Por Juan Natalizio*
Esta semana se desató una fuerte polémica a raíz de un tuit de la Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, donde informaba sobre una reunión con el embajador británico, Mark Kent, y queremos aprovechar este debate para ir a la raíz del problema y hablar de: Gran Bretaña. Es el país que ocupa ilegalmente tres millones de kilómetros cuadrados en el Atlántico Sur, territorio de la Argentina, siendo una de las mayores disputas territoriales del mundo. A pesar de esto, no tiene ningún inconveniente en tener una cantidad de negocios en el continente. Kent es un tuitero serial, que utiliza la red social para mostrarse sonriente con políticos/as y periodistas nacionales, parece que para muchos/as es mejor la foto sonriente que el reclamo a nuestro territorio, el premio mayor es la invitación a la embajada inglesa.
Políticas malvineras
Por un lado, vemos que el Gobierno avanza con proyectos ambiciosos y soberanos, el principal es el relanzamiento de Pampa Azul. El biólogo e investigador del CONICET, Juan Sala, contó en una entrevista en Megafón UNLa que este proyecto “nace como una iniciativa en el Gobierno de Cristina Fernández, en el año 2014, donde se propone, por primera vez en la historia de nuestro país, armar una política de estado que ponga al Mar Argentino en el centro de la agenda de desarrollo de la nación.”
Es un proyecto que pone a trabajar siete ministerios en conjunto, con el Ministerio de Ciencia como coordinador general. Pampa Azul impulsa soberanía científica e industrial entre otros grandes beneficios, en un espacio donde nuestra Nación debe avanzar y aprovechar, el mismo donde el usurpador está haciendo uso y goce de los recursos naturales sin ningún tipo de problema. En esta línea, el Gobierno avanza con un proyecto de Ley sobre la pesca ilegal, en especial para sancionar a las empresas que pescan con la ilegítima licencia que otorgan los británicos.
Otras dos medidas impulsadas por el Gobierno, que ya son ley, son: la creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a las Islas Malvinas, que tendrá la función de generar consensos políticos para políticas de Estado relacionadas a la Cuestión Malvinas; la segunda, es la nueva demarcación del límite exterior de la plataforma continental, un mapa mostrando la Argentina en su totalidad.
Kent’s friends
Es el embajador que faltó el respeto a uno de los sanitaristas más importantes de nuestra historia, Ramón Carrillo, a quién acuso de Nazi, una falsedad absoluta que hubiera merecido que brinde explicaciones y pedido de disculpas, pero parece que nadie le dijo nada, una intromisión en asuntos internos. Es el representante del país que ordenó hundir al crucero ARA General Belgrano fuera de la zona de exclusión para que no haya diálogo en pleno inicio del Conflicto de 1982, ataque que le costó la vida a 323 argentinos. Kent, es el representante del país que nos invadió militarmente cinco veces (1806, 1807, 1833, 1845 y 1982), y económicamente desde la Baring Brothers al saqueo actual.
Mientras avanzan las políticas malvineras antes mencionadas, el secretario de Minería, Alberto Hensel, convocó a las empresas mineras británicas a incrementar su participación en el país, en un evento organizado por la Cámara Argentino Británica sobre “La minería, una opción de desarrollo Post Pandemia”, donde también participó, Mark Kent y el agregado Comercial Embajada del Reino Unido, Alfredo Fierro.
El 90% de la producción minera de oro y plata en la Argentina se encuentra en poder de países de la Commonwealth británica, la corona tiene su negocio en el Mar Argentino y en el continente argentino. Sobre esta cuestión recomendamos la nota “el saqueo del oro, un claro ejemplo de un país africanizado” (1), publicado en Agenda Malvinas. Hensel, el amigo de Kent, y la minería argentina un recurso inglés.
Queremos recordar que en el 2017, el gobierno de Mauricio Macri decidió enviar once mil lingotes de oro de nuestras reservas a Londres ¿estará en la misma bóveda con el oro que se robaron los ingleses en 1806? ¿Por qué no lo traen? Recordemos que Gran Bretaña le negó el acceso del oro al actual presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, y lo puso a disposición de un diputado golpista. Es decir, le robaron el oro a Venezuela. ¿Cancillería argentina defendió a Venezuela ante este arrebato británico?
Cuando hablamos de Gran Bretaña hablamos de un enemigo, un país que nos hizo la guerra para robar territorio, y desde esa perspectiva es que hay que negociar con ellos; no es un país amigo de la Argentina, ni de Latinoamérica. Solo se sentará a negociar y dialogar sobre la Cuestión Malvinas cuando les cerremos negocios o toquemos sus intereses, siempre por la vía diplomática. Londres no cumplirá con la resolución de las Naciones Unidas si no tiene algún tipo de necesidad, el diálogo no es su política, al contrario, es un país forjado en guerras. Malvinas también es la minería, es el lago Escondido, es la Patagonia, es la política de defensa; Malvinas es el faro que nos ilumina y nos demuestra dónde está y quién es el enemigo, aunque a muchos les moleste. Y tenemos 649 razones para no salir sonrientes en el tuiter de Kent, y 649 razones para cuestionar todo lo que venga de Londres, porque de ellos no se puede confiar nada.
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