Falleció Tito Pizzuti. El Mago Juan José. Delantero vital del fútbol argentino de los años cincuenta. Dueño de una obra imperecedera: su equipo. Por algo, aquel Racing construido en un todo por dos pesos y terminó en la cima del mundo quedó en la historia como El Racing de José.
Por Carlos Aira (*)
Nos dejó José. Su nombre no tenía necesidad de apellido. Miles de gargantas albicelestes cantaron hasta la disfonía su grito de guerra. “Y ya lo ve… y ya lo ve… ¡Es el equipo de José!“. Arquitecto del primer equipo de autor de nuestras canchas. Aquel Racing de saldos y retazos que terminó haciendo una revolución en tiempos amarretes. Racing 1966-69. Equipo para todos los tiempos con un día señalado: sábado 4 de noviembre de 1967.
Juan José Pizzuti nació en Barracas, cerca de Radio Gráfica, el lunes 9 de mayo de 1927. Cuentan, que de pibe fue hincha de Independiente. Llegó al Club Atlético Banfield por intermedio de amigos. Insider izquierdo, como se decía en aquellos días al 10 en un fútbol aun sin numeración. Debutó en Peña y Arenales en 1947. Pronto fue una grata revelación del torneo. Goleador del campeonato de 1949 junto al cordobés Llamil Simes, delantero del campeón Racing, señalando 26 goles. Una delantera muy recordada en el sur: Cholo Converti, Juan José Pizzuti, Gustavo Albella, Nicolás Moreno y Adolfo Hernández.
En 1951 fue contratado por River Plate. Nombres notables: Vernazza, Pizzuti, Wálter Gómez, Labruna y Loustau. Aquella temporada, Banfield será la gran revelación del certamen jugando las míticas finales ante Racing en el Gasómetro. Su paso por River dejó 7 goles en 30 encuentros. Cuando parecía que su carrera eclipsaba, apareció su lugar en el mundo. Racing Club lo contrató para alternar con Llamil Simes. Se convirtió en un jugador moderno. Aprovechando su ductilidad, comenzó a bajar y recibir la pelota lejos del área rival.
En 1954 llegó a Racing un jugador que será vital en la historia futura. Procedente de Quilmes, Humberto Maschio fue compañero de Pizzuti. A pesar de los años de diferencia, armaron una fuerte amistad. Para esa época, Tito había dejado la banda izquierda para jugar por derecha. Un equipo recordado de Racing: Rogelio Domínguez; Pedro Dellacha, Ricardo Fernández; Gomina Giménez, Arnaldo Balay y Ernesto Gutierrez; Manuel Blanco, Juan José Pizzuti, Humberto Maschio, Llamil Simes y Ezra Sued.
Hasta 1955 jugó en Racing cuando fue contratado por Alberto Armando. Pizzuti reforzó a Boca campeón. Debutó el 26 de junio ante Rosario Central en la Bombonera. Victoria xeneize 3 a 2, gol de Tito. Nuevamente, comenzó a jugar por izquierda. Su primer paso por Boca tiene una fecha inolvidable. 17 de agosto de 1955. Domingo por la mañana, cancha de Racing. Goleada histórica: Boca 4-0 River. Pizzuti abrió el marcador. El mítico gol del misionero Cucchiaroni. Aquel día, Boca formó Julio Mussimesi; Juan Colman y Federico Edwards; Pancho Lombardo, Eliseo Mouriño y Natalio Pescia; Juan Carlos Navarro, Fausto Roselló, José Borello, Juan José Pizzuti y Tito Cucchiaroni.
Juan José Pizzuti regresó a Racing en 1956. Comenzó la etapa más significativa de su carrera dentro del campo de juego. El armador de dos equipos notables: campeón 1958 y 1961. Dos equipos con sólidas defensas y delanteras de memoria: Orestes Corbatta, Juan José Pizzuti, Pedro Manfredini (Pedro Mansilla, en 1961), Rubén Sosa y Raúl Belén. Dos de los equipos impactantes. Toneladas de fútbol surgían de los pies de Federico Sacchi. El cordobés Anacleto Peano manejaba los tiempos en el medio y arriba era demoledor. En 1961, Racing perdió tan sólo dos encuentros. Un campeón sin parangón en aquellos días. Pero llegó el verano de 1962. Una situación conflictiva con el presidente Sigifredo Sisco luego de un amistoso ante Barcelona. Una salida abrupta y los últimos dos años de carrera, nuevamente, en Boca Juniors. A fines de 1963, Juan José Pizzuti puso punto final a una extensa trayectoria profesional.
Comenzó otra historia. Mucho más grande que la anterior. En 1965 Racing se encontraba en una delicada situación financiera. Los desbarajustes económicos del año anterior se pagaban. No había un peso en la tesorería. El tesorero Héctor Carballo persuadió a Juan José Pizzuti de regresar a Racing. El 16 de septiembre de 1965 dirigió su primera práctica. Comenzaba una etapa histórica. Armó un equipo de la nada. Con jugadores veteranos y pibes de inferiores. El propio Juan José declaró:
“(Roberto) Perfumo, “6”, lo mandé bien atrás como “2”; (Alfio) Basile, “5” grandote, pesado; lo puse de “6” cerca del “Mariscal” apodo que llegó con el Mundial`66 de Inglaterra; Rubén Díaz, “6” luego lateral por izquierda, el “Panadero” hacía toda la banda y llegaba al gol; Miguel Angel Mori, “5”, fuerte, combativo”, describió.
“Perdimos solamente contra San Lorenzo que en ése tiempo le ganaba siempre aRacing; pero luego estuvimos 39 fechas sin perder entre 1965 y hasta la primavera del 66. Una sola derrota y ganamos limpiamente el torneo”.
Racing estuvo 39 partidos invicto entre 1965 y septiembre de 1966. Todos atacaban, todos defendían. Pero hubo un jugador clave: Humberto Maschio regresó de Italia para vestir nuevamente la camiseta de Racing. Gestión personal de Pizzuti. Aquel equipo que fue un torbellino tuvo en el Bocha su cerebro.
Pizzuti avivó polémicas: punteros ofensivos o ventiladores. ¿Wines verticales o jugadores que que realizaran relevos en otras posiciones? . Sus delanteros no tenían posiciones fijas. No tenía wines definidos por ninguna de las dos puntas. Ni Martinoli, mucho menos Rulli, podían considerarse wines. Casi una herejía en el club que tuvo como figuras a Enrique Garcia y Oreste Corbatta.
La Copa Libertadores 1967 fue una amansadora de viajes y partidos. En total, Racing necesitó 20 partidos, récord, para conquistar la Copa. Un plantel que jugó en Bolivia, Chile, Colombia, Bolivia, una final con clima de guera en Montevideo y vivió sitaciones límite, como cuando el avión que los transportaba de Bogotá a Medellín se caía y la muerte parecía inexorable. Finalmente, el 29 de agosto de 1967, en el estadio Nacional de Santiago de Chile, el Equipo de José venció a Nacional de Montevideo en el partido desempate de la final. Fue 2 a 1, goles de los refuerzos, Cardozo y Raffo, ambos en la primera etapa.
Pero en la dinámica racinguista de aquellos días, aquella final fue una triste anécdota. El paroxismo racinguista se vivió el 4 de noviembre de 1967. Aquel sábado, El Equipo de José logró el primer título mundial del fútbol argentino. El zurdazo mítico de Juan Carlos Cárdenas. La victoria racinguista sobre el Celtic de Glasgow. Tres finales durísimas. La derrota inicial en Escocia. La sufrida victoria 2 a 1 en Avellaneda y luego la Batalla de Montevideo, con las expulsiones de Basile y Rulli. La emoción de un país que estuvo detrás de este equipo y que festejó como propio el triunfo blanquiceleste.
Lo que vino después nunca podía ser superado. Volvió a Racing en varias oportunidades. En 1983 fue entrenador del equipo académico que perdió la categoría por única vez en su historia. Una década después, regresó al frente del plantel profesional, junto a Rodolfo Della Pica, para dirigir la Copa Centenario.
Presidente honorario de Racing. Amado por el pueblo racinguista y respetado por todo el fútbol argentino. Se fue a los 92 años el hombre que ideó el primer equipo de autor. El mago Juan José.
“Y ya lo ve…y ya lo ve… es el Equipo de José”…
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha. Autor de Héroes de Tiento.
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