Días trascendentes vive la Argentina con la negociación en marcha para la reestructuración del voluminoso endeudamiento externo que en las condiciones actuales el país no puede afrontar. En diálogo con Radio Gráfica, el economista Juan Denaro analizó el escenario económico, como fue tomado el endeudamiento y las perspectiva en la renegociación. “Fue una gran estafa, es plata que nunca entró al país, que se fugó, y que implicó un enriquecimiento de sectores concentrados”
En la materialidad social, el endeudamiento externo ha causado estragos, dejando como saldo el aumento de la pobreza, del desempleo y una agudización de la desigualdad social. En diálogo con Radio Gráfica, el economista Juan Denaro, planteó que el pago de la deuda, en términos de pueblo y ciudadanía, es injusto: “¿Por qué nosotros como pueblo debemos este dinero, si nosotros, como pueblo, no usamos nada de eso?”, apuntó.
Y a su vez, continuó: “fue una gran estafa, es plata que nunca entró al país, que se fugó, y que implicó un enriquecimiento de sectores concentrados”. La clave de esta lectura es no quedarse, meramente, en el plano económico, porque es allí donde otros factores son olvidados. La imposición de condiciones implica pérdida de soberanía, no solo económica, sino que representa la decisión de grupos ajenos a la cotidianidad política y social del país. “La toma de deuda implicó un sometimiento geopolítico a las grandes potencias, que a través del endeudamiento, imponen condiciones”, concluyó el economista.
A su vez, Denaro explicó qué significa la “quita de capital de deuda”: “La quita de capital implicaría pagar menos. Se habla de un 15%, que sería 7 mil millones de capital de deuda menos. Por lo que la deuda se reduciría de 45 mil millones a 38 mil millones”. Es, en ese punto, donde el economista plantea la necesidad de discutir la legitimidad de la deuda en sí misma, debido a que “el pueblo no vio un peso, lo que llevó a una destrucción del poder adquisitivo de la mayoría, que fue muy triste y tortuosa”.
“La toma de deuda implicó un sometimiento geopolítico a las grandes potencias, que a través del endeudamiento, imponen condiciones”
La quita de capital de deuda está acompañada de una ganancia en términos de tiempos. “Se está consiguiendo tiempo, es decir que hay plazos más largos para pagar la deuda, un período de gracia que se basa en proyectos sustentables y creíbles y que permite disponer de más tiempo para negociar”, explicó Denaro. Asimismo, señaló la importancia del tiempo para negociar, ya que “las posibilidades de que una negociación salga mal, aumentan cuando no hay tiempo para pensar”.
En relación a lo que debería hacer el equipo ministerial de Alberto Fernández, el economista advirtió que es importante “aceptar la realidad”, y que con las reglas ya impuestas por el mercado internacional “intentar transformar todo lo que se pueda, desde adentro”. A su vez, advirtió que la complicación fundamental radica en que “del presupuesto que tenemos, mucho se tiene que ir al pago de la deuda, y poco nos queda para trabajar en aquello que necesitamos”.
La referencia reciente acerca de lo necesario, tiene que ver con cuestiones relativas a lo social. La crisis sanitaria y abrupto crecimiento de la pobreza que ha dejado la gestión anterior, con una profundización de la misma, implicó la aplicación protocolos de urgencia para combatir la emergencia. “Venimos de un incremento en la pobreza. Tenemos urgencias grandes, como el hambre”, señaló el el economista.
“Del presupuesto que tenemos, mucho se tiene que ir al pago de la deuda, y poco nos queda para trabajar en aquello que necesitamos”.
Al mismo tiempo, Denaro opinó que es más importante analizar cómo se distribuye el PBI que al crecimiento del PBI en sí mismo, ya que “la distribución presupuestaria es fundamental para la reanudación del sistema económico”. Asimismo, señaló que “lo más importante es el sector externo. La clave es que ingrese más dinero del que sale para afrontar los compromisos con el exterior”. En ese sentido, el economista recalcó que “este es el modelo económico que apunta a tener superávit en el sector comercial”.
De esta forma, el economista señaló que pese a la urgencia en el saneamiento de la política económica y social, “el superavit previsto genera confianza en los acreedores externos, con lo cual se prevé que se pueda negociar mejor“.
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