En este último tiempo, los investigadores y científicos argentinos han tenido un rol de gran relevancia en el desarrollo de productos para mejorar la calidad del sistema sanitario del país. Actualmente estamos atravesando de manera paralela una pandemia producto del Covid 19 y una epidemia provocada por el Dengue.
Frente a la problemática producida por el mosquito, el INTA generó un biolarvicida, que permite controlar al Aedes aegypti, transmisor del dengue. Esta fue desarrollada por el Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMYZA) del organismo y puede reemplazar o complementar productos comerciales de síntesis química y cuenta con potencial para su industrialización.
Diego Sauka, responsable del laboratorio Insumos Bacterianos e investigador INTA – CONICET, comentó en Radio Gráfica: “Este es un insecticida biológico, que tiene en su formulación una bacteria comúnmente conocida como Bacillus thuringiensis israelensis (Bti), que constituye el principio activo de biolarvicida”.
Y agregó: “Esta bacteria se caracteriza por ser específicamente tóxica para larvas de los mosquitos, como el vector del dengue”.
“La particularidad de este producto no es tóxico para humanos ni animales, no contamina el ambiente ni afecta a otros insectos como abejas”, señaló.
“Este producto no es toxico para humanos ni animales”
“El INTA no vende el producto. Nosotros trabajamos a nivel laboratorio y hemos desarrollado el protocolo de producción para este biolarvicida para que el organismo lo licencie a todas aquellas instituciones públicas y privadas que quieran producirlo y comercializar si así fuese el objetivo”.
Respecto a la forma de utilización, el investigador informó que “se fumiga sobre los cuerpos de agua, donde se desarrollan las larvas de los mosquitos”. Y remarcó que “estos tienen un estadio acuático, ahí es donde se fumiga y cuando el mosquito ingiere el producto pasan las pocas horas y muere la larva. Si no hay larva no hay adulto, que son lo que vuelan y nos pican. Este producto no actúa en los mosquitos adultos”.
“Si no hay larva no hay adulto, que son lo que vuelan y nos pican”
“Los insecticidas químicos cumplen muy bien su función pero pueden llegar a producir contaminación si se utiliza mal. En este caso es un insecticida biológico que es altamente específico”, enfatizó Sauka y puntualizó en que “desde el punto de vista ambiental tiene baja persistencia, se va degradando con la radiación solar”.
“Se desarrolló un protocolo de producción que sea económico y de fácil acceso para nosotros”, manifestó el responsable del laboratorio Insumos Bacterianos. Y añadió: “Para poder producir se requieren ciertas instalaciones y capacidades esta empresa o laboratorio en grandes cantidades y poder formularlo”.
“Se desarrolló un protocolo de producción que sea económico y de fácil acceso para nosotros”
“Los productos que tienen microorganismos no se patentan en nuestro país, pero si se registra el producto relacionado a la salud pública en el Anmat”, dijo.
Finalmente, destacó que “las capacidades del INTA y el compromiso va más allá de sector agropecuario. Esto expuso con este tipo de desarrollo que están relacionados a la salud pública”.
- Entrevista realizada por Mauro Cavallín y Camila Hernández Benítez en Abramos la Boca (Lunes a Viernes de 16 a 18hs).
Redacción por Camila Cataneo.
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