Del 18 al 20 de septiembre se desarrolló la primera cumbre mundial de la “Internacional Progresista”. Bajo el lema “Internacionalismo o extinción”, reconocidos referentes mundiales del progresismo analizaron el avance de la derecha fascista en el marco de la emergencia sanitaria global y delinearon los principales ejes de acción para fortalecer la articulación de los movimientos populares en esta nueva etapa del capitalismo postpandémico. Alicia Castro, ex embajadora argentina en Venezuela y Reino Unido, repasó en Radio Gráfica los puntos clave abordados durante el foro y los debates que de allí se desprenden.
A lo largo del fin de semana pasado, se celebró el primer congreso de la “Internacional Progresista” (IP), un movimiento mundial que reunió a diversas organizaciones, activistas, pensadores, referentes sociales y políticos, en un momento crítico de la historia de la humanidad. “Es una confluencia de crisis extraordinarias; económica, sanitaria, social, de valores. Estamos viviendo, como dice el Papa Francisco, una tercera guerra mundial fragmentada y con una pandemia que no tiene antecedentes”, manifestó Alicia Castro, al tiempo que advirtió: “La pandemia ha rasgado el velo sobre dos cosas: el total fracaso del actual sistema económico y la profunda violencia de la desigualdad”.
“La pandemia no creó la desigualdad, pero la mostró con inusual crudeza. Lo que antes era injusto ahora se volvió letal”
“Lo que esta cumbre puso de manifiesto es que es necesario no sólo el debate, sino que es urgente cambiar el estado de las cosas y es imprescindible debatir a nivel global un repertorio de alternativas posibles. Hay que reunir las fuerzas para presentarlas y exigir soluciones políticas a quienes gobiernan o tienen poder”, definió la ex diputada y miembro del Consejo asesor de la IP, integrado además por destacadas figuras internacionales como el filósofo estadounidense Noam Chomsky, la escritora canadiense Naomi Klein y el economista griego Yanis Varoufakis.
Otro eje central del foro giró en torno al debate sobre la justicia fiscal. Mientras en Argentina el principal partido opositor, liderado por Mauricio Macri, ya manifestó su rechazo al aporte solidario que alcanzará a sólo 12 mil millonarios, en el mundo avanzan los proyectos que proponen un mayor esfuerzo fiscal a quienes más recursos posean. “Tenemos que entender, cuando todavía se discute el tributo por única vez en Argentina, que se trata de algo elemental, de sentido común. Pero además creo que tiene haber un impuesto permanente y progresivo de las grandes fortunas”, sostuvo Castro. Y señaló: “En América Latina, la región más desigual del mundo, hay un nuevo milmillonario cada dos semanas”.
“La pregunta es quién paga la cuenta de la pandemia. Creo que es un imperativo ético que la paguen los que más tienen”
A contramano de lo que los nuevos grupos de extrema derecha intentan instalar en torno a la supuesta “asfixia impositiva” que el gobierno pretende implementar, diversos estudios demuestran que Latinoamérica se encuentra muy retrasada en políticas de recaudación, y además, sufre el flagelo sistemático de la evasión fiscal. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la actualidad, el promedio de la carga tributaria de la región, teniendo en cuenta su Producto Interior Bruto (PIB), es la mitad de la registrada en la Unión Europea. En este marco, Alicia Castro propuso “recuperar una idea que hubo en tiempos de guerra, donde se aplicaron impuestos a las ganancias extraordinarias de la guerra. Ahora deben ser los sectores que se han beneficiado, el sector del comercio virtual, tecnológico y farmacéutico, quienes den ese aporte”.
“Acá hubo un esquema virtuoso de rescate a las pequeñas empresas con el ATP, pero también se ha dado rescate a empresas superavitarias que evaden impuestos, esos rescates deben ser condicionados”
Respecto de la calidad institucional y democrática, la ex embajadora denunció que “en América latina la democracia está en riesgo, hay golpes blandos. Vemos que EEUU quiere intervenir militarmente Venezuela. Yo soy muy crítica cuando se pone en duda la democracia venezolana, porque no tiene que ver con que te guste o no (Nicolás) Maduro, tenemos principios sólidos en Argentina de no intervención”. Y continuó: “Le hicieron un golpe parlamentario a Dilma (Rousseff), secuestraron electoralmente a Lula Da Silva, quien hoy hubiera sido sin duda el presidente de Brasil, luego hicieron lo mismo con Correa, luego lo que ocurrió en Bolivia”.
“Tenemos que pensar por qué no vimos venir todo esto, por qué no actuamos a tiempo y mancomunadamente contra estos golpes blandos”
Castro, además reivindicó la confluencia de gobiernos populares durante la década pasada, que permitió construir un sólido proceso de unidad latinoamericana: “Hemos vivido una extraordinaria forja de unidad regional. El sueño de nuestros libertadores, la segunda independencia, con el Mercosur ampliado, la Unasur, la comunidad de estados latinoamericanos y caribeños. Esto no es solamente ideológico o económico, es político: el único yacimiento de soberanía política e independencia económica es la unidad de América Latina.
Para finalizar, la ex diputada despejó las versiones que ponían en duda su designación como embajadora ante Rusia. “Le pedí al senado que rechazara el tratamiento de mi pliego porque no estamos en condiciones de viajar. Además de Rusia, tenemos concurrencia en cinco países de la ex unión soviética, eso demanda una enorme cantidad de traslados y movilidad. Estoy en mi casa desde el 14 de marzo y salí tres veces. Todos queremos trabajar, pero primero está la vida”, cerró.
- Entrevista realizada en Desde el Barrio (Lunes a viernes 10 a 13 hs)
- Redacción: Leila Bitar
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