El viernes pasado comenzó a funcionar con regularidad el transbordador Nicolás Avellaneda. Para muchos una nota pintoresca, pero un alivio para las personas de la Isla Maciel y La Boca simplifica el cruce del Riachuelo.
Es una postal emblemática de La Boca y de la Buenos Aires turística, pero también hoy representa una necesidad de los vecinos. La enorme estructura de hierro sobre el Riachuelo inmortalizada en las pinturas de Quinquela Martín y símbolo de una época con una actividad portuaria de enorme vitalidad recupera su función. El transbordador Nicolás Avellaneda, paralizado desde 1962, volvió a funcionar el viernes pasado en un servicio que mantendrá la regularidad beneficiando el cruce de los vecinos de La Boca y la Isla Maciel.
El transbordador estará activo entre las 10 y 17 hs., con una frecuencia cada 30 o 40 minutos. El viaje sola toma poco más de un minuto, reemplazando a la larga caminata que debían realizar los vecinos entre un barrio y el otro a partir del cierre del Puente Peatonal. Ello sin contar, el peligro de cruzarlo con una senda peatonal mínima, solo habilitada para los trabajadores de Vialidad Nacional, ente responsable sobre el puente.
“Se recuperó durante el último gobierno de Cristina. Macri se lo adjudicó, pero solo terminó de pintarlo“, contó Rubén Fanesi, delegado de ATE de Vialidad Nacional en diálogo con Radio Gráfica. “En su momento se había hecho una inauguración, ya con Macri como presidente en la cual se puso en marcha, pero sucedió algo insólito. Sólo llegaba hasta la mitad del recorrido porque no querían que llegue a la Isla Maciel porque ahí el intendente es Jorge Ferraresi. Algo demencial”, describió.
El transbordador Nicolás Avellaneda es un Patrimonio Cultural de la Humanidad por decisión de la UNESCO. Sólo existen ocho en el mundo de esas características. Fue inaugurado en 1914, pero desde comienzo de los años ’60 quedó inactivo, pasando a ser parte de la postal del barrio, pero sin un servicio de utilidad para los vecinos.
En las últimas semanas, se habían producido protestas en la Isla Maciel porque el puente peatonal estaba cerrado por la pandemia, lo que obligaba a los vecinos a dar un largo rodeo para cruzar hacia La Boca. Esta situación llevó a acelerar la apertura del transbordador.
El viernes en el cual comenzó su funcionamiento fue utilizado por 600 personas. Por la pandemia, por ahora en cada viaje trasladará de a 16 pasajeros respetando la distancia social.
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