Lito Trabes es uno de los tantos personajes que tiene el fútbol. Periodista. Histórico de Sólo Fútbol y Súper Fútbol, dos proyectos que calaron profundo en una generación de lectores. Pero sobre todo, Lito guarda en su vida la memora de su pasión: el Racing Club de Avellaneda. En una hora, mil temas y recuerdos. Una charla imperdible junto a Carlos Aira en Abrí la Cancha.

“Comencé a ver a Racing en 1949. Mi primer partido fue el famoso partido ante River en el Monumental. La tarde que ganamos 1 a 0, gol de Julio Gagliardo. Lo único que recuerdo es que la gente, de tanta alegría, tiraba los ranchos adentro del campo de juego. también fui a las dos finales ante Banfield en 1951. En aquella final en el Gasómetro cantábamos: “ay ay ay ay que lindo es el baión…aunque la contra se muera sólo Racing es campeón“. Todas las hinchadas enfrentaron a Racing aquella tarde y nos cantaban: “Vea vea vea que cuadro más barato / lo llaman a Cereijo para ganar el campeonato“.
“ay ay ay ay que lindo es el baión…aunque la contra se muera sólo Racing es campeón“.

“Ramón Cereijo fue vital en la historia de Racing. Un ser humano sensacional. Lo conocí bastante. En 1969, conjuntamente al Movimiento Unidad, fuimos a ofrecerle la presidencia de Racing y no aceptó. En una de las conversaciones me invitó a su casa conocí a fondo a la persona.
Ministro de Hacienda en el primer gobierno de Juan Domingo Perón, fanático de Racing. Cereijo le dio un crédito blando a Racing para la construcción del gran estadio pero faltaban elementos básicos como cal, ladrillo y cemento. Perón realizó una hábil maniobra y un montón de materiales pasaron a Racing. La gran mayoría de la Comisión Directiva de Racing, profundamente antiperonista, decidió bautizar el estadio Presidente Perón porque sin la ayuda del presidente, el estadio hubiera sido imposible de construir”
“Ramón Cereijo fue vital en la historia de Racing. Un ser humano sensacional.

“Yo no pude trabajar para Racing lo que Racing me necesitó porque mi situación económica no me permitió. Estoy conectado al mundo Racing desde pibe. Yo lo vi llegar a Oreste Corbatta a Racing. Año 1955. Llegó vistiendo un jardinero, una prenda que usaban los obreros en aquellos dias. Tucho Méndez salió a comprar un traje porque un jugador de Racing no podía vestir así.
Corbatta era un reo divino. No sabía leer ni escribir. Era otro fútbol, pero Corbatta era un fuera de serie. Un genio. Un malabarista. La gente recuerda aquel famoso partido ante Chacarita en San Martín, cuando corrió setenta metros hacia su arco y enganchó en el área propia y pasó de largo medio equipo rival. También se marcaba distinto.
Entre 1958 y 1961 Racing jugó con un mismo esquema: Corbatta y Belén atrás. Mansilla picaba a las puntas. Pizzutti y Sosa en el medio. Corbatta amagaba tirar centros o se la pasaba a Mansilla. Hicimos mil goles porque nadie miraba los entrenamientos”
Corbatta era un reo divino. No sabía leer ni escribir. Era otro fútbol, pero Corbatta era un fuera de serie. Un genio. Un malabarista.

“El Racing de José comenzó en 1958 con la llegada de Carlos Peucelle. Racing tenía una subcomisión de fútbol amateur extraordinaria: Amaro Sande, Guerrero, Capobianco, Tucho Sabatieri, Senén Rodríguez. Gente que sabía de fútbol. Peucelle me dijo una vez: el jugador viene con todas las condiciones porque juega en el adoquinado y la sabe parar. Juega al metegol entra al uno contra uno. Saben todo sin que ellos que lo saben.
El Racing de José se formó en aquellos días de inferiores, cuando Scalise los hacía entrenar con cuatro pelotas. También les enseñó a comer y vestirse. Perfumo me decía: zapatos marrones, medias marrones. Scalise les decía como tenía que estudiar. Porque la formación no sólo era futbolística. Muchos jugadores no llegaron a la primera de Racing pero fueron figura, algunos campeones con Chacarita, como Hugo Bargas y el Tano Frassoldati”
El Racing de José se formó en aquellos días de inferiores, cuando Scalise los hacía entrenar con cuatro pelotas. También les enseñó a comer y vestirse.

“Nadie sabe con precisión cuando comenzó la debacle de Racing. Los famosos 35 años. Algunos señalan la semifinal ante Chacarita Juniors de 1969. Otros, cuando Rulli desarmó el equipo en 1973. Yo tengo mi teoría. A comienzos de los 60s, Sigifredo Sisco-Menendez Behety toman la conducción del club. Sisco tenía siete hijos, ninguno jamás volvió a ver a Racing. Puso todo su dinero en el club. Lo que vino después fue un club con problemas económicos. El equipo campeón del mundo estuvo a punto de no salir a la cancha porque no le pagaban. Contra Nacional de Montevideo y Celtic Glasgow, el equipo no salía porque no aparecía el dinero. En 1964, Racing compró un seleccionado argentino: Menotti, Claudio Luiz, Maidana, Sivina. Al año siguiente, Pizzutti inventó un equipo de inferiores porque no había un centavo: Basile, que era 5, pasó a la cueva; Quique Wolff, número 10, pasó a ser lateral.
“Nadie sabe con precisión cuando comenzó la debacle de Racing. Los famosos 35 años. Algunos señalan la semifinal ante Chacarita Juniors de 1969. Otros, cuando Rulli desarmó el equipo en 1973.

“Racing se manejó mal desde que se fue Sigifredo Sisco, el mejor presidente que tuvo Racing. Un déficit dirigencial muy claro. En 1963, Alberto Armando fue a Racing para comprar a Corbatta. Le dijo a Sigifredo Sisco: vamos a hacerla cortita: tengo 12 millones por el jugador. Sisco no dudó y con esa plata hizo el Centro Deportivo que aun existe. Tal vez haya sido una de las obras más importantes en la historia de Racing. Fue un presidente que pensó en la grandeza del club porque el club es lo que queda. Los clubes deben ser obras. Mi generación le hizo más mal que bien a Racing. Hoy, el club debiera rendirle pleitesía a los pibes que desde la nada hicieron el Predio Tita. No hay palabra para ellos. Desde el 63 hasta el Predio Tita nadie puso un ladrillo en Racing”
El club debiera rendirle pleitesía a los pibes que desde la nada hicieron el Predio Tita. No hay palabra para ellos. Desde el 63 hasta el Predio Tita nadie puso un ladrillo en Racing”

“El Coco Basile dijo alguna vez: nosotros nos encontrábamos en lo de Tita y de allí ibamos caminando a la cancha de Independiente. Eramos primos hermanos. Nos cargábamos y nada más. En 1967, cuando nosotros salimos campeones del Mundo y ellos del Nacional, ambas hinchadas cantaban: “Suben las papas / suben los limones / y en Avellaneda salen los campeones”.
Algo pasó porque hoy no se puede vestir una camiseta de fútbol en Avellaneda. Hay familias enteras mitad de Racing y de Independiente. Un día terminó un ciclo en el cual nosotros ibamos a la cancha y no pasaba nada. Yo escribí en aquellos días de 1967 unas letras que son muy largos y terminaba así:
“Si esa copa bendita queda aquí en Argentina / Habrá que alquilar balcones, tirar globos y serpentinas / Pintar a franjas las calles, las veredas y el puente / Porque el Racing Club hará lo que no pudo Independiente
Todos tenemos un poco de culpa porque todos teniamos un poco de bronca.
“Si esa copa bendita queda aquí en Argentina / Habrá que alquilar balcones, tirar globos y serpentinas / Pintar a franjas las calles, las veredas y el puente / Porque el Racing Club hará lo que no pudo Independiente
“Racing tuvo muchos presidentes. De lo que leí, Ernesto Malbec fue un antes y después. Carlos Paillot, Ramón Cereijo, Rodolfo Molina – el Perón que Racing no pudo aprovechar – y Víctor Blanco. Con el actual presidente tengo diferencias sustanciales, pero me guste o no, está marcando una época en Racing.
Viví muy mal el gerenciamiento. Con muchos problemas. Tuve relación con Fernando Marín, convencido de una enseñanza: gerenció a Racing en todos los ámbitos. Fue una época negra de Racing. Nefasto todo lo que vivimos.
Juan D´Stéfano no fue tan bueno como algunos dicen y tan malo como otros plantean. Pero tuvo un problema: tuvo enfrente a Julio Grondona, Independiente y radical, siendo Juan ferviente peronista”
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