Florencia Martín es la rectora del Instituto Superior de Formación Docente Dorita Acosta, un profesorado popular instalado en el barrio Padre Carlos Mugica, Villa 31. Gisel Mérida es una de las maestras recibidas este año, forma parte de la primera camada de egresadas del “Dorita”, como cariñosamente llaman a la institución. Ambas visitaron el estudio Patrick Rice de Radio Gráfica y explicaron cómo se gestó el profesorado, los desafíos, las dificultades y los logros en la construcción de educación pública y popular.
Martín milita en la organización El Hormiguero, que tiene construcción en distintos barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, uno es la Villa 31, donde se instala el profesorado. “En una de las asambleas, hace 5 años se planteó esta necesidad de ver cómo podíamos construir derechos en conjunto con las y los vecinos del barrio. Así se definió la creación de una institución que garantizara el derecho al acceso a la educación superior. Así surge el Dorita, como le decimos”, relata la rectora. “El fruto es la primer camada de egresadas del profesorado del barrio en que hemos estudiado y nos hemos recibido”, acota Gisel, una de las siete docentes que se recibieron en el Instituto en diciembre de 2019.
“El 95% de nuestras estudiantes son mujeres, de las cuales la mayoría son trabajadoras, madres y migrantes. A partir de aquí es que construimos la propuesta pedagógica del profesorado: es la única institución de la villa 31 que permite la continuidad de la trayectoria educativa en el nivel superior”, señaló Florencia Martín en el diálogo que ambas tuvieron con Úrsula Asta para el programa Feas, Sucias y Malas.
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La rectora del Dorita explicó también cómo fueron plasmando en la institución una síntesis que integrara una visión política, educativa e inclusiva: “Pensamos en la calidad de la educación teniendo en cuenta también nuestros posicionamientos ideológicos y políticos: la construcción de la pareja pedagógica, que sea una currícula que esté contextualizada, que se puedan tener en cuenta los conocimientos que circulan en el barrio para la formación de nuestras maestras, todos grandes desafíos, que hoy al ver a las maestras que se recibieron, y al observarlas en sus prácticas, vemos maestras feministas, populares, que construyen educación pública y popular”.
“Al tener el profesorado en el barrio, nos facilita acceder, y cuando surgen cosas que imposibilitan el llegar, las llevamos a las asamblea y las debatimos. El profesorado es un aprendizaje constante”, afirmó Gisel Mérida. Y agregó: “Me emociono porque nunca pensé que me iba a recibir de maestra. Para mí la educación superior estaba denegada, porque acceder económica y personalmente costaba un montón. Como será, que cuando me dijeron que había un profesorado en el barrio no lo creí, y entre a mirar y no lo podía creer, porque siempre pensamos que lo mejor y lo bueno está afuera. Estoy orgullosa de haberme recibido ahí. Nosotras creemos y construimos en la educación popular, todo lo que aprendimos ahí lo llevamos a las aulas”.
“Me emociono porque nunca pensé que me iba a recibir de maestra. Para mí la educación superior estaba denegada, porque acceder económica y personalmente costaba un montón”
Las integrantes del Dorita explicaron que gran parte de la población estudiantil del profesorado son personas migrantes que en su mayoría no tienen aún validados sus títulos secundarios en el país, sin embargo esto no constituye una traba para comenzar a formarse en este Instituto. “Muchos han sido rechazados en muchas carreras terciarias y universitarias. En este profesorado abrimos las puertas y se puede cursar mientras se hacen los trámites de validación del título. Eso predispone de otra manera”, explicó Gisel. Y Florencia Martín adhirió: “Lo único que tiene que impedir continuar con la carrera es que te des cuenta que no es lo que querés. Nosotros nos dimos toda una estrategia de juntar plata y de sacar turnos para la validación de los títulos”.
A su vez, la egresada del Instituto detalló otra de las iniciativas para facilitar la cursada a las personas del barrio: “El Dorita tiene un espacio de cuidado donde una maestra inicial y otra compañera cuidan a los niños y niñas cuando nosotras estudiamos. Eso es pensarnos como mujeres, como trabajadoras y como estudiantes. Ese derecho a estudiar y a dejar en un lugar seguro a sus hijos e hijas está garantizado en el Dorita”.
El profesorado comenzó a funcionar en 2014, mientras gobernaba Cristina Fernández de Kirchner, pero atravesó la mayor parte de su historia durante el gobierno de Mauricio Macri. En este sentido su rectora manifestó: “Creamos este profesorado con un gobierno nacional que nos invitó a soñar. Pero en el contexto de un gobierno de la Ciudad de Buenos Aires marcado por el neoliberalismo, que tiene un modelo educativo privatista. Lo que ocurrió luego, a nivel nacional, para los porteños no fue una novedad”.
“El Dorita tiene un espacio de cuidado donde una maestra inicial y otra compañera cuidan a los niños y niñas cuando nosotras estudiamos. Eso es pensarnos como mujeres, como trabajadoras y como estudiantes”
“El día de la fiesta del egreso, una compañera dijo que nosotras fuimos forjando el profesorado durante cuatro años en que nunca dejamos de pensar en la democratización de la educación pública. Las compañeras desde su formación demostraron que se llega a cumplir sus desafíos y sus sueños si se construye colectivamente y si está la oportunidad. La situación económica requirió mucho acompañamiento porque se sintió mucho la falta de trabajo durante estos años”, sostuvo Florencia Martín.
“Como dije en el acto del día de egresadas, a mí el profesorado y El Hormiguero me devolvieron la dignidad”, sostuvo Gisel. “Lo digo y me sigo emocionando porque es algo que nunca pensé de poder decirle a mi familia ‘soy maestra’. Fuimos privadas de tantos derechos que decir ‘soy maestra’ a mí y a mis compañeras nos enorgullece, así que les agradezco, y a mis compañeras y compañeros que sostienen la cursada. Estamos segura que los años que se vienen van a ser mejores, y estamos con más fuerza y más amor que nunca para seguir construyendo el Dorita”, concluyó.
PG/UA/RG
Foto de portada: Gustavo Gavotti














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