicos que no andan por ahí porque cobran bien.
MC: ¿Hay un hospital grande en Roque Pérez?
JCG: No es muy grande pero sí es un hospital modelo, muy querido por la gente. Tenemos un hogar de ancianos, también, muy bueno, donde gracias a Dios no nos entró el Covid. Es el lugar que más cuidamos porque tenemos 50 abuelos, ahí. Es de primera, un hotel 5 estrellas. Yo gobierno como me trató la calle, lo que aprendí a tener, a no tener, que me faltaba, que no me faltaba. Y bueno, más o menos lo busqué en la política y cuesta porque muchas veces tenés que tocar intereses y tenés que animarte a hacerlo. Y gracias a Dios lo pude hacer.
MC: Me interesa tu relación con el campo, a llevarte 3 veces a intendente de un distrito que está rodeado de campo con mucha producción agropecuaria, la tierra más rica y más cara de la Argentina.
JCG: Mi relación con el campo no ha sido buena, porque he sido menos apreciado por el campo, pero trato de convivir y no soy soberbio. Si algo está mal lo aceptó y doy la cara. Me mató en este nuevo mandato la enfermedad de la médula. Me han hecho de todo, recién ahora encontraron alguna posibilidad y me estoy dando quimioterapia bastante seguido y eso me hizo engordar 11 kilos, porque había bajado 16. Soy flaco, imagináte como estaba, era un esqueleto. Bueno, engordé 11 kilos por corticoides. Yo soy infartado también, en la gestión anterior me infarte.
MC: La calle y el ritmo de la política tienen sus consecuencias, ¿no?
JCG: Mira, estuve 7 años sin parar, sin bajarme del auto. Los directores de obras públicas, todos se cansaban, se bajaban y se enfermaban. Yo creía que no me iba a enfermar nunca. Me paró un gran estrés, me dijeron los médicos. Pero bueno, hice mucho por lo que peleé, están a la vista las obras, el cambio que tuvo Roque Pérez. No encontrarás más casas de chapas, las que había las deshice y le pude hacer una casita común, pero bien hecha para que vivan bien. No se puede dejar que construyan como quieran, aquí en Roque Pérez podés construir como el plano que te da la municipalidad o mejor que eso, pero menos de eso no. Tomé el toro por las astas. Mucha gente que tenía terrenos usurpados de la municipalidad, que lo vendían, hacían mucho negocio, eso ya se terminó. Ahora estamos peleando por 200 terrenos de una expropiación. Ojalá lo podamos sacar cuanto antes. Un poco va ir para los Procrear, hay gente que necesita. Además, se genera mucho trabajo, el de albañil, hay mucha competencia.
MC: ¿Por qué te dicen Chinchu?
JCG: Yo me crié con mi abuelo. Mi mamá trabajaba en Buenos Aires y venía una vez por año a verme. Yo encontré a mi padre después de 46 años, mi padre fue soldado de Evita, era piloto de avión. Yo iba al matadero con una bolsa, te regalaban la cabeza de vaca, las tripas gordas, los chinchulines, el hígado, todo eso te lo regalaban antes. Ahora, valen una fortuna. Entonces, como yo era flaco y largo, tenía la alpargata atada y Carlitos D´Amico, una persona muy conocida acá, me puso “chinchulín”. Te imaginás vos, cuando todos me gritaban chinchulín, yo tenía 11 o 12 años, me gritaban eso, me daba vuelta y me enojaba. Después me di cuenta que lo tenía que llevar encima. Entonces lo patenté. Ahora soy el Chinchu para el presidente, para la presidenta, para el gobernador, para Aníbal Fernández, para los intendentes que me conocen, para toda la gente. Si me decís Juan Carlos, ni me doy vuelta. Si me decís Gasparini, menos. Yo soy el Chinchu para todos. No me cambió nada la política, le pedí a Dios que no me hiciera cambiar. Sigo siendo el mismo Chinchu de siempre, no tengo una casa donde vivir, la única suerte que tengo es una hija que se ha recibido de veterinaria, la otra está estudiando en La Plata, diseño gráfico. Es el único logró que he podido hacer con la política, gracias a Dios. Después, no tenemos casas, no tengo hijos acomodados en la política, tienen tanta necesidad como yo, como cualquiera.
- Entrevista realizada en Abramos la Boca (lunes a viernes de 16 a 18)
- Redacción por Lucia Izaguirre
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