Los trabajadores y las trabajadoras de enfermería convocaron ayer a un aplauso para reclamar salarios y condiciones de trabajo dignas, elementos de protección, testeos para el personal de salud, mejor control y participación en los comités de crisis. Christian Acosta, licenciado en Enfermería del Hospital Ramos Mejía y miembro del Consejo Directivo de la Asociación de Enfermería de Capital Federal, dialogó en Radio Gráfica sobre la situación que enfrentan.
En relación al reconocimiento de la carrera profesional antes de la pandemia, el vocero explicó: “Hace 20 años venimos insistiendo con la inclusión como carrera profesional. Hace dos años a (Horacio Rodríguez) Larreta se le ocurrió meter un proyecto de modificación de la carrera y nuevamente nos excluyeron e incorporaron carreras que ni siquiera tienen contacto con pacientes. Ahí es donde renovamos fuerzas, coincidimos con distintas organizaciones de enfermería, e hicimos un gran movimiento, que lamentablemente aún no ha tenido la repercusión esperada, que es la incorporación de los licenciados de enfermería en la carrera profesional”.
En esta línea, Acosta profundizó cuál es el significado de la falta de reconocimiento profesional: “Todos vivimos de nuestro sueldo y es donde principalmente repercute, tenemos una diferencia de más de $15.000 pesos, ahora estamos superando los $20.000 con los profesionales dentro de la carrera”.
“Por otro lado, tiene que ver con el reconocimiento como profesión, la enfermería es relativamente joven pero como profesión en sí tiene 60 años en argentina y sin papeles más de 80. A nivel mundial, más de 150 años como una carrera técnica que se fue profesionalizando. Actualmente, tenemos doctores, ensayistas, profesores universitarios de enfermería de excelencia que hacen investigación clínica, no reconocerlo en la carrera profesional es patear el tablero y tirar todo para atrás cuando se está pidiendo en el mundo que se haga un reconocimiento”.
En este marco de reclamo, el entrevistado agregó: “El año 2020 es el año de la enfermería, declarado por la OMS hace dos años para un proyecto de fortalecimiento de la enfermería porque se requiere más y mejores personas formadas”.
“Hay que pensar la salud como un derecho y no como un bien ganancial”
Con las universidades del Conurbano hay nuevos licenciados, en relación a la necesidad de recursos humanos, el referente expresó: “Las universidades dan una oportunidad, pero además debe ser alentadora la inserción laboral. Acá tuvimos promesas de que iban a fortalecer el servicio por la pandemia y todavía estamos esperando que ingresen enfermeros en los hospitales. Sabemos que las condiciones de contratación son pésimas, monotributistas por seis meses sin ningún tipo de beneficio y después su ruta”.
“Se necesita el fortalecimiento de las instituciones sanitarias de forma permanente. Tenemos grupos etarios de enfermería que superan los 50 años de media, en los hospitales necesitamos una renovación generacional. Hay que pensar a la salud como un derecho y no como un bien ganancial”.
Además, se refirió al rol del Estado y el de los enfermeros: “Tiene que ser una política de Estado a largo plazo donde se coordine con las jurisdicciones la obligatoriedad de que sean reconocidos en todas las carreras profesionales y darle la autonomía de la toma de decisiones para el sector, para que las decisiones en enfermería las tomen enfermeros o enfermeras, no un extraño, como suele pasar con los directores médicos o psicopedagogas para organizar la enfermería, eso es un error garrafal. Porque se terminan cometiendo errores de gestión o administración de distribución de recursos”.
“Tenemos faltante de materiales, de recursos humanos y la gestión no ha mejorado”
Específicamente sobre la situación del Hospital Ramos Mejía de Balvanera en el marco de la pandemia, Acosta explicó: “Hay muchas contradicciones, si bien no tenemos una sobredemanda de atención porque se cerraron servicios no tan esenciales, se suspendieron las cirugías programadas, tenemos dos quirófanos cerrados. Hay servicios que están funcionando a la mitad de la capacidad y se cerró la circulación interna para la población. Tenemos faltante de materiales, de recursos humanos y la gestión no ha mejorado”.
“No hay gestión de crisis, ni se preparó el hospital para lo que puede llegar a venir. Por ejemplo, sábado, domingo y lunes no hubo alcohol. Queríamos retirar para terapia intensiva o para cualquier otro servicio y, en el lugar específico donde tienen que dar el alcohol, no había. Y el alcohol al 70 es algo esencial en este momento para prevenir la circulación del virus”.
El vocero resaltó la importancia de esta profesión: “Desde que una persona toma contacto con el sistema sanitario, el 70% de la atención directa es con enfermería y al no tener los elementos somos los que más nos estresamos, frustramos y nos quedamos con bronca. Es ilógico que tengamos que estar reclamando los elementos para dar cuidado, debería ser el propio administrador quien esté estresándose para conseguirlos”.
En relación a la falta de críticas en los medios de comunicación, denunció: “Lamentablemente la inserción en los medios es muy complicada. Por un lado, por la hegemonía médica. Se los convoca pensando que son quienes tienen la palabra, y a enfermería nos cuesta más insertarnos. Por el lado político, cuando uno intenta visibilizar un conflicto en la Ciudad, se van cerrando muchas puertas”.
Y ejemplificó: “Hemos tenido una movilización de 30 mil colegas en el Congreso y hubo un móvil 12 horas que no levantó una imagen”.
“Es ilógico que tengamos que estar reclamando los elementos para el cuidado”
Sobre el reclamo del sector, afirmó: “Lamentablemente tenemos muchas cosas para contar que repercuten en la salud de la población, porque hoy los empleados de la Ciudad de Buenos Aires estamos atendiendo a toda la población. Los pacientes de COVID-19 leves aislados en hoteles están siendo atendidos por la enfermería de los hospitales”.
“Si te accidentás en la calle vas a venir a la guardia del hospital, si haces un ACV en tu trabajo vas a venir al hospital, y en muchos casos, cualquier ciudadano así tenga Osde 810, sea fuerza de seguridad o un indigente de la esquina, va a venir al hospital, entonces hay que defender a capa y espada la salud pública”.
LFB/GF/RG
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